Diálogos con la muerte en la posmodernidad.

Por: Jack Ro

CD. JUÁREZ; CHIH.- Éste próximo viernes 3 de Nov de 2017, a las 8:30 pm, en la iglesia Misión de San José se presenta el monologo escrito e interpretado por la actriz y directora de teatro Claudia Gutiérrez Chaparro, licenciada en Literatura Dramática y directora de teatro por la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La imagen o preparación de la muerte representa el símbolo del misterio o el de la resurrección del alma hacia la inmortalidad.  Para los pueblos como los mexicanos es un emblema de vida y muerte o un control de la natalidad en el crecimiento demográfico en los sacrificios humanos que se hacían para sus deidades en los ritos y tradiciones de la herencia de su cultura mítica.

Una semilla, una nueva flor, un cáliz que ensangrienta el latir del corazón en la tierra en el orden del universo, para la creación de la vida en sus historia y en sus cultos antropológicos, para venerar a los muertos y ofrendarlos al pueblo en sus fiestas, más allá de lo bueno o de lo malo donde la moral al respecto carecía de un juicio o sentencia racional.

En los orígenes de la humanidad, los seres  primitivos desconocían el propósito de la muerte o el de la vida, su instinto de conservación solo les servía para reproducirse o de cuidar el territorio y de alimentarse y vivir en clanes grupos o simplemente solos en los árboles, sin pensamientos ni direcciones morales complejas, quizás hasta cierto punto amorales o con una moral desconocida por la razón o la ética de la moral actual.

Con el tiempo las enseñanzas del espíritu de la muerte han caído en trasmutaciones tras-culturales, por la tergiversación colonizadora de las religión impuesta al implementar agresivamente la occidentalización judío cristiana y  europeizada del pensamiento helénico sobre el precolombino en nuestra cultura mexicana, llena de deformaciones y costumbres antirreligiosas que distan mucho de ser la realidad histórica de su pueblo en las nuevas costumbres en relación con la esencia de la verdad que conocemos como tal.

Esta  sutil y emblemática broma que los dioses le hacen al hombre, es motivo de sufrimientos, tragedias y fantasías emotivas como viajes extrasensoriales, supersticiones, brujerías y hechizos, producto de satanismos utópicos paradisíacos y dantescos que la imaginación del humano ha inventado en base a sus creencias y falacias del lenguaje que se han mezclado en sus diálogos a través de los siglos.

La calaca, si bien es perfecta existencialmente surrealista, está llena de sueños, de mitologías de fabulas y de misterios que han sumido al humano en una terrible confusión caótica neo-existencial que desvirtúan su verdadero propósito en la educación del pensamiento de la raza humana. Que hasta el presente le han prometido con astutos engaños, no morir más en su perenne vida.

Esa aberrante y trasformadora ilusión nos hace esclavos de medias verdades que ingeniosamente ha sido sembrada en la conciencia colectiva en paraísos creados en sus creencias.

Fuera de la no-vida hacia el más allá con percepciones de su naturaleza mortal, para vencer el miedo de la existencia hacia lo desconocido.

El guerrero fue alimentado con el conocimiento de la guerra donde fue educado con la fuerza de la voluntad del deber ser; con el sacrificio hacia una nueva vida o a la negación de la misma en el auto-suicidio con la enajenación de su naturaleza.

Que colapsan la naturaleza animal del humano con las posmodernidad de la diversificación de las culturas, donde se contrastan la multiplicidad de las ideologías de todos los pueblos del mundo, en una comunicación que termina en el razonamiento de la sinrazón, para buscar el verdadero sentido de la muerte, que libera al alma oprimida en la conciencia  del guerrero que se enfrenta a ella, con la del esclavo que le teme al encuentro de lo desconocido.

TIMING POLÍTICO.

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