El figurativo realismo mágico de Karla Zermeño Inclán

POR JACK RO

CD. JUÁREZ, CHIH.- Karla Zermeño Inclán, de profesión Licenciada en Mercadotecnia, se desarrolla como artista estudiando estética y técnica de la pintura en varios talleres en la Ciudad de Chihuahua con artistas de la zona y posteriormente en Bellas Artes de la Ciudad de México en la Facultad de Arte y Diseño en la Academia de San Carlos.

Las tendencias de sus experimentaciones y búsquedas en el arte moderno tienden hacia el arte con el realismo figurativo. Con experimentaciones al surrealismo.

La libertad y la imaginación que imperan en sus creaciones se deben a que le gusta pintar lo que ve y después lo plasma en el lienzo a través de sus sueños.

Los artistas que la inspiran a ser ella son: La pintora  Leonora Carrington, Remedios Varo, Johannes Vermeer, Caravaggio, da Vinci, Bernini, Miguel Ángel, Picasso, entre otros.

Johannes Vermeer fue un pintor holandés del siglo XVII que plasmó la belleza de la vida cotidiana con una luz y un color extraordinarios.

Michelangelo Merisi da Caravaggio, fue un pintor italiano, activo en Roma. Su pintura combina una observación realista de la figura humana, tanto en lo físico como en lo emocional, con un uso dramático de la luz, lo cual ejerció una influencia decisiva en la formación de la pintura del Barroco.

Caravaggio plasmaba una detenida observación anatómica con un uso dramático del claroscuro que llegaría a ser conocido como tenebrismo. Esta técnica se convirtió en un elemento estilístico dominante, oscureciendo las sombras y transfigurando objetos en brillantes haces de luz.

Expresó vívidamente momentos y escenas cruciales, a menudo con luchas violentas, tortura y muerte. Trabajaba rápido con modelos del natural, prescindiendo de los bocetos para trabajar directamente sobre el lienzo.

Su influencia fue profunda en el nuevo estilo barroco que emergió del manierismo y se puede rastrear en las obras de grandes maestros como Pedro Pablo Rubens, José de Ribera, Rembrandt y Diego Velázquez, así como en innumerables artistas de la siguiente generación, que por manifestar su profundo influjo fueron llamados «caravaggistas» o «tenebristas». El más importante de esta rama fue el converso a este estilo anterior maestro de Bernini, Fabio Daini

La obra de Zermeño se ha exhibido en México y en el extranjero en: Museo Tarike, Museo Quinta Gameros, Museo Semilla, Casa siglo XIX, Casa de Cultura «Jesús Reyes Heroles» CDMX, Centro cultural “Juan Rulfo” CDMX,  Asamblea Legislativa de CDMX, Palacio de Gobierno de Chihuahua, Instituto Tecnológico de Chihuahua, Universidad la Salle, etc. 

En ciudades y países como: Chihuahua,  Camargo, CDMX, Puebla, León Guanajuato, Barcelona España, Dubái Emiratos Árabes Unidos.

Ha sido entrevistada en la radio,  prensa escrita, programas culturales, ruedas de prensa  y publicada en periódicos, revistas de arte y espectáculos.

Sintió el llamado del espíritu de la pintura al encontrarse con él espontáneamente; por casualidad, llegó a Clases con Don Benito Nogueira acompañando a su mamá, y ahí empezó, Don Benito la impulsó a no dejar de hacerlo.

Describe la función del lenguaje de la pintura en el diálogo de los humanos; ella creé, que antes del lenguaje hablado, los humanos se comunicaban con pinturas y dibujos, y las muestras las encontramos en tantas reliquia de pinturas rupestres. 

Con una pintura o dibujo, sin emitir ninguna palabra, se puede hacer sentir miles de sentimientos al espectador, y más en ésta época, donde se cambia los paradigmas, día a día y a pasos agigantados, la era virtual y cibernética parecen un remolino del que es casi imposible salir, pero un artista puede comunicarse libremente.

Manifiesta que la pintura en la sociedad  es importante porque ha sido y sigue siendo una gran manera de generar belleza, y es muy necesaria en un mundo consumista, donde la inteligencia artificial, quiere apoderarse; el crear una pintura, donde el artista refleja su interior, esa acción, jamás lo hará una máquina. 

La relación de los colores influyen en los gustos y  personalidad  individual de los humanos, es en la luz y la sombra que se crea una gama de colores casi infinita que percibe el ojo humano; es parte de nuestra vida, un color te puede dar alegría o paz, o transmitir cualquier sentimiento, con el solo hecho de verlo. 

 Para Karla la pintura es el arte de imaginar con libertad la vida que se proyecta en sus deseos, en sus visiones internas a través de su imaginación, donde se refugia, donde puedo ser libre, soñar, no hay ataduras, ni apegos, ni miedos, solo crear, dice. “mi lienzo y yo nos encaramos, se vuelve un espejo de mi alma”. 

Inclán pinta por la necesidad que tiene de expresarse a sí misma, creé que la pintura ha transformado su conciencia y la ha hecho madurar sobre la razón de la existencia; y guiado hacia la nobleza y llevando a sus pensamientos al límite,  poniendo orden al desorden de sus locuras  o al vacío de la puerta falsa dándole sentido a su vida,

Dialoga sus experiencias, y nos explica: “la pintura abrió un sendero de luz, donde antes  había vivido momentos muy difíciles en mi vida, donde claudicar era la manera más fácil de salir, y el crear me ha vuelto a la realidad”. 

Para ésta artista, el haber vivido momentos de ceguera, le hizo amar todo lo que ve, sus figuras y colores, una flor, un cielo, una sonrisa y es por eso que pintó la vida misma mezclada con sus sueños; por eso en muchas de sus obras se observan ojos, pisos y puertas que se abren a otros mundos, pero también pinta la sonrisa de un niño, o la fuerza de un animal, cualquier cosa que vea o sienta, puede ser un buen motivo para pintar.

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