Las desgracias del transporte público.

…y las falsas promesas de campaña.

Son ya casi las 8:00 pm y Roberto se empieza a poner nervioso porque un reporte atrasado no le permite salir de su trabajo, la inquietud que sufre es más que nada porque sabe que le será muy difícil encontrar el camión que lo lleve a su casa, pues a esa hora dejan de pasar.

Este caso “hipotético” deja de serlo para miles de ciudadanos que están en el lugar de Roberto, ciudadanos que trabajan hasta muy tarde o en horarios fuera del rango común, ya que las unidades de trasporte público dejan de circular desde temprana hora, regularmente después de las 7:00pm las unidades empieza a escasear y las que aun circulan tardan el doble o el triple de su recorrido habitual.

Para don Pablo, que trabaja en un horario donde si circula constantemente el transporte, la situación tampoco es fácil, porque es víctima de una lesión y no puede caminar con la velocidad de cualquier otra persona y es indispensable que vaya sentado en el camión, pero ha veces no le toca asiento porque no hay suficientes unidades y las que hay vienen saturadas.

Alicia  es una estudiante universitaria y trabaja medio tiempo en un restaurante de comida rápida, sus clases son en la mañana y su trabajo en la tarde, casi todos los días tiene que soportar la necedad de algunos choferes de querer cobrarle tarifa completa aun cuando ella muestra su credencial de estudiante. Pero eso no es lo peor que tiene que enfrentar, sino los múltiples acosos de tipo sexual por parte de algunos pasajeros y hasta, en algunas ocasiones, del mismo chofer y/o de su chalan, los cuales no cuentan con ninguna capacitación para brindar el servicio y mucho menos sanciones por el mal desempeño.

Laura llegó muy tarde a su trabajo pues se le descompuso su carro y tuvo que caminar 15 minutos hacia la calle más cercana a su domicilio donde si pasa el trasporte público y una vez que estuvo ahí tuvo que esperar a un segundo camión porque el primero no la recogió de lo lleno que iba, aunado a que iba jugando carreras y cerrándole el paso a otros camiones.

La señora Ramírez, que volvía del mandado, no hallaba como ocultar de la vista de sus hijos a un pasajero que venía drogándose en el asiento de enfrente, el cual fue observado por el chofer quien no hizo ni dijo nada, ni siquiera lo denunció cuando paso frente a él una unidad de policía.

Jorge discutió con el chofer porque éste no le dio bien su cambio y al reclamarle este lo agredió y empujó hacia la calle en donde lo retó a golpes sin importarle el espectáculo vulgar ni el tiempo de los demás pasajeros.

En una ocasión un niño que iba subiendo a la unidad se cayó cuando el chofer, por las prisas, se arrancó bruscamente ya que no contaba con pasarela de donde asirse, y cuando logra levantarse tiene que acomodarse como puede en los asientos rotos, caídos y hasta con láminas filosas, sin contar con los enormes boquetes en el piso que hasta se puede ir contemplando las líneas de los carriles desde adentro.

Pero lo peor sucedió hoy. Kevin estaba jugando al futbol en la calle cuando la pelota se fue del improvisado campo, el niño corrió tras ella y no se percató que en ese momento se acercaba un camión cuyo chofer venia conduciendo en estado de ebriedad y a exceso de velocidad y lo atropello

Gobiernos van y vienen, de un partido político y de otro, ambos utilizan este problema como promesa de campaña pero no avanzan de ahí. Los problemas sufridos por nuestros ciudadanos “hipotéticos” se siguen presentando y no se ven indicios de mejoras.

En este gobierno del “nuevo amanecer” se autorizó el incremento de la tarifa bajo la promesa de los concesionaros de modernizar sus unidades, pero solo fue un engaño más. Ya que las pocas unidades adquiridas la han destinado para el servicio privado de la industria maquiladora, y solo algunas cuantas ingresan al transporte general.

Sabemos que las concesiones de los transportes siempre están en las mismas manos y grupos, lo que significa que durante muchos años, décadas, han obtenido ganancias millonarias por el cobro al ciudadano del pésimo servicio que ellos prestan.

Razonando esto, es increíble que sigan argumentando que no tienen los recursos económicos para la adquisición de nuevas unidades cuando nunca han soltado el monopolio, y a su vez, han incrementado las tarifas amparados en el aumento al precio del combustible y sin cumplir ninguna de las promesas de renovación de las unidades de transporte ni de mejora del trato del personal que las conduce.

Y claro, lo más importante, no se nos olvide que todo esto que ellos hacen es en complicidad y/o la indiferencia del gobierno.

Hoy el Gobierno del Estado esta en busca de un nuevo jefe de transporte en Ciudad Juárez, y la pregunta que se hace el ciudadano es, este nuevo titular, ¿Vendrá con esa vieja inercia de tolerar a los malos transportistas, de autorizar un aumento a la tarifas con una enésima promesa fallida de renovar sus unidades?, o ahora sí, ¿vendrá a defender los intereses del ciudadano y le dará a éste el trasporte público que se merece y está pagando con tanto sacrificio?

Por: Jesús Fco. Ávila Ventura.

Director del portal www.timingpolitico.com

chuy_avila@hotmail.com

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