Por Jesús Galindo, en Cd. Juárez.
Febrero de 2018.
Todos los días en todas las ciudades del país, hacemos transacciones (compra-venta pues) y vemos el manejo de la moneda nacional en los precios de las tiendas de autoservicio, ya sea en plazas o en cadenas.
Es en estos lugares de consumo donde vemos pseudo ofertas con anuncios de 7.99, 29.99, 17.99 y así con el manejo de los centavos. Solo en esos lugares, porque en las pocas tiendas de abarrotes que aun siguen de pie en las colonias, no suceden esas “ofertas”, en éstas nos dan precios manejables de $7.00 o $ 7.50; $19.00 o $ 19.50 etc.
El manejo de los centavos en la moneda mexicana, ya no es funcional en los precios del mercado. Cómo regresar el cambio de 11 centavos o de 29, o de 85 centavos? es imposible devolver el cambio completo, hagan la prueba ante un cajero y reclamen el centavo que sobra de la oferta de $19.99. No solo no hay forma de obtenerlo, tampoco hay ni dignidad al hacerlo sin sufrir el reproche social con la mirada de la cajera y del empaquetador.
Los centavos permiten una mercadotecnia engañosa de las ofertas, que concatenan el riesgo de un fraude que ya tiene anos en el mercado y sirve para el famoso redondeo en las tiendas, siempre para llegar al límite superior del importe a cobrar y nunca para bajarse al límite inferior si el importe es de $ xx.10, o sea done 90 centavos en su contra y no 10 centavos a su favor del cliente, con la promesa de llevar el importe acumulado a diferentes asociaciones de beneficencia, bajo la sospecha sin embargo, de que estas plazas y cadenas se evitan el pago de más impuestos al deducirlas como donativos propios.
Entonces, el mercado de precios presenta un defecto monetario, que ayuda a la simulación de ofertas y complica el manejo del cambio en el pago de productos, además deja sin opción al consumidor de redondear o redondear su cambio. Los centavos acumulados de cada consumidor, forman millones de pesos que se quedan en las cajas de las grandes tiendas
Actualmente, en la contabilidad de los negocios el SAT las utilidades por paridad cambiaria y por inflación, sin embargo, antes de llegar a normar y reconocer la utilidad por redondeo en la contabilidad de algunos negocios, debe revisarse la legitimidad de obtenerla.
La existencia de los centavos en la moneda mexicana, no aporta un valor de ahorro, en el ingreso es una fracción sin importancia, tan devaluada que no importa si se cae al piso, el trabajador no se agacha a levantarla, tan despreciada que se regala sin dolor en los redondeos o por temor a la sanción social, sin embargo, su existencia está desvirtuando los precios del mercado, se vuelve un argumento útil para aparentar ventajas en la competencia de ofertas y lo más riesgoso, es que el redondeo a falta de monedas se está institucionalizando.
En el mercado norteamericano, el manejo de los centavos sigue funcionando porque aun circulan las monedas de los centavos y si sobra un penny, es decir, un centavo del dólar americano en la compra, un centavo regresa a las manos del consumidor. Acuñar centavos de la moneda en el mercado mexicano no es rentable, a pesar de que las miniaturas sean tan pequeñas y proyectan su poca importancia, el valor nominal no paga el costo intrínseco.
Si no hay margen mental de los legisladores y de las autoridades del banco de México por cuestión de ingeniería monetaria y estructura de precios, que se introduzca un modelo de devolución al cliente, mediante una tarjeta para que en las tiendas se abonen sus centavos, al final de un periodo acumulará pesos útiles.
En 1993, se le quitaron tres ceros a la moneda mexicana ante la desbordada inflación, hoy no perjudica abolir los centavos de la moneda mexicana o al menos reducir la fracción a los cincuenta centavos para mejor manejo, será mejor el retorno del cambio en las compras, se evitarían practicas desleales en la publicidad de los precios contra los consumidores y ya no sería una obligación circunstancial redondear los centavos, para evitar el juicio social inclusive.
Antes de salir.- Desequilibrada la contienda electoral que se avecina por la presidencia municipal en ciudad Juárez, tres candidatos priistas dispersos contra un panista.
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