Timing Político

La política tiene su propio Timing

Se va el gobierno más corrupto de la historia.

Por: Carlos Iván González Ibarra.

 

«La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”

Eduardo Galeano.

Cinco meses y medio le queda al gobierno de Enrique Peña Nieto, su gestión pasará a la historia como una de las más corruptas en las últimas décadas.  A su descaro y al saqueo indiscriminado de las arcas públicas,  le debemos el descontento actual de la población.

La administración federal saliente se distinguió por el pillaje de los ex gobernadores priistas Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge. También destacaron los casos de corrupción de OHL y Odebrecht,  así como el escándalo político que representó la llamada “Casa Blanca”.

¿Es esta la clase de gobierno que nos merecemos? ¿Acaso somos cómplices de este cáncer llamado corrupción? Surgen estás preguntas, porque como suele suceder, la respuesta está justo debajo de nuestras narices.

De acuerdo con la Secretaría de la Función Pública, la corrupción se define como “el abuso del poder para beneficio propio” (SFP, 2018). Esta definición incluye tres clasificaciones: “a gran escala, menor y política, según la cantidad de fondos perdidos y el sector en el que se produzca” (SFP, 2018).

En México no escatimamos cuando de corrupción se trata, encontramos casos de “corrupción a gran escala” como el de la Estafa Maestra, que involucra al actual candidato del PRI y que se basó en la triangulación fondos públicos por hasta 7,670 millones de pesos (Ureste, 2018).

En el ámbito de la “corrupción política” tenemos casos como el del ex gobernador César Duarte, señalado por la Auditoría Superior de la Federación por diversos casos de desfalco a las arcas públicas,  uno de tantos hechos denunciados, fue la malversación de 200 mdp en gasto educativo, durante el último año de su gestión (Animal Político, 2018).

Para “terminar de curarnos en salud”, debemos reconocer que en lo cotidiano, existen muchos casos de “corrupción a menor escala”. De acuerdo con Transparencia Internacional, de 20 países latinoamericanos encuestados en 2015, México tiene el índice más alto de población participe en actos de corrupción. En ese mismo año, el “51% de las personas (encuestadas reconoció haber) pagado un soborno para acceder a servicios básicos” (Transparencia Internacional, 2015).

Tal parece que la tendencia determina que a donde se voltee a ver, habrá corrupción, por lo tanto es necesario que identifiquemos la utopía cuando esta aparece frente a nuestros ojos.

Se aproximan las elecciones federales para elegir presidente de la República y los tres principales candidatos a ocupar el puesto de elección popular más importante en nuestro país, se ofrecen como los paladines de la justicia y la honestidad, además se declaran enemigos acérrimos del mismo podrido sistema político del cual emanan.

Se antoja imposible creerles pues todos, el de MORENA, como el del PRI y el del PAN, tienen muchas preguntas que responder a la ciudadanía en cuestión de corrupción.

Andrés Manuel López Obrador se ha sabido ofrecer como la opción más limpia de todas, no obstante se ha rodeado de muchos políticos emanados de los círculos más oscuros de su llamada “mafia del poder”, dime con quién te juntas y te diré quién eres. De acuerdo con el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, “la gente que se está uniendo a Morena para transformar al país lo hace de buena fe, y si han cometido errores, todos los seres humanos merecemos una nueva oportunidad” (Sin Embargo, 2018).

En el caso del candidato del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, ha sido señalado entre otras cosas, por la firma de un decreto “para otorgar a un particular (Braskem-Idesa) filial de Odebrecht un beneficio indebido hasta por 35 años” (Aristegui Noticias, 2018). Así también se le ha reclamado en la Cámara de Diputados un desfalco por 500 millones de pesos, durante su gestión en la Secretaría de Desarrollo Social (El Economista, 2018).

Finalmente el candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés ha sido señalado por “una supuesta triangulación de recursos mediante una fundación que él mismo creó para hacer un millonario negocio inmobiliario” con el empresario Manuel Barreiro (Huffington Post, 2018). Recientemente aparecieron videos en los que se observa al hermano del mencionado empresario asegurando que si gana Anaya, “se nos abren las puertas, pero para lo que queramos, entonces con eso, nos vamos al cielo” (Animal Político, 2018).

No sabemos con certeza quién ganará las próximas elecciones, lo que si se es más que evidente, es que quien resulte ganador no podrá garantizarnos que la corrupción; un problema sistémico y endémico de nuestro país; disminuirá con solo un chasquido de sus dedos, y es ahí donde radica la mentira y el engaño, la utopía en su máxima expresión.

TIMING POLÍTICO.

 

 

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