Por: José Luis Rodríguez Chávez.
El que persevera alcanza, así Andrés Manuel López Obrador, personaje que lleva más de tres décadas en la palestra política. AMLO llega al 2018 como una esperanza, al igual que en 2006 y 2012. A diferencia de sus participaciones anteriores en la búsqueda de la presidencia de la república, hoy con partido político propio. MORENA, le permite negociar y no estar sujeto como en ocasiones anteriores a los vaivenes, caprichos o intereses de los chuchos (PRD) o Dante Delgado (MC).
Hoy Andrés Manuel, es el candidato a vencer por el sistema político mexicano.
Sin embargo vienen una serie de contrapesos, dignos de analizar. López Obrador, ha tenido el tino de alejar a sus principales alfiles, a varios de ellos los hizo gobernadores y después surgió la ruptura, casos como Gabino Cue Monteagudo a quien apoyo a la senaduría y luego a la gubernatura de Oaxaca, hoy señalado por actos de corrupción importantes.
Viene también el caso del actual gobernador de Tabasco Arturo Núñez Jiménez, al igual que Cue, emanados ambos del PRI y cobijados por el PRD y AMLO. El caso del actual gobernador de Morelos, se cuece aparte, Graco Ramírez Garrido, señalado incluso por AMLO, como corrupto, después del apoyo mutuo brindado por ambos en 2012, como candidatos.
Hoy las diferencias con Ricardo Monreal, su principal torre, en este tablero de ajedrez, donde ubica a Claudia Sheimbaum, como la reina y con esto pone en jaque a Monreal. Claudia esposa de Carlos Imaz Gispert, quien al igual que el esposo de Dolores Padierna, nos referimos a Rene Bejarano Martínez, fueron señalados y acusados de recibir dinero de manera irregular para financiamientos de campañas políticas.
Hasta aquí vemos un escenario de compromisos no ciudadanos y traiciones, de personajes ligados a López Obrador, lo cual no significa que de ganar tendría un gabinete honesto, mucho menos de combate a la corrupción.
AMLO, solo ha aceptado en alianza con MORENA, al partido del trabajo (PT), señalado como una rémora del sistema, que se presta a realizar alianzas con el PRI, PRD, con quien más le ofrezca. Partido político, que no cuenta con buenas referencias en el ámbito político nacional. Alberto Anaya Gutiérrez, siempre dueño y negociador de esta franquicia, creada por Raúl Salinas de Gortari.
El día de ayer MORENA, logra una concentración multitudinaria en la Ciudad de México, miles, quizá cientos de miles, se reunieron para apoyo de ese partido político y de AMLO. Por eso es que seguramente Claudia Sheimbaum, sea la próxima jefa de gobierno de la capital del país. Ya que ahí y en el estado de México, reside la principal fuerza de MORENA. Llama mi atención que fuera de este conglomerado territorial MORENA (AMLO), no ha logrado ganar ninguna gubernatura, (en 2016 doce gubernaturas en juego y este 2017 tres).
En 2018 se juegan otros gobiernos estatales, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Chiapas, Tabasco, Yucatán y la CdMx. En donde a diferencia de esta última, difícilmente MORENA levantara la victoria en alguno de los siete estados en proceso de renovación.
Después de estas observaciones, concluimos que la moneda está al aire y no podemos cantar victoria de un lado o de otro. El 2018, en puerta, que retumben los tambores y suenen las trompetas, los juegos del hambre han iniciado.
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