octubre 19, 2025

Timing Político

La política tiene su propio Timing

50 AÑOS DE LA MASACRE Y REALMENTE EL 68 NO SE OLVIDA.

Por: Jesús Ávila Ventura.

Justamente ayer se cumplieron 50 años de aquel hecho sangriento que involucró a un gobierno insensible  y autoritario y a miles de ciudadanos, divididos entre estudiantes, maestros, intelectuales y trabajadores, que protestaban por uno de los  derechos más básicos…la libertad

Un número aún no determinado de muertos, y cientos de desaparecidos  fue el saldo de esa represión del Estado.

Los acontecimientos que tuvieron lugar en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, representan un parteaguas en la historia de nuestro país, no solo por el luto con el que se vive ese día, sino por el legado que dejó el movimiento en las siguientes generaciones de jóvenes.

Esta fecha está inscrita en nuestra historia como uno de los peores actos de represión por parte de esferas del gobierno hacia su ciudadanía, al suscitarse la matanza de estudiantes y población en general durante un mitin convocado por el movimiento estudiantil de aquella época, el cual, surgió a partir de los actos represores del mandato de Gustavo Díaz Ordaz a la población juvenil.

Si es verdad que en la actualidad hay muchos jóvenes que no están enterados o poco les interesa recordar lo que sucedió aquel 2 de octubre de 1968, otros tantos más lo saben a medias o cuentan con información deformada, sin embargo este hecho histórico permanece en la mente de muchos más ciudadanos.

Pero, ¿por qué a medio siglo del suceso aún sigue vivo ese hecho?

Básicamente por dos razones. La primera, porque la verdad histórica y el castigo a los culpables son un tema pendiente,  y porque esa represión e impunidad siguen presentes hasta nuestros días en muchos casos, solo que ahora mezclada con la narco política, y que sigue amenazando esas libertades, ya no solo de los estudiantes, sino de toda la sociedad.

El asesinato o desaparición de cientos de periodistas críticos, de activistas políticos, de derecho humanistas y de los estudiantes de Ayotzinapa, son una pequeña muestra de esa impunidad que invade las instituciones de justicia en el país. Asesinatos que se cometen y los responsables se pierden en el mar de asesinos masivos como el narcotráfico y de la delincuencia común, sin investigar más a fondo, dentro de las mismas estructuras del poder.

Es común escuchar de la boca de algunos ciudadanos, tal vez un tanto desinformados,  pedir que se deje en paz esta masacre del 1968 pues creen que se trata de un caso ya juzgado y que solo debe quedar en la mente de la sociedad actual como un mero hecho anecdótico, y por ende, debe solo conmemorarse como una efemérides mas.

Sin embargo, es importarte puntualizarles a esas personas que aunque sea un secreto a voces que la responsabilidad de esa masacre recae en el expresidente Gustavo Díaz Ordaz, el ex secretario de Gobernación Luis Echeverría Álvarez  (aún vivo) y en el entonces secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán, entre otros; a éstos no se les ha condenado por sus crímenes.

El entonces presidente Vicente Fox Quezada, en noviembre de 2001, ordenó la creación de la Fiscalía Especializada para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) encargada del trabajo que debió realizar el Ministerio Público de la Federación, la reconstrucción histórica de los hechos y la investigación del contexto estudiantil, así como la masacre del 2 de octubre de 1968.

El juez José Mattar, del Segundo Tribunal Unitario de Circuito, luego de tres años de investigación, en 2005, ordenó la detención de Luis Echeverría con la condición de arresto domiciliario, así como el arresto de otras 55 personas.

Sin embargo, un revés judicial anuló esa sentencia. El magistrado del Tercer Tribunal Unitario en Materia Penal, Jesús Guadalupe Luna exoneró en 2009 a Echeverría pues afirmó que no existía prueba que lo inculpara por estos hechos.

Con la próxima llegada del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se espera ocurran una serie de cambios económicos, sociales y políticos. Uno de ellos es, que por fin se establezca esta verdad histórica y se someta a un juicio penal donde los responsables, vivos o muertos, sean castigados.

La sociedad demanda que el nuevo gobierno establezca esa Justicia Transicional (*) que tanto necesita México, pues así se podrá ir cerrando esta enorme herida que dejo esta matanza, y entonces, solo, así, podremos darle vuelta a la página para ya no exigir justicia, sino conmemorar el hecho y no olvidarlo nunca, pues historia que se olvida está condenada a repetirse.

 

 

 

 

(*) Justicia de transición
Conjunto de medidas destinadas a enfrentar las violaciones de derechos humanos masivas y sistemáticas, de tal magnitud y gravedad que el sistema judicial convencional no puede darles respuesta adecuada.

TIMING POLÍTICO.

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