Timing Político

La política tiene su propio Timing

Borges y el cursilismo de Neruda

POR JACK RO

¿Los poemas de amor son la esencia de la poesía?
¿Qué es lo que persigue la poesía, el amor a la vida o el misterio a lo desconocido?

Desde los orígenes de la poesía épica de Homero hasta Borges.

JACK RO

Jorge Luis Borges, uno de los literatos más sabios del siglo XX con un gusto exquisito de la letras, un lector incansable de la literatura universal y del conocimiento de los clásicos de la herencia poética, no sólo de los escritores de la faz de la tierra, sino de sus obras y de sus pensamientos transformadores e influyentes en la historia de la humanidad

Nos referimos a la capacidad del ingenio del poeta, ensayista, cuentista, crítico literario y traductor, que provocó un determinado efecto de ejercer el poder de predominio de su conocimiento a las generaciones de su tiempo a las posteriores y a las que le preceden en el siglo XXI que se alimentan con su sabiduría.

Borges es un erudito de la palabra, un adivino del tiempo, un mago de los misterios de la vida, la obra de Borges encierra el pasado y el presente de la literatura occidental, y manifiesta el puente del pensamiento de la herencia poética de la historia, entre la literatura de Europa y la literatura latinoamericana.

Es un crítico analítico, con una sonrisa sarcástica e irónica con una mirada juvenil al responder sus opiniones, con una sinceridad y una libertad de alguien que, si no es un inocente, no se le puede tachar de ingenuo.

El borgismo escribió en el mar de las palabras sus infinitas lecturas, de tal manera que el yo y el tú y el ellos, se transparentaba en un espejo donde los yoes del yo de Borges, se perdía entre las palabras, en la sombra de su sabiduría, era la luz de su narrativa, aquellos que imaginaban con sus textos, terminaban siendo el otro, y el siendo el tu del borgismo, entre la literatura y el intelecto del escritor.

Desde los albores del pensamiento humano, la poesía ha sido una de las herramientas más poderosas para comprender el mundo que nos rodea, y ningún lugar lo ha demostrado con tanta pasión y destreza como la antigua Grecia.

Para los antiguos griegos, la poesía de amor tenía un significado más profundo que el que le damos actualmente a una sola palabra. Empleaban cuatro palabras distintas para describir diferentes aspectos del amor:

Eros: Representa el amor apasionado, aquel que se deja llevar por el deseo y la atracción. En la mitología griega, el Dios Eros personifica la atracción, la pasión y la fertilidad.

A diferencia del amor tal como lo entendemos hoy, el eros ocupa una dimensión semántica más profunda. Platón, en su obra “El Banquete”, habla sobre la naturaleza del eros como el amor-deseo que mueve al mundo inteligible.

Este tipo de amor se aprecia en fragmentos poéticos de Safo, donde se percibe la pasión en los cambios que experimenta el cuerpo en presencia de la persona amada.

Ágape: Refiere al amor incondicional, aquel que acepta al otro tal y como es. Es una fuerza poderosa que puede unir a las personas y trascender los límites del tiempo y el espacio.

Philia: Similar a la amistad, implica fraternidad y admiración. Es el cariño recíproco entre amigos.

Storge: Es el amor fraternal, que implica admiración y cariño. Se refiere a los lazos familiares y afectivos entre padres e hijos, hermanos, etc.

La poesía de amor griega abordaba estos diferentes matices del amor, desde la pasión ardiente hasta la amistad sincera y el cariño familiar. A lo largo de la historia, artistas y escritores han encontrado inspiración en estas diversas formas de amor para crear obras literarias y artísticas que perduran hasta hoy.

Borges comenta: «Yo he hablado bien de Neruda, porque si no queda uno como un envidioso, porque le dieron el Premio Nobel, pero realmente no es para tanto Neruda, si tiene unos poemas espantosos, usted me va creer tiene unos poemas dedicados a la cebolla, a la lechuga el apio, una vergüenza, bueno es quizás un punto muy alto, no marca yo creo que no, un abuso, un tiempo de resarce como un rosario, difícil que cosa más débil que eso, claro eso quiere decir que los vagones del tren, pueden compararse a los cuentas de un rosario, no sé si el otro lo hace religiosamente o místicamente.«

Desde los primeros relatos que emergieron en la época geométrica, nos encontramos con los poemas épicos que narran hazañas heroicas y aventuras de dioses y mortales. Obras como la Ilíada y la Odisea de Homero no solo establecieron las bases del género épico, sino que también ofrecieron valiosas lecciones sobre el honor, la valentía y la naturaleza humana.

Pablo Neruda era chileno, amante de todas las mujeres, escribía en medio de las fiestas, era vital, escribió una enorme obra sobre los americanos como el Canto General y era miembro del Partido Comunista

En Neruda no hay versos que uno quisiera repetir. Además, si uno lee a Apollinaire, tiene la impresión de que, por momentos al menos, siente lo que dice y lo dice porque quiere. Neruda no ha de recordar sus propios poemas. Nadie puede recordarlos, y si alguien se los leyera y salta un verso, Neruda no se daría cuenta…

Parece que Neruda sostuvo que lo importante no es el poema, sino todo lo que hay alrededor.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa basta.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Autor: Pablo Neruda

Para los antiguos griegos, la poesía no era solo un medio artístico; era una parte esencial de su comprensión del mundo y de la vida en términos humanos. La literatura de la antigua Grecia, cuna de la civilización occidental, es un tesoro inagotable de sabiduría, pasión y creatividad.

Los antiguos griegos, con su profunda introspección y curiosidad por el mundo que les rodeaba, dieron vida a obras literarias que han trascendido el tiempo y continúan inspirando generaciones.

Borges (parodiando): «Lo importante no es este cuchillo, sino el contexto, la astronomía. ¿No tendrá miedo de que se descubra muy pronto que eso no es sino un simulacro de pensamiento?

El amenazado:
Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?

Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.

Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.

En este poema, Borges expresa la vulnerabilidad que el amor le causa. Todo aquello en lo que deposita su estabilidad, como su vida social, erudición y trabajo, parece estar en riesgo debido a una mujer. La frase “estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo” se ha convertido en uno de los versos románticos más recordados del autor.

Por otro lado, la poesía lírica floreció como una expresión más personal, dando voz a los sentimientos y emociones del individuo. Poetas como Safo y Píndaro nos revelan una introspección más íntima, explorando temas de amor, amistad y la relación con lo divino.

La poesía griega es un espejo del alma humana, reflejando una era donde las palabras no solo contaban historias, sino que moldeaban civilizaciones. Bienvenidos a este fascinante mundo de dioses, héroes, amores y tragedias: la poesía de la antigua Grecia.

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