Timing Político

La política tiene su propio Timing

La cólera y el miedo de AMLO.

Por Jesús Galindo, en Cd. Juárez.

Quién es Ricardo Monreal.- El hombre zacatecano, alcanzó la gubernatura de aquel estado con el estandarte del PRD. Su siguiente parada en el 2006, fue el senado de la república como un aliado en la planilla del entonces candidato a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador. En aquella inconformidad por los resultados electorales, acusados por los perredistas como fraudulentos, que se manifiestó en la toma de reforma en la CDMX, Ricardo Monreal se distinguió por sus lealtades al candidato presidencial, el mismo que en aquellos calores de la derrota se autoproclamó ¨Presidente legítimo¨.

Como senador incondicional de AMLO, en la tribuna Monreal se dedicó a la descalificación del presidente Felipe Calderón a quien nunca dejaron de calificar como el presidente espurio. Cuando se rompió la subordinación de algunos senadores del PRD con Andrés Manuel, Monreal guardó sus fidelidades hacia AMLO y junto con él caminó la ruta a la segunda candidatura presidencial en 2012. Por esa vía, Monreal logró llegar a Jefe en la delegación Cuauhtémoc en la CDMX. Con la derrota de AMLO por segunda ocasión, Monreal siguió caminando al lado de López Obrador rumbo al rompimiento definitivo con el PRD y a la inauguración de la franquicia MORENA. Monreal es uno de los alfiles incondicionales con cartel luminoso, otro es Martí Batres y Gerardo Noroña, aunque desgastado y apagado, y no más, de los luminosos.

Monreal llegó a ser para AMLO,  el Muñoz Ledo de Cuauhtémoc Cárdenas. Aunque sin el dominio y el compromiso ideológico de Porfirio Muñoz Ledo, Monreal, respetando a su líder, siempre jugó en el segundo plano de las fotografías, pero con mayor recurso discursivo y mejores argumentos intelectuales.

Las intolerancias de AMLO.- Claro que hubo más incondicionales de AMLO con encabezado de nota, desde Marcelo Ebrard, Carlos Navarrete, Graco Ramírez, Ruth Zavaleta, Rene Bejarano, Mario Delgado, el ridículo Juanito, Dolores Padierna, Carlos Imaz, etc. A todos los citados, en algún momento se les cortó la línea con AMLO y éste, en algunos casos, no dudó en calificarlos como aliados de la mafia del poder, a pesar del juicio descalificativo, algunos están regresando con el tlatoani de MORENA, como lo está haciendo Marcelo, Bejarano, Dolores Padierna y Carlos Imaz con la satisfacción de la elección de su cónyuge Claudia Sheinbaun, como coordinadora de MORENA en la CDMX para el proceso electoral 2018, que no es otra cosa que la candidata anunciada y definida para contender por la jefatura de la CDMX.

Andrés Manuel ha dado más de un testimonio de sus intolerancias, no tolera iniciativas ajenas a él, no tolera que otros destaquen sin su permiso, no tolera que otros tengan mayor capacidad y mejores ideas, no tolera que otros inicien diálogos y acuerdos con fuerzas diferentes a MORENA, no tolera a los periodistas, no tolera que sus correligionarios o sometidos le pregunten y mucho menos que lo contradigan, no soporta que los reporteros entrevisten a sus subordinados y no a él, no soporta que otros morenistas ganen espacios públicos y él no.

Andrés Manuel supone y confía en que el candidato de MORENA, cualquiera que sea, va ganar la jefatura de la CDMX, sin embargo, tiene dudas de que él vaya a ganar la presidencia de la república, le despierta el temor que la hipótesis se materialice con  Monreal en la jefatura de la CDMX y él fuera del poder, eso lo desplazaría del plano nacional en MORENA y en los medios. Con Claudia Sheinbaunn como jefa del gobierno en la CDMX, de bajo perfil como es ella hasta ahorita, AMLO no se siente amenazado, sino tranquilo de continuar moviendo los hilos.

No tengo simpatías con Monreal, no hace mucho repudié que se prestara a ser otro de los tapetes donde AMLO se limpia los zapatos, las declaraciones de Monreal y sus posturas de incólume como dueño de la verdad y la razón siempre me han parecido una burla a los periodistas que lo entrevistan. Hoy, los acontecimientos están decolorando la presumida verticalidad de AMLO, no la tiene, ni eso ni valores de lealtad ni democráticos, eso desbordó el vaso de agua en el mantel de Monreal, el de sus intereses.

Antefirma.- Tarde o temprano, los incondicionales de hoy serán juzgados por el pastor, como débiles ante la mafia del poder, es el miedo al desplazo.

 

TIMING POLÍTICO.

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