Con aprobación de refinanciamiento gobierno podría buscar bursatilización.

Diputados del PAN evaden discusión de Ley de Austeridad, aprobaron un cheque en blanco que permite renegociar deuda pública a discreción, cuestiona Leticia Ortega.

Aprobación de subasta de deuda no abona a la disciplina financiera que debe cumplir el gobierno.

CHIHUAHUA, CHIH.- La coordinadora de los diputados de Morena en el Congreso del Estado, Leticia Ortega, expuso que el refinanciamiento aprobado por los diputados panistas no cumple con las disposiciones de la Ley de Disciplina Financiera para los Estados y Municipios, pues las autoridades no precisaron los montos exactos del déficit en educación y salud que se pretenden subsanar con el ahorro.

Leticia Ortega cuestionó la opacidad y escasa información que sustenta el dictamen de refinanciamiento, presentado en cinco ocasiones por el secretario de hacienda, sin que fueran subsanadas las ambigüedades e imprecisiones para explicar el esquema de subasta, lo cual sería entendible, sino respecto al uso que se dará a los recursos que se pretende obtener al reducir la tasa de interés.

Criticó que los diputados panistas y los partidos satélites que apoyaron el dictamen de refinanciamiento hablen de un supuesto déficit y acusen de ignorantes a los diputados que votaron en contra, pues los señalamientos que ha realizado Morena son puntuales.

Pidió aceptar el complicado escenario presupuestal y económico que atraviesa no solamente Chihuahua sino el país, siendo necesario explorar otras formas para dar viabilidad financiera al gobierno, a largo plazo, no solamente durante los próximos cinco años. “No hay reingeniería en la administración pública, ni se eliminan figuras administrativas y órganos descentralizados que hasta hace poco años no existían”, criticó.

Leticia Ortega explicó que el presupuesto aprobado en el paquete económico de este año empata ingresos y gastos, incluyendo un monto superior a los 3 mil millones de pesos para pago de deuda, por lo que no se explica por qué se habla de faltantes en salud o educación, a menos que se haya realizado un manejo discrecional del presupuesto o sea eso lo que se pretenda para el próximo año. “Es un cheque en blanco y el dictamen no específica cómo se realizará el refinanciamiento”.

Señaló que se utiliza tramposamente una redacción ambigua en el dictamen al repetir varias veces que el pago de los créditos será total o parcial, lo que abre la posibilidad a que no sean refinanciados todos los créditos para en cambio disponer a discreción de los recursos de la nueva deuda.

Expuso que los diez créditos que se refinanciarán tienen un plazo de vencimiento de 18.5 años en promedio y sólo dos vencen en 27 años, por lo que es engañoso argumentar que al aprobar el refinanciamiento a un plazo máximo de 20 años se busca reducir los tiempos de pago.

“Ocho de diez créditos vencen en menos de 20 años y sólo dos en 27 años, ambos representan un 27 por ciento de la deuda y el gobierno podría optar por pagar y refinanciar solamente esos dos créditos”, precisó.

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