Por: Eduardo Borunda.
Una reciente encuesta que fue difundida en medios de comunicación, donde se colocaban partidos políticos, aspirantes y suspirantes para la gubernatura del estados de Chihuahua como favoritos tuvo mil lecturas y opiniones encontradas. Por un lado se alzaron con victorias en una batalla que aún no inicia, se olvidaron que las campañas y precampañas son hasta el 2021, fecha aún lejana. Además, por el otro lado, la metodología de la encuesta no es explicada, aunque suponemos que es vía telefónica, tampoco permite conocer la muestra de ciudadanos encuestados, no es fácil entonces poder hacer un análisis de los resultados obtenidos.
Lo que si provocó fue una serie de reacciones que sólo aceleran un proceso electoral que viene muy intenso, será un proceso judicializado, con alta carga de competitividad electoral, con descalificativos hacia todos los aspirantes y fuerzas políticas que participen. Será un proceso incruento donde el ganador saldrá sin legitimidad política si no gana por un amplio margen del voto ciudadano.
La casa encuestadora en cuestión, “Massive Caller” curiosamente tiene su sitio en renovación, lo que provoca suspicacias ya que este tipo de estudios de opinión son muy impactantes en los contextos sociales. Lo pueden comprobar en (https://www.massivecaller.com/) en su sitio web.
Del sitio oficial no salió. También hay que señalar que el margen de error y el nivel de confianza no coinciden con el tamaño de la muestra, no hay incluso una estratificación de la muestra, hay un error metodológico al no tener un apartado que explique el ¿Cómo?
De los resultados de la encuesta filtrada se desprende que MORENA está en la primera línea de las “preferencias”, seguido del PAN, en un empate técnico el PRI y los Candidatos Independientes. Entonces la pregunta es a quién beneficia la filtración de los “resultados”. Un principio básico de los comunicadores es ir a las fuentes y en este caso casi nadie hizo preguntas sobre la metodología, el alcance, el tamaño de la muestra o la fidelidad de la fuente de los resultados que se presentaron queda en tela de juicio. Daremos por hecho que si es una encuesta seria y al analizar los datos proporcionados podemos decir entre otras cosas que nada está definido.
En primera instancia no hay candidatos aún de cada uno de los partidos políticos o frentes independientes. Segundo en MORENA la pelea está entre dos: Cruz Pérez Cuellar y Juan Carlos Loera de la Rosa. Los dos enemistados en público y cada uno con respaldos nacionales muy fuertes. En las mesas de café se apuesta a que es Juan Carlos Loera es el ungido.
En el caso del PAN, la favorita es María Eugenia Campos, está muy por encima de Gustavo Madero, sin embargo, las preferencias de quien manda en palacio de gobierno es con el senador Gustavo Madero. Se espera un choque de trenes al momento de definir las candidaturas en este partido.
En el caso del PRI, todo apunta a que será Omar Bazán Flores el abanderado aunque hay mucho apuntados y con preferencias arriba de cada uno de los equipos políticos, se ha ganado el derecho a ser el abanderado. Cabe aclarar una cosa aún falta mucho tiempo y lo volvemos aclarar ya que sólo estamos tratando de explicar lo que vemos.
Finalmente, en el caso de los alcaldes independientes, ellos buscarán posicionarse en el estado de Chihuahua, uno que tiene un potencial electoral como Juárez y otro el potencial del sur del estado. De ir juntos en una contienda estarán en posibilidades de hacer la hazaña pero si van por caminos separados dividirían los votos. En el año 2000 ninguna encuesta predijo el triunfo de Vicente Fox Quezada, solo una. ¿Pasará lo mismo en el 2021?
TIMING POLÍTICO.
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