Timing Político

La política tiene su propio Timing

A votar por el menos peor, ¡pero hay que votar!

“Los malos gobernantes son elegidos por los buenos ciudadanos que no votan.”

GEORGE JEAN NATHAN

 

Prácticamente faltan solo dos semanas para las elecciones en donde habremos de escoger, entre otros cargos, al Presidente de México. Una semana de proselitismo y otra de veda electoral. Lo grave: ninguno convence.

El ciudadano se encuentra  indeciso, decepcionado, incluso temeroso, de emitir su sufragio; justamente por esa propaganda negra que han escupido todas las campañas, siempre dirigidas a desprestigiar al contrario o a crearle al votante miedo por el cambio.

Sin embargo, pese a los antecedentes que se tienen de un fuerte abstencionismo que ha llegado al 60 %, en el ambiente se respira un hartazgo del ciudadano que  aunque no lo convenza las opciones existentes, está dispuesto a salir a emitir su sufragio solo para cambiar el sistema actual.

El votante partidista ya tiene definido a su candidato, porque lo convence y da la vida por él; o simplemente porque no hay de otra, ya que es el nominado por la cúpula partidista y hay que apoyarlo con todo y contra todos, pese a que no sea el idóneo.

Pero en el sentir de buena parte de ese electorado indeciso se encuentra la idea de experimentar por otras opciones, llámese candidatos independientes o Andrés Manuel López Obrador, al menos eso es lo que arrojan todas las encuestas elaboradas hasta este día; y este último, no tanto por convicción, sino porque desean un cambio de política a la ya tradicionalmente ejercida toda la vida por el PAN y el PRI.

¡Y cómo no tener ese sentir!, si durante toda la precampaña y campaña los candidatos se han dedicado principalmente a atacar a su contrincante, a emitir “fake news” donde uno al otro se acusan de corruptos, de lavado de dinero, mentirosos, de enriquecimiento inexplicable, de mafiosos, etc.

Ante ese panorama, el ciudadano se plantea dos interrogantes: ¿Quién es pues el menos peor?…. ¿Vale la pena votar?

Y no es para menos.  Ya que ¿Por qué el ciudadano tiene que votar por lo que les ofrecen los partidos? Es cierto que en algunos casos si presentan buenas opciones, pero en la mayoría de ellos solo postulan “cartuchos quemados”, a hombres o mujeres que llegan a obtener la candidatura porque tienen solo dinero, labia, ansia de poder o así conviene a los intereses de los partidos.

En las diversas mesas y foros, los politólogos han afirmado que el sistema actual de partidos ya está caducado, porque no han cumplido las expectativas del ciudadano, no cumplen sus promesas y el grado de corrupción corroe las entrañas de estas organizaciones políticas.

Los mismos políticos lo han confirmado, ya que muchos de ellos han renunciado a sus partidos y han buscado un puesto de elección popular por la vía independiente; algunos de ellos con un interés genuino en búsqueda del bien común, pero la mayoría solo rompieron con la estructura partidista al no obtener el puesto que buscaban y ahora lo quieren a cualquier costo.

Ante ello, es necesario avanzar a otro nivel en el que el ciudadano tenga más posibilidades de participar en la política y obtener un puesto de elección popular, sin tener que estar afiliado a un partido ni tenga tantas trabas legaloides que le impidan postularse, como ocurre actualmente con la figura del candidato independiente.

Un sistema en el que la sociedad pueda escoger, no al menos peor, sino al mejor de los aspirantes. A una mujer u hombre surgido directamente de las Polis; de probada honestidad, capacidad intelectual, experiencia en la administración pública, y empatía para con su pueblo; que no tenga ligas ni compromisos con partidos o los poderes facticos que gobiernan actualmente nuestro país y nuestras vidas.

Pero mientras esto ocurre, la ciudadanía empieza ejerciendo el voto, no absteniéndose. Aunque las opciones actuales no sean las idóneas se tiene que salir este 1 de julio a elegir “la menos peor”, pues de lo contrario se está dejando el poder de la decisión en manos del voto duro de los partidos, y está comprobado que estos no siempre escogen sus mejores opciones.

Los cambios políticos en todo el mundo ocurren de manera vertiginosa, México ya está en camino de la ciudadanización de la política: Falta mucho por hacer, por aprobar, por experimentar, ¡por luchar!

Mas esto no es utópico, es una legítima aspiración ciudadana.

TIMING POLÍTICO.

 

 

Jesús Fco. Ávila Ventura.

chuy_avila@hotmail.com

 

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