Timing Político

La política tiene su propio Timing

El fake news, la ética y el poder

Por : Jack Ro

 

La cultura del «Fake News, es tan presente como antigua en el periodismo mexicano, basta revisar las noticias del caudillo más famoso de la historia de la revolución mexicana, «Pancho Villa» y se verá que sus noticias eran escritas en diarios de ciudades de todo el mundo para hablar de sus hazañas sin haber estado en México nunca, solo por ser noticia, como si fuera una historieta del «Viejo Oeste» escrita por un español en un escritorio en Madrid sin conocer o haber visitado Arizona o Nuevo México. Así pasa en la actualidad con «López Gatell», el actual caudillo de la lucha revolucionaria para controlar la epidemia del Covid-19 que azota internacionalmente una mortalidad exagerada de la que no existe cura alguna.

 

El periodismo fifÍ es un estilo de noticia que nos gusta consumir por costumbre, y por acervo lingüístico, es un agregado cultural pantanoso y sombrío, mas no por saber la verdad, sino más bien para formar un dialogo común, sin tener la certeza de que sea real, o no lo sea, así como un acto de fe espiritual al que hay que adivinar, porque la alteración de la realidad forma parte del auto-engaño, del dialogo mediático. No se cansa la prensa chafa de desinformar el fastidio popular.

Hay que solicitar a las cámaras legislativas que decreten delito este tipo de información, pues crea desórdenes colectivos. Y proceder a establecer un código ético del derecho a la información que sea fidedigna y no especulativa, basada en hechos reales o en análisis de opinión racionalizados, por criterios intelectuales con referencias históricas o antecedentes periodísticos serios.

En boletín de prensa dice: La Secretaría de Gobernación, a través de la Unidad de Normatividad de Medios de Comunicación, de la Subsecretaría de Gobierno, ha determinado el inicio de un procedimiento administrativo sancionatorio contra El Diario de Juárez y El Diario de Chihuahua por la información falsa difundida en sus respectivas ediciones del 14 de abril de 2020.

Uno puede pedir un producto noticioso de calidad científica, veraz y objetivo para su consumo en la conciencia colectiva. Necesitamos un cambio mediático que deje de ser informal y anti-científico, que no viva del presupuesto del pueblo y del servilismo político.

El Gobierno puede exigir a las empresas noticiosas que den información refinada y no una con un servilismo político y sin sustancia dialéctica, que sea prepositiva y transforme el lenguaje y que esta produzca reflexividad o simplemente que informe los hechos tal y como son.

En los estatutos que regulan sus normas dice lo siguiente: El proceder de los citados diarios causa desinformación y contraviene el sentido de ética informativa que debe prevalecer en todo momento, especialmente en el contexto de la emergencia sanitaria decretada por el Consejo General de Salubridad del Gobierno de México.

Los legisladores parlamentarios son los indicados en regular esto y los ciudadanos en proponer el cambio y hacer las leyes que regulan las ideas.

El periodismo no se adapta a las nuevas generaciones de la posmodernidad, a su diversidad, a su aborigen autónomo e ideosincrático con las nuevas tecnologías de la pos-modernidad en la diversificación de las culturas en el geo-universo de los cibernautas. Este tipo de periodismo existe porque estamos tan acostumbrados al chantaje, a la extorsión informativa y a manipular la información al antojo de las editoras que producen los productos noticiosos.

Éste es el tipo de periodismo donde los juarenses se informan y de donde se crean las noticias falsas, un periodismo malformado, anti-cientifico, falto de ética, «moralejas vulgatis y fubonescas, ideas tergiversadas que consumimos los informantes», sin principios filosóficos, fundamentado en anales históricos o racionalizados en el periodismo que informe y de veracidad a el lenguaje emitido con educación pedagógica, que intelectualice y acreciente el espíritu de la razón pura, al estilo de Kant, preferimos los comentarios de Poe sobre las notas editoriales que según él nadie lee y que no dicen nada, como algunos que he leído que terminan diciendo crónicas sin fondo, ni reflexión alguna, que tenga alguna enseñanza o propósito inteligente, que produzca cambios en la conciencia colectiva.

El periodismo, no es una profesión escolástica formativa o académica, tampoco es exclusiva de un gremio lambiscón que deleita con intención inmoderada a los que dan de latigazos al pueblo y son servilistas que se sienten con el derecho de ser parte de la historia, como estos farsantes de: Carlos Marin, Ciro Gómez Leyva, Denis Maerker, Joaquin López Doriga, Carlos Loret de Mola, y Adela Micha entre otros, que fueron públicamente denunciados por el Nuevo Gobierno de practicar el Fake News, para confundir a la ciudadanía y ser un grupo de choque, como mercenarios comprados para desorientar la voluntad y la inocencia de los mexicanos, que creían en estos líderes de opinión; antagonistas al lenguaje colectivo para manipular la desinformación que crea dudas y confusión en lo votantes.

Las politiquerías de las incongruencias de nuestra Constitución.

Ya vimos cómo resolvió el asunto de los periodicazos y televisionazos, con un “disculpe Usted Sr Presidente,(La Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de esta Secretaría de Gobernación dará curso al procedimiento para determinar lo que corresponda según la gravedad del hecho y, en su caso, imponer las sanciones a las que haya lugar conforme a lo previsto en el Reglamento de Publicaciones y Revistas Ilustradas y demás disposiciones aplicables.)

Entonces por qué en la ley de Gobernación está permitido eso”, es decir; yo creo un dialogo que contamina y después me disculpo y listo, y ya como si nada…. En una carta dicen que fue un error y ya.

Aun cuando en el artículo 27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, señala que corresponde a la Secretaría de Gobernación el despacho de los siguientes asuntos: «IX. Vigilar que las publicaciones impresas y las transmisiones de radio y televisión, así como las películas cinematográficas y los videojuegos, se mantengan dentro de los límites del respeto a la vida privada, a la paz y moral pública y a la dignidad personal, y no ataquen los derechos de terceros, ni provoquen la comisión de algún delito, perturben el orden público o sean contrarios al interés superior de la niñez”.

Haciendo un somero análisis crítico se observa que lo que está mal es el sistema de comunicaciones que jerarquiza la información en los medios y les permite este tipo de datos falsos, no hay un estado de veracidad ético o un derecho a la verdad en sí, porque lo que se pretende es la máscara de la supuesta verdad y no la objetividad de la verdad en sí misma, porque somos títeres de la misma estupidez, promover la anti-información, no existen códigos de ética, ni filosofía por eso están perdidos en la búsqueda de la razón, ni hay nobleza en el espíritu del dialogo, entre los comunicadores y ciudadanos, puro servilismo político e intereses de poder, contrarios al propósito del espíritu de la democracia.

TIMING POLÍTICO.

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