POR: RAUL GARCIA RUIZ
El pasado domingo 18 de agosto, los panistas de Ciudad Juárez tuvieron la oportunidad de elegir a su dirigente municipal para los próximos tres años. Ya les había comentado en pasados comentarios editoriales los candidatos existentes y cuál era mi pronóstico respecto a esa contienda.
Pues bien, el triunfador de la asamblea panista como se los anticipe fue Joob Quintin Flores. Un joven de 29 años, licenciado en derecho, catedrático de la UACJ, miembro de la familia Rotaria, católico comprometido con los valores familiares y con una agenda Pro-Vida. Hijo de panistas trabajadores, entregados al servicio de nuestra comunidad, que dieron sus mejores años al partido y que ahora ven en Joob la semilla de responsabilidad ciudadana germinar.
En lo personal me dio mucho gusto el triunfo de Joob, porque representa sin duda una bocanada de aire fresco y renovador a esta institución política, que está llamada a ser en la frontera de nueva cuenta la alternativa ciudadana que represente un gobierno humanista, sensible a las necesidades sociales, pulcro en el manejo de los recursos públicos y que de manera responsable priorice obras y servicios.
Su triunfo no fue sencillo, tuvo que sortear una serie de ataques y amagos por parte de sus adversarios. Sufrió la separación de 3 integrantes de su grupo inicial, los cuales no solo se separaron, sino que se sumaron con todo para vencerlo a otro de los contendientes. Esto lejos de demostrar fortaleza en el contrincante, demostró desesperación por desestabilizar a toda costa la buena marcha del proyecto de Joob.
Hubo episodios difíciles que tuvo la destreza de sortear de manera inteligente, supo conformar un equipo dinámico, entusiasta, con una visión clara del objetivo y qué hacer para obtenerlo.
Se acerco a la militancia, la visito, la acompaño, convivió con ella, lo cual le permitió tener de manera directa y personalísima no solo el compromiso del voto para el día de la asamblea, sino el pulso claro del estado de ánimo y necesidades urgentes que el miembro activo de acción nacional tiene en este momento, y que además reclama tanto de su dirigencia partidista como del gobernador emanado de sus filas (su discurso lo puntualiza claramente).
Joob no dejo nada a la suerte, trabajo, planifico y ejecuto de manera puntual y responsable cada una de las acciones que debía realizar para alzarse con la victoria. En ese proyecto cada integrante hizo su trabajo, no lo delegó, no se entrometió en el del otro, no hubo envidias, ni chismes, ni pleitos de divas o de egos. Yo platique con él un día antes de la asamblea y comentaba que obtendría 250 votos. El cómputo final le dio 252.
Si bien es cierto el resultado de la contienda, pareciera mostrarnos que hay un partido dividió en tres grupos (252, 210,203), la apreciación simplista suele ser engañosa.
Los 203 sufragios obtenidos por Sergio Acosta serán la última vez que coincidan. Trabajaron en diciembre del año pasado por la dirigencia quedando a quince votos de obtener el triunfo, lo cual los mantuvo cohesionados para esta segunda intentona. Sin embargo después de los resultados obtenidos lo natural es que sus integrantes busquen de manera personal reacomodo en algún grupo o proyecto futuro, porque ese, ahí concluyo.
El grupo que apoyo a Rubén Trejo difícilmente se mantendrá solido, sobre todo si después de este resultado se realizan algunos cambios en dependencias gubernamentales.
Joob tenía bien claro su objetivo, su área de oportunidad y fue por ella. Ahora su reto está en lograr aglutinar a estos otros dos grupos en un solo proyecto que se llama Acción Nacional, el cual anhela recuperar la dignidad y prestigio para este ya cercano 2021. A poco no?
TIMING POLÍTICO.
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