Timing Político

La política tiene su propio Timing

LA MUGROSA CHICA FRESA

Por: Verónica Saldaña Castañón.

Esa mañana conduciendo por las calles de Ciudad Juárez nada era nuevo, tráfico vehicular pesado, baches, autos y camiones rebasando incorrecta y arbitrariamente a otros conductores y basura regada en las baquetas y camellones; mi sucio auto, mi música y yo.

En esta ciudad y en este país estamos muy acostumbrados a la suciedad de las calles. Ciertamente no soy una gran viajera del país, pero las pocas ciudades que he visto están más limpias que la nuestra, inclusive la capital de nuestro estado. El transporte público por mencionar otro punto es ineficiente aunado a lo sucias y obsoletas que son las unidades que circulan. Las banquetas siempre ocupadas con algún cadáver de perro o gato, los lotes baldíos con llantas o basura que alguien decidió que no debía estar frente a su casa sino en la de otro.

Pago mis impuestos y contribuciones al igual que una gran mayoría, sin embargo, no lo veo reflejado en el progreso de mi ciudad y las quejas hacia el gobierno en turno siempre son abundantes.

Es muy común ver como por las ventanas de los camiones la gente lanza la basura de la golosina que recién saboreo; supongo que han de pensar que la basura en las calles está bien, que para eso están “los de la basura” y muchas otras razones que pudieran dar si alguien les preguntara el porqué de su acción; y en verdad me llena de angustia el pensar que tal vez ni siquiera piensen algo al hacerlo. Angustia porque me cuestiono con que argumento se podría persuadir al ciudadano de no hacerlo si ni siquiera percibe el daño que hace.

Quiero también imaginar que la persona que califica estos actos como incorrectos por decir lo menos ha caído en la constante de denostar al usuario del transporte público y por tal concluir que no puede esperar nada mas de “cierto tipo de gente”. ¡Yo lo he hecho! Pero como siempre, no hay que generalizar. Yo siempre he cargado conmigo la basura que genero hasta que encuentro un bote, no la tiro por la ventana del carro y tampoco la he acomodado en las hendiduras u hoyos de los asientos de la rutera.

A veces también nos toca ver esos actos en el transporte privado, la escena es la misma de siempre. Ventana abajo, sale un brazo a veces pequeño a veces grande y tira con singular desparpajo su envase de alguna bebida o la bolsa de sus papitas o la colilla de su cigarro.

¡Y claro esta! llegan las lluvias y las inundaciones con ellas y pues todo lo achacamos a el pésimo drenaje y a los “malditos rateros” que no hacen nada por la ciudad. Y que quede claro que no los estoy defendiendo.

Pues bien, esa misma mañana que conducía para ser exactos a un lado de Hospital General de Zona  #35 y bajaba la velocidad pues me acercaba al señalamiento de ALTO, vi un auto moderno, muy limpio y vi que era conducido por una chica que a lo lejos proyectaba un aspecto agradable, de esas que se levanta y se preocupa por su imagen personal, ella muy bien maquillada, peinada perfectamente, sus gafas oscuras, y claro, no vi ni su ropa ni sus zapatos pero me los imagino.

No esperaba ver nada mas allá de la chica que manejaba su auto delante de mí. Vaya, ni siquiera es que esperara ver algo, uno conduce como en automático también muchas veces. Y en el siguiente segundo cual va siendo mi irritación al ver que sin ningún reparo ni vergüenza arrojo el empaque de una paleta que justo abrió por la ventana de su carro hacia la calle.

Y pensé, ¿Por qué rayos cree que tiene el derecho de cuidar su imagen, su auto y ensuciar la ciudad nada más porque sí? ¿Qué grado de apatía, irresponsabilidad, barbajaneria debe tener una chica que en apariencia uno no pensaría que se comportara así? ¿No debería existir una total congruencia entre lo exterior y lo interior? ¿Qué no sería bueno conservar la basura en nuestro auto hasta que la podamos colocar en el bote correcto?

Y recordé el día que una amiga mía (que cabe mencionar también es una mujer muy preocupada de su belleza exterior) sentada en el asiento del copiloto de mi auto mientras me contaba una de sus tantas historias de romances traumatizantes abrió un chicle y tiro por la ventana el empaque y al yo reclamarle su acción solo se burló de mí y me acuso de EXAGERADA.

¡Qué fácil ensuciar y no limpiar! No existe el civismo en muchos habitantes de esta ciudad y queremos que el gobierno ordene la limpieza de la ciudad y que se encargue de todo como si fuéramos unos parásitos.  Y no es la única persona que he visto hacer eso desgraciadamente.

Pero afortunadamente también he visto gente que se preocupa. El año pasado con las lluvias y las inundaciones que todos ya sabemos cómo son  me tocó ver a un señor remover la basura de las rejas que están justo en el parque central, esas adecuaciones que se hicieron a la avenida a la altura del parque para evitar las inundaciones en esa zona; y no era personal de limpia del municipio; sin embargo lo estaba haciendo con sus propias manos, sin guantes, de rodillas; limpiando la basura de algún irresponsable que decidió que sería mejor ensuciar la ciudad que su carro.

Debemos contribuir a la buena imagen de nuestra ciudad, las reglas simples de cualquier convivencia, SI NO LIMPIA NO ENSUCIE. Bastantes problemas enfrentamos en el día a día de nuestro vivir en Juárez como para todavía contribuir con nuestra basura “decorando” las calles. No nos maravillemos de lo limpio de otras ciudades porque la basura la generamos nosotros, no hay ciudades que se limpien solas.

¡No sea usted un FRESA MUGROSO!

TIMING POLÍTICO.

About Author