Timing Político

La política tiene su propio Timing

Ayuda rechazada.

POR: FRANCISCO ORTIZ BELLO.

Aún retumban entre las páginas de algunos medios internacionales, las frases demoledoras con que “cabecearon” sus ocho columnas el 18 de octubre pasado: “Se rinde el Estado mexicano ante grupo del narco”, “Detienen y liberan en México a hijo de capo del Narco”, “Se doblega México ante fuerza del Narco”, y muchas otras más similares o peor de demoledoras y contundentes.

Por primera vez en la historia de nuestro país, al menos públicamente, la detención de un importante líder del narcotráfico se convertía en la vergüenza del mismo gobierno, al reconocer que desde las más altas esferas de la autoridad se dio la instrucción de abortar el operativo de detención de Ovidio Guzmán, teniéndolo retenido y completamente a merced de la autoridad.

Aún no se reponía el gobierno de López Obrador de ese devastador escándalo mediático internacional, por si algún ingrediente más trágico y más dramático le faltara, cuando a principios de noviembre llegó el incalificable asesinato de 9 integrantes de la familia Lebaron en los límites de Chihuahua y Sonora. La barbarie total, aun para quienes hacemos del lenguaje y la comunicación nuestras herramientas cotidianas de trabajo nos faltan palabras para describir este monstruoso y bestial hecho.

Las imágenes aun humeantes de un vehículo calcinado en su totalidad y la voz desgarradora de un hombre reconociendo los cadáveres de sus familiares, recorrieron a la velocidad del rayo primero las redes sociales, y luego todas las redacciones de los periódicos en el mundo. En efecto, el Estado mexicano, su gobierno, la autoridad, estaban totalmente rebasados, acotados, derrotados. No había duda.

Una caravana de tres vehículos con familias de mormones chihuahuenses a bordo, fue salvajemente rafagueada e incendiada, se presume, por grupos criminales del narco. Los familiares pidieron la ayuda del gobierno federal, por estar en territorio limítrofe entre dos estados, y la ayuda llegó 10 horas después tiempo en el que, ante el dolor de ver a sus hijas, nietas y esposas destrozadas a balazos de grueso calibre, o los restos calcinados de sus cuerpos, decidieron remover la escena del crimen y llevarse los restos de sus seres queridos muertos, porque la autoridad nunca llegó en ese tiempo.

Ante lo doloroso, trágico y trascendente de este hecho, de inmediato surgieron las voces que responsabilizaron de lo ocurrido en Chihuahua al presidente López Obrador, porque relacionan la actitud timorata y carente de determinación en el caso de Culiacán, con Ovidio Guzmán, liberándolo para evitar la acción devastadora de la gente de El Chapo y otros socios, pero enviando un mensaje de profunda debilidad institucional, de enorme vulnerabilidad, por lo que -aseguraron sus críticos entonces- se multiplicarían por decenas este tipo de hechos por todo el país, ya que la fuerza de las armas y el terror terminaría por imponerse en todos los casos. La masacre de los Lebaron parece confirmar esas temerarias acusaciones de los detractores del presidente de la República.

Sin embargo, parece que los temas en ese sentido no se agotan. Obligado por la ciudadanía norteamericana de los mormones asesinados, contaban con la doble nacionalidad, pero también por los grupos sociales de presión al interior de su país que se oponen radicalmente al narcotráfico, el presidente Donald Trump ofreció al gobierno mexicano la ayuda del ejército y la inteligencia de su país, para combatir a los cárteles de la droga en México. La oferta fue rechazada por el presidente López Obrador, argumentando la soberanía de nuestra nación y la supuesta capacidad de hacer frente al narcotráfico sin la necesidad de ayuda. Como si Culiacán y los Lebaron no fueran evidencias más que contundentes de que el argumento del presidente es mentira, es falso.

No tener la capacidad, la habilidad o la fuerza para enfrentar a un enemigo, o una determinada situación, no es malo ni debería hacer que nadie se sienta mal por ello. Lo que si es harto cuestionable es que, careciendo de los recursos, habilidades, capacidades o fuerza, para resolver determinada situación o problema, rechaces la ayuda que te brinda alguien que si cuenta con todo lo que a ti te falta.

Específicamente hablando del tema de seguridad pública y de criminalidad en México, la responsabilidad por omitir acciones que son facultad exclusiva del gobierno, y obligaciones legales, es muy grande. Pero lo es más aun cuando rechazas la ayuda de quien sí dispone de los medios y recursos necesarios para hacerlo, puede resultar hasta criminal no aceptar que te ayuden.

TIMING POLÍTICO. 

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