JUEVES 19 DICIEMBRE 2024
El ambiente político de Chihuahua se vio marcado por una reunión que no pasó desapercibida. El presidente municipal de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, hizo acto de presencia en el tradicional brindis organizado por el Gobierno del Estado, al que convocó la gobernadora Maru Campos.
La invitación, de hecho, era casi una obligación para el edil, pues la cordialidad institucional requiere que los actores políticos se muestren unidos, aunque las tensiones y aspiraciones futuras no se dejen de lado.
Pérez Cuéllar, quien se presentó en el Palacio de Gobierno, fue interceptado rápidamente por los reporteros, quienes aprovecharon la oportunidad para sondearlo sobre temas de interés público, desde la gestión local hasta sus planes para el futuro. La diplomacia fue la clave, como siempre, pero en medio de la charla no se pudieron evitar los murmullos sobre lo que muchos ya consideran una posible carrera hacia la gubernatura de Chihuahua.
A esta cita política también acudió Marco Bonilla, actual alcalde de la capital del estado y otro de los actores que está marcando terreno para las elecciones de 2027. Bonilla, quien tiene aspiraciones claras para contender por la gubernatura en los próximos años, no tardó en dejar claro que su presencia en el evento, no solo era un acto protocolario, sino también una estrategia para mantenerse en el ojo público y seguir consolidando su perfil.
El brindis, lejos de ser solo una celebración de fin de año, se transformó en un escenario perfecto para medir las alianzas y rivalidades, aunque, como en la política de todos los días, los actores intenten disfrazar sus verdaderos intereses. Por un lado, Cruz Pérez Cuéllar sigue apostando por su imagen de conciliador, mientras que Bonilla, cada vez más cerca de los reflectores, no pierden la oportunidad de hacer política, incluso en los eventos más protocolarios.
Lo cierto es que las elecciones de 2027 comienzan a sentirse cada vez más cercanas, y estos encuentros entre los principales actores políticos de la entidad reflejan que la lucha por la gubernatura ya ha comenzado, aunque de manera soterrada. Todos saben que estos brindis y encuentros no son solo celebraciones, sino también un termómetro para medir fuerzas, mostrar unidad ante los ojos de la ciudadanía, y, por supuesto, afianzar las estrategias para el futuro.
Al final, la política en Chihuahua parece haberse convertido en una verdadera danza de intereses, en la que la cordialidad de los brindis no es más que una pantalla que oculta las ambiciones y las jugadas que ya se cocinan de cara a los próximos comicios. Habrá que ver cómo evoluciona la contienda y quiénes son los que finalmente logren posicionarse como los grandes contendientes en 2027.
La guerra interna en Morena de cara a 2027
En un nuevo capítulo del complejo escenario político de Morena en Chihuahua, al menos 65 de los 90 consejeros estatales de este partido enviaron una carta a la dirigente nacional, Luisa María Alcalde Luján, acusando a la presidenta estatal, Brigithe Granados, de promover de manera descarada la candidatura de la senadora Andrea Chávez Treviño rumbo a la gubernatura de 2027. En un acto que parece más un grito de desesperación que una simple queja formal, los consejeros le señalan a Granados que su actuar ha sido parcial, favoreciendo una sola aspirante cuando se sabe que existen otros interesados en la misma posición.
La misiva de los consejeros solicita que se sancione o, al menos, se exhorte a Granados a ofrecer un “piso parejo”, algo que se espera de cualquier dirigente que se respete a sí mismo y a su rol dentro del partido. La acusación es grave, pues más allá de una simple falta administrativa, se pone en duda la imparcialidad de la estructura interna de Morena, un partido que, por su propio estilo de operar, debería procurar que sus aspirantes compitieran en igualdad de condiciones.
Sin embargo, la petición no se limita solo a un llamado de atención a la presidenta estatal, sino que también se hace una sugerencia de fondo: se urge a que se convoque a una elección para renovar el Comité Ejecutivo Estatal, que debió haberse realizado este año, tras la conclusión del proceso electoral. Este detalle, lejos de ser una simple recomendación, habla de una estructura interna que no ha sido completamente depurada, lo que podría estar favoreciendo a ciertos grupos internos sobre otros.
La situación es particularmente delicada para Brigithe Granados, quien llegó a la dirigencia del partido por la influencia de su primo, Juan Carlos Loera de la Rosa, ex superdelegado de Bienestar en Chihuahua. El arribo de Granados al cargo ha sido visto por muchos como un acto de control político, una maniobra para asegurar el dominio de ciertas facciones dentro del partido, lo que ha generado tensiones con aquellos que ven en ella una dirigencia poco autónoma.
En medio de este panorama, emerge una figura que parece estar ganando adeptos: el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, quien también está decidido a pelear por la candidatura a la gubernatura en 2027. Aunque el Consejo Político Estatal está mayoritariamente compuesto por militantes cercanos a él, los movimientos dentro de Morena en el estado reflejan un claro intento de varios actores por posicionarse para la batalla del futuro.
El enfrentamiento entre Olson y Márquez
El caso de Carlos Olson, diputado acusado de agredir física y verbalmente a Irlanda Márquez, toma un giro que mantiene a la opinión pública expectante. La denuncia de la legisladora del PT, quien entre lágrimas acusó a Olson de haberla atacado, ha provocado una ola de indignación, sobre todo al tratarse de una supuesta agresión en un ámbito tan sensible como la violencia política de género.
El diputado, por su parte, no ha tardado en responder. Su versión de los hechos es completamente diferente: asegura que las acusaciones son falsas y que, por el contrario, es él quien sería víctima de una calumnia. En un tono desafiante, Olson anunció que presentará una denuncia por difamación, buscando probar que las acusaciones en su contra son infundadas.
