Por: Jack Ro.
La pintora mexicana Evelia Peralta Martínez al Norte de México; En su madurez es cuando ella siente el llamado de la pintura, e inicia en el arte de la imaginería, para plasmar una serie de expresiones que la han interiorizado a desnudar su alma.
Está próxima a presentar una exhibición individual en la Cd. de México a finales del mes de octubre de 2017, en una famosa «Galería Villa San Jacinto» donde exponen obras de José Luis Cuevas, Pedro Coronel, Rufino Tamayo, entre otros reconocidos pintores del país.
De profesión psicóloga social, practico la docencia universitaria. Su espíritu investigador y la necesidad de aprender, la llevaron a comprender la herencia de la cultura pictórica, no solo como una función de expresión, o una habilidad o destreza de su talento, sino como un compromiso de conocimiento e interpretación del pensamiento de los maestros del arte.
Que han influido en sus formar y plasmado en los lienzo los matices, donde ella experimenta su creatividad.
Su relación en la academia del pintor Rafael Espinoza Téllez ha sido un valioso aprendizaje evolutivo en la estética de su obra, en la composición de las formas y en los matices que ha experimentado ella, en los trabajos anatómicos de los modelos de sus personajes femeninos.
En la academia del maestro Rafael, ha perfeccionado la estética que la han llevado a desarrollar planos desconocidos en su aprendizaje con el color.
Para ella, la plástica requiere de una investigación de fondo de técnica y de métodos trasmitidos por generaciones con los maestros del arte en los talleres, escuelas, academias y en los libros,.
Además, incita a los estudiantes y público en general a que desarrollen interés por procesar estas conductas de aprendizaje, en aquellos que desean comprometerse en el arte de la pintura.
La pintora, opina; que obedece a dos esencias,
La primera: el conocimiento para matizar el color que contrasta con la luz y la sombra en los pigmentos.
La segunda; la forma en el equilibrio de los planos de la composición. y, en la naturalidad de la obra.
La musa es la soledad, que la ha llevado a buscar he interiorizar con su espíritu, la nostalgia del sueño, la sensualidad del amor, y la ternura femenina de su naturaleza en el sentimiento hacia el amor.
Para ella, el amor, es la fuente que genera el brillo de la luz sobre la obscuridad en su ideología como arista, ambientados por el mar, la vida, la naturaleza, el cielo, y la obscuridad, que son las visiones que enmarcan sus lienzos.
Espejos donde su imaginación expresa la libertad en la intensidad de sus emociones y en los deseos que avivan su temperamento y su sensibilidad.
«En la estética de su lenguaje».
Peralta, creé, que los estímulos indirectos que provienen de la sensación del color y de la forma en los frescos que ambientan las imágenes en los muros de la arquitectura de una civilización, crean comunicación en los procesos creativos de los seres humanos que estimulan sensores en su cerebro para la formación de diálogos, cuando socializa con el lenguaje de la pintura que penetra en el dialogo de la educación familiar de los humanos.
TIMING POLÍTICO.
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