Todos somos UACH

Por: Eduardo Borunda.

Este año ha sido un año de grandes cambios en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH). Se renueva la totalidad de las direcciones de las unidades académicas (léase Facultades), también se renovará la actual administración bajo un nuevo rector y en consecuencia debe existir un cambio de paradigma, es decir, del modelo institucional y de la adecuación como mejora continua de los modelos educativos por los que se ha transitado desde la fundación de la UACH.

En esta entrega quiero reconocer el trabajo de las actuales administraciones, porque pareciera que no ha avanzado la universidad pero hay un trabajo que tenemos que reconocer en las autoridades desde rectoría y hasta cada una de las Facultades que terminan en este mes sus gestiones.

En el caso concreto de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UACH, la vara está muy alta para medir en cuanto a los logros académicos que deben mantenerse o bien, como debe ser, superarse.

Actualmente el 100% de los programas de licenciatura que ofrece la Facultad están evaluados como programas reconocidos por su calidad a nivel nacional. Dicha acreditación y/o evaluación académica se realizó a través de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior mejor conocidos como CIEES.

Otro indicador de calidad de los programas educativos de posgrado es referente a la reciente incorporación de la Maestría en Administración, Maestría en Comunicación y Maestría en Administración Pública dentro del Sistema Nacional de Posgrados del CONACYT. El 100% de los programas de postgrado están entonces reconocidos también a nivel nacional.

Actualmente se cuentan con cuerpos académicos en consolidación y consolidados, con posibilidades de que aumente el número de los mismos ya que los docentes se han profesionalizado alcanzando un número histórico de doctores y otros que están a punto de obtener un grado académico  para lograr la pertinencia e idoneidad de la planta docente.

El número de profesores de tiempo aumentó considerablemente, para el bien de los estudiantes, pero además de esto, se aumentó el número de profesores que tuvieron el reconocimiento por la SEP como profesores con perfil deseable, ya que dedican tiempo en actividades académicas, de gestión administrativa, asesoría de estudiantes y por supuesto de investigación, compartiendo sus experiencias entre la comunidad científica a nivel nacional e internacional.

Sin dudas también faltan cosas que hacer: también es necesario reconocer que hay áreas de oportunidad importantes y no deben ser solo mencionadas en los discursos, se requiere ya un programa de doctorado en el área de las ciencias sociales que permita la habilitación de investigadores para la propia institución y para otras que requieran profesionalizar a sus plantas docentes. Se requieren más tiempos completos con grado de doctor y su ingreso al sistema nacional de investigadores eleven esos indicadores nacionales.

Una parte central de una institución es la matrícula la cual debe ser atendida para ofrecer más espacios educativos a quienes lo soliciten, pero además se logre mantener la misma con acciones de extensión y así disminuir la deserción causada por la crisis de la pandemia que vivimos aún. Faltan cosas que las autoridades electas de la Universidad y de las diversas facultades deberán atender con oportunidad y que dejó sólo como una reflexión.

En conclusión, el rector electo Luis Rivera Campos, así como los directores de las Facultades y en particular la del maestro Mario Alberto Duarte Bustillos en Ciencias Políticas tienen una vara que superar y que ha sido dejada por todos lo que conforman a la UACH, la universidad somos todos y como tal se debe actuar así. El liderazgo y el estilo personal de cada uno de los directivos empujarán a la Universidad hacía la cual desean como misión histórica.

Desde este espacio les deseamos el mayor de los éxitos, porque si les va bien, le va a ir bien a la Universidad.

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