Timing Político

La política tiene su propio Timing

Definiciones y divergencias: 2024 incierto.

Existe en México una tradición surrealista, una imagen en la que lo real se aleja de la verdad y la verdad se aleja del discurso oficial. Si el gobierno en turno nos dice que vamos muy bien, quiere decir que vamos mal. Si nos dicen en los discursos que la pobreza bajó en sus indicadores, lo más seguro es que haya empeorado. Si hay un combate a las drogas, si existe un programa de recompensas para combatir la prostitución o bien si existe un combate real a la corrupción no nos sorprenderíamos de que los encargados sean sus principales promotores (de esos delitos).

En el México surrealista, los partidos políticos buscan a través del voto llegar al poder, tratan de convencer a los electores de que son la mejor oferta política para llegar a la tribuna, nos dicen que van a transformar México, nuestro estado y nuestro municipio. Los partidos políticos han tomado como bandera la democracia como medio de legitimidad ante un electorado expectante (poco participativo de las decisiones públicas) y se rompen las vestiduras cuando la democracia electoral se trastoca… pero son los partidos políticos los más antidemocráticos al momento de elegir a sus candidatos. Así es México.

Me preguntaban sobre un artículo publicado en el periódico El Universal, del periodista y articulista Salvador García Soto. La crónica de lo que veía en dicha colaboración es muy simple. Hay un empate técnico entre los tres principales contendientes, hay estados donde ganan unos, otros quedan en segundo lugar, y en el peor de los casos llegan hasta un tercer lugar. Las encuestas definirán el destino de 130 millones de mexicanos. Dentro de la numérica electoral, 98 millones de posibles electores que conforman el padrón electoral podrán salir a votar en el 2024.

En anteriores entregas periodísticas que hemos hecho, afirmó la necesidad de llevar a cabo elecciones primarias. Hoy esa afirmación merece ser replanteada en los espacios de la agenda ciudadana para que los partidos políticos puedan democratizar los procesos de elección de sus candidatos. Las encuestas, como método fallaron, las convenciones no son una alternativa… Hay que retomar el rumbo y convocar a la participación ciudadana, los partidos son una expresión de los propios ciudadanos.

No me queda la menor idea que la negociación fue entre Adán Augusto y Claudia, quienes tienen el visto bueno de palacio, en pleno zócalo de la Ciudad de México. Marcelo no tuvo manera de negociar, rompió acusando a los operadores del presidente Andrés Manuel López Obrador de parecerse al PRI, como si nunca hubieran sido priistas quienes acusan y son acusados.

A dos tercios, los nombres de los participantes en la encuesta mantuvieron una hegemonía que se rompe, hay fractura y ruptura que será difícil de arreglar. Si Marcelo Ebrard logra una candidatura independiente o se suma al proyecto de Claudia será tema de especulaciones. Lo cierto es que el estado movió sus piezas para lograr que la favorita de palacio aparezca en la boleta en el 2024 como posible sucesora de AMLO.

En conclusión, el camino, como decía Sun Tzu, en su obra el arte de la guerra, lo ideal hubiese sido que no hubiera heridos en el campo de batalla, existe una batalla ganada, pero la guerra aún no termina. La posibilidad de Marcelo como candidato independiente, la definición de Samuel García como posible candidato de Movimiento Ciudadano, faltan meses y cantidad enorme de días para el día “D”. Recordemos las palabras de los versos de “Cantares”: caminante no hay camino… Era Claudia desde un inicio.

TIMING POLITICO

About Author