Timing Político

La política tiene su propio Timing

Transporte Público: ¿un cuento de hadas o de terror?

 

Por: Jesús Fco. Ávila Ventura.

Hace varios ayeres disfrutaba en compañía de mis hermanos de los relatos que nos contaban nuestros padres y amigos. A mi hermano y a mí nos fascinaban los cuentos de terror, de aparecidos y tesoros escondidos en las viejas haciendas, mientras que a mis hermanas los clásicos de hadas y princesas.

Las historias siempre han estado presentes en nuestras vidas, en la adolescencia el amor y las hormonas nos orillaron a todos a cambiar la temática de los cuentos de hadas y de terror por otros un tanto más picaros, donde el doble sentido y las falacias eran más evidentes por querer sobresalir del resto de los pubertos.

Pero a partir de nuestra juventud, y hasta que la vida se nos acabe, los cuentos de hadas vuelven a nuestras vidas, pero no esos clásicos donde un lobo soplaba y soplaba y derrumbaba la casa de unos puercos, o el relato de una vieja casona donde se aparecía la llorona buscando a sus hijos, no.

Ahora los políticos, funcionarios de gobierno, líderes religiosos y dos que tres empresarios metidos a la política,  han tomado el lugar en esa mecedora y se han convertido en nuestros narradores de cuentos.

Cada sexenio nos cuentan la bella historia sobre cómo se acabara la corrupción en México, que la educación es gratuita, la economía en nuestros hogares mejorara, que la energía eléctrica, el gas y las gasolinas van a bajar gracias a una histórica reforma energética.

Pero al final de ese gobierno, se nos deja venir el cuento de terror de siempre: más desempleo, se descubren gobernadores corruptos, compradores de “casas blancas”, incremento en el índice de asesinatos, secuestros, extorsiones; y para terminar el relato de espanto, la impunidad reinante en la comisión de todos estos delitos.

Desde que tengo uso de razón, he escuchado la historia sobre la modernidad de transporte. Pero el cuento más grandes es el que gracias al incremento en las tarifas ahora si van introducir camiones nuevos propios para el transporte público, y van a desechar esas chatarras de camiones de transporte escolar que prácticamente tiran las escuelas e iglesias de Estados Unidos.

“Cuenta la leyenda” que el transporte es controlado por centrales, sindicatos y partidos políticos (en especial el PRI), y por ende, solapado desde las mismas entrañas del gobierno, siendo esta la razón por la que los transportistas solo prometen y no cumplen con la modernización, al menos no con el ciudadano, ya que a los políticos que los protegen si les pagan con servicios en campaña.

“Exigimos un aumento a la tarifa ya que han subido las refacciones, la gasolina y el diésel y ya no sale”, piden los concesionarios transportistas, “solo así podremos cambiar las unidades y brindar mejor servicio”; terminan prometiendo los mismos sujetos.

Y ¡zaz!  El gobierno estatal se los autoriza.

Pasa el sexenio, no hay renovación, al contrario, se incrementan los camiones escolares sin placas, y los viejos siguen operando con “jales chicanos”, vidrios quebrados, sin asientos o rotos, choferes cafres y suspensión del servicio desde temprana hora.

Gobiernos estatales van y vienen, unos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y otros del Partido Acción Nacional (PAN). Ambos han prometido en sus campañas que ahora si van a modernizar el transporte y acabar con la corrupción e ineficiencia imperante en este ramo. Pero no han pasado de cuentos de hadas.

Se entiende que en los gobiernos emanados del PRI esta promesa de modernización no se cumpla ya que, como lo dije, la semilla del mal está sembrada en este instituto político, pues centrales como CTM, CROC, y uniones de ruteros, están a filiados o sirven a los intereses del tricolor.

Pero ¿qué excusas pueden argumentan los gobiernos emanados del PAN? Se supone que con ellos no existe este compromiso político, no les deben ningún favor de campaña; es más, en sus spots de campaña la modernización del transporte es uno de los puntos  que más publicitan y atacan de su contrincante.

Y lo pregunto porque el actual gobierno panista de Javier Corral autorizó un incremento de hasta dos pesos a las tarifas del transporte en la entidad, esto, a pesar de contar con un transporte pésimo, ilegal, ineficiente, con choferes cafres, barbajanes y violentos, pero lo más sorprendente, bajo el mismo cuento de hadas de los concesionaros de “que ahora si van a modernizarse”.

Pese a que históricamente está comprobado que  los concesionarios de transporte  han mentido con la añeja demanda de la sociedad de la modernización, la autoridad prefirió creer en ese cuento de hadas que mantenerse firme en la condicionante de autorizar el aumento de la tarifa a cambio de la renovación de la flotilla transportista.

Víctor Estala, director de Transporte en Cd. Juárez, afirmó que se autorizó la nueva tarifa porque los concesionarios argumentaron que no podían ya absorber  el incremento del costo de los combustibles y las refacciones.

¿Y el ciudadano? ¿Acaso le preguntaron si estaba con la capacidad económica de absorber ese incremento? El Ciudadano lucha contra un aumento raquítico al salario mínimo, al incremento del recibo del agua, los precios elevados de la canasta básica, el cobro de colegiaturas e inscripciones, (que no deben existir, según los funcionarios de Educación, pero si no pagan el niño no estudia).

Pero en fin, vemos cómo a través de la vida de un ciudadano los cuentos de hadas están presentes, cómo se los cuentan para que estén en paz y no aterricen en la realidad en donde, más que en una historia de hadas, la sociedad se encuentra inmersa  en un cuento de terror.

 

TIMING POLÍTICO.

 

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