septiembre 13, 2025

Timing Político

La política tiene su propio Timing

“El pastel sindical y sus ingredientes secretos”

SABADO 13 SEPTIEMBRE 2025

Luis Carlos Carrasco


La próxima elección del Sindicato Único de los Trabajadores del Municipio (SUTM) promete más espectáculo que las fiestas patrias. Este 11 de septiembre, no habrá gritos en Palacio Nacional, pero sí gritos en los pasillos del sindicato, donde los dimes, diretes y hasta las recetas de farmacia empiezan a repartirse con singular alegría

El primero en lanzar la primera piedra —aunque vive en casa de cristal— fue nada menos que Jesús Carreón, alias El Chavo. Encabeza la planilla Azul, convencido de que la secretaría general debe cambiar de manos, aunque el actual dirigente, Carlos Villegas con la planilla Amarilla, pretende reelegirse y, según las encuestas de pasillo, trae en la bolsa un cómodo 75% de los votos de los 1,278 empleados sindicalizados. Vamos, que ni en las encuestas mañaneras se ven esos números.

Villegas, astuto, ha mantenido una campaña de “proposición” —traducción: quedarse callado para no embarrarse—. Porque claro, ¿para qué ensuciarse las manos si ya casi tiene la piñata llena de dulces? Sin embargo, la planilla Azul se encargó de recordarnos que no todo en el sindicato son abrazos y no balazos.

Y ahí entra al escenario el personaje de la telenovela: Pedro Ramón DonLucas Guevara, mejor conocido como Pablito, que de inocente solo tiene el diminutivo. Resulta que nuestro químico favorito aparece ligado a uno de los laboratorios subrogados del Municipio con un contratito de apenas un millón de pesos mensuales. Nada mal para financiar la campaña y hasta surtir a la botica de la colonia. Pablito, por supuesto, sueña con la Secretaría de Interior del sindicato, quizá para asegurar que las medicinas no falten… pero en su propia farmacia.

Por si fuera poco, no es un novato: ya disfrutó del hueso sindical por más de 20 años y se acomodó con un sueldo de investigador cercano a los 93 mil pesos mensuales. Eso sí, “investigador” de cómo sacarle el máximo provecho al erario, porque de ciencia dura ni sus diplomas hablan.

El chiste se cuenta solo: la elección sindical no es tanto por defender derechos laborales, sino por ver quién se queda con la rebanada más grande del pastel: el contrato de medicamentos, las plazas doradas y, por supuesto, los sueldos que parecen de astronauta, pero con la gravedad bien puesta en la nómina municipal.

Así que, mientras la planilla Azul presume pureza química y la reelección de Villegas con la Amarilla parece inevitable, los trabajadores sindicalizados tendrán que decidir si quieren seguir con la receta de siempre o probar una fórmula que huele más a farmacia que a democracia.

“Maru y el tablero de guerra”

Pese a los males y tropiezos, la gobernadora Maru Campos sigue caminando en el terreno que más quema: la seguridad. Ayer, sin rodeos ni pretextos, se sentó en la Ciudad de México con el mero mero de la Defensa Nacional, el general Ricardo Trevilla Trejo, para hablar del tema que a todos nos pesa: cómo evitar que la delincuencia siga campeando a sus anchas en Chihuahua.

La reunión no fue de cortesías ni fotos para redes sociales; de esas en las que en lugar de café se sirven cifras, reportes y pendientes que parecen no tener fin. A la mesa también llegaron el fiscal general, César Jáuregui, el secretario de Seguridad Pública, Gil Loya, y, discretamente, el asesor de cabecera, Diódoro Carrasco, como quien toma nota de todo pero nunca levanta la voz.

El menú del día estuvo cargado: acciones directas contra los generadores de violencia, operativos conjuntos entre fuerzas federales y estatales, refuerzo en la inteligencia y, de paso, la prevención, esa receta que nunca falta pero que rara vez se cocina como debe. La orden principal: que ningún grupo extraño se les cuele por la puerta trasera en un estado donde el crimen organizado conoce más veredas que Google Maps.

Nos cuentan que lo acordado incluye incrementar patrullajes y poner la lupa sobre los municipios donde la cosa truena más fuerte. En otras palabras, más movimiento de patrullas, más uniformes en las calles y, al menos en el discurso, menos espacio para los malosos.

La SEDENA, por su parte, no se quedó atrás: se comprometió a reforzar el reclutamiento y adiestramiento de elementos, porque el músculo operativo se construye con disciplina y no con discursos. Y aunque el plan es nacional, no faltó quien recordara que Chihuahua será uno de los estados con atención especial, por aquello de que aquí el calor no es solo del sol, sino del plomo.

En resumen: Maru movió ficha en el tablero de guerra. Lo cierto es que, más allá de promesas y acuerdos de alto nivel, la prueba estará en el terreno: en los retenes, en los patrullajes y en la tranquilidad que los chihuahuenses esperan recuperar. Porque, como dicen los que saben, la verdadera reunión no es en la CDMX, sino en las calles donde la inseguridad sigue jugando de local.

Maru Campos y el secretario de la Defensa

“El sheriff del agua”

Ayer, el Senador fronterizo decidió ponerse el sombrero de sheriff y sacar su carta fuerte: proponer que el robo de agua sea delito federal, con cárcel, multas millonarias y, si se pudiera, hasta con pase directo a la lista negra del INE. Eso sí, para no quedarse corto, también sugiere instalar medidores “inteligentes” —porque los que hay parecen medio brutos— y hasta un padrón público de tomas clandestinas.

Dicen las lenguas de machete sin filo que este súbito arranque de justicia hídrica tiene más de trauma personal que de preocupación nacional. Y cómo no, si todavía carga la cruz azulada de la paliza que le dieron en 2020 allá en Ojinaga, cuando como delegado del Bienestar terminó más golpeado que balón en final de barrio.

Pero ojo, que la iniciativa trae jiribilla. En tiempos donde el agua vale más que la gasolina —y eso que ya es decir—, quien logre meter orden puede sumar puntos entre los electores sedientos, no importa si se lleva de corbata a los mismos ingenieros de la Conagua que son señalados de recibir dinero por permitir los pozos clandestinos.

Loera sabe que si quiere jugar a ser presidente municipal de Juárez, tiene que dejar de ser un fantasma político y empezar a ser nota de ocho columnas, aunque sea con propuestas que suenen más a cortina de humo que a plan de gobierno.

Por lo pronto, su idea ya puso a sudar frío a más de un vivillo que se sirve del río como si fuera buffet libre y aqui vasn los jefes de Conagua. Entre 2019 y 2023, se detectaron más de 131 mil tomas chuecas: una cifra que haría renunciar a cualquier plomero honesto y convertiría en millonario a cualquier proveedor de abrazaderas.

Loera, muy propio, asegura: “No podemos permitir que se robe impunemente un recurso que es patrimonio de la nación y un derecho humano”. La frase suena solemne, aunque viniendo de la política mexicana, uno sospecha que pronto habrá fila en el Congreso… no para apoyar la iniciativa, sino para ver cómo se reparten las concesiones de los futuros medidores “inteligentes”.

Al final, el sheriff del agua tiene claro que, para ganar aplausos, basta con señalar a los “rateros del líquido” y prometer cárcel. Eso sí, nadie ha dicho nada de los megausuarios que se llevan hectómetros completos como si fueran garrafones. Pero claro, esos son intocables: tienen medidor, pero también padrino.

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