Este tipo de situaciones pone de relieve la complejidad de los conflictos en la arena política, especialmente cuando se cruzan temas como la violencia de género, un tema que ha cobrado una creciente relevancia en los últimos años. Las denuncias de agresión, ya sean físicas o verbales, tienen un impacto profundo no solo en las víctimas directas, sino también en la percepción pública de los actores políticos involucrados.
Lo que está claro es que el conflicto entre Olson y Márquez no quedará en el aire. Ambos se han comprometido a llevar el caso ante las instancias correspondientes, lo que provocará una batalla legal y mediática. En el fondo, más allá de la lucha entre los dos diputados, el verdadero desafío radica en cómo se manejan las acusaciones de violencia en la política, un tema que sigue siendo un terreno espinoso.
Lo que se espera de esta confrontación es, ante todo, que la justicia prevalezca y que se esclarezca si realmente hubo un acto de violencia o si, por el contrario, todo se reduce a un malentendido o un juego político. En un contexto como el actual, donde los ojos de la sociedad están atentos a cómo se abordan estos temas, cualquier desenlace podría tener repercusiones importantes no solo para los involucrados, sino para la política mexicana en general.
Habrá que esperar para ver si la justicia será capaz de esclarecer los hechos y si uno de los dos legisladores saldrá victorioso en esta batalla legal. Pero, más allá de la guerra de versiones, lo esencial es que los mecanismos para prevenir y sancionar la violencia de género en todos sus niveles sigan fortaleciéndose, para que situaciones como esta no queden impunes y se actúe con firmeza ante cualquier acusación.
Los tres planteamientos clave para Sheinbaum en su visita a Chihuahua
La visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Chihuahua, programada para los días 21 y 22 de este mes, se perfila como una oportunidad clave para que el Gobierno del Estado exponga sus necesidades más urgentes y busque un respaldo directo del Ejecutivo federal. Aunque podrían ser muchos los temas a tratar, las autoridades locales ya habrían establecido tres planteamientos centrales que consideran de vital importancia y que esperan sean escuchados por la mandataria.
El primer tema, y quizá el más urgente, es el relacionado con los recursos para el campo. La sequía que ha afectado a la región en los últimos años ha dejado secuelas graves en la producción agrícola y ganadera, lo que ha incrementado las dificultades económicas de los productores locales. A este problema se suma el adeudo pendiente desde el año pasado con el Programa Producción para el Bienestar, que aún no ha recibido los casi 500 millones de pesos prometidos, un dinero crucial para la recuperación de la actividad agrícola en el estado. La falta de estos recursos ha generado una gran incertidumbre entre los productores, que ven cómo sus cosechas y ganados se ven comprometidos por la falta de apoyo. Se espera que Sheinbaum escuche esta demanda y, de ser posible, se comprometa a resolver la deuda y ofrecer soluciones a corto y largo plazo para mitigar los efectos de la sequía.
El segundo planteamiento tiene que ver con los migrantes. Chihuahua, al ser uno de los estados de paso más importantes para los migrantes que buscan llegar a los Estados Unidos, ha visto un incremento en el número de personas que transitan por sus tierras en busca de mejores condiciones de vida. Además, la reciente amenaza de deportaciones masivas por parte del gobierno de Donald Trump podría aumentar aún más el flujo migratorio hacia la región. El Gobierno del Estado solicitará que se destinen recursos federales adicionales para la atención de estos migrantes, tanto para su seguridad como para asegurar que reciban el apoyo necesario en cuanto a salud, alojamiento y alimentación. Este tema es de especial relevancia, ya que la situación migratoria no solo afecta a las personas que cruzan por Chihuahua, sino que también pone presión sobre los recursos del estado y de los municipios, que se ven obligados a atender las necesidades de miles de migrantes sin contar con un apoyo adecuado.
El tercer tema que se llevará a la mesa es el mantenimiento de las carreteras federales, que en muchas zonas de Chihuahua se encuentran en estado de abandono. La falta de inversión en infraestructura ha hecho que muchas de las principales vías de comunicación sean intransitables, lo que afecta directamente tanto a la movilidad de los chihuahuenses como al comercio y la economía regional. Las malas condiciones de las carreteras federales son un problema recurrente, y se espera que la presidenta Sheinbaum pueda comprometerse a destinar mayores recursos para su rehabilitación, con el objetivo de mejorar la conectividad y la seguridad vial en todo el estado.
Aunque estos tres planteamientos parecen ser los más relevantes, lo cierto es que la visita de Sheinbaum también podría abrir la puerta para otros temas que los gobernantes locales consideren prioritarios. Sin embargo, lo que está claro es que los planteamientos sobre el campo, la migración y la infraestructura vial serán los pilares en los que se centrará la discusión.
Por supuesto, la visita de la presidenta también podría ser aprovechada por los actores políticos locales para hacer ruido mediático, posicionarse ante la opinión pública y demostrar cercanía con el gobierno federal. Pero, más allá de la política, lo que realmente importa es que los planteamientos que se lleven a cabo se traduzcan en resultados tangibles que beneficien a la ciudadanía de Chihuahua.
Será interesante ver cómo responde Sheinbaum a estas solicitudes, y si durante su visita se compromete a impulsar políticas públicas que ayuden a resolver los problemas que tanto preocupan a los chihuahuenses. Los ojos de la región estarán atentos, esperando que esta visita no sea solo un acto protocolario, sino el inicio de una colaboración real entre el gobierno estatal y el gobierno federal para enfrentar los retos que enfrenta Chihuahua.
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