
El Calendario Azteca
POR JACK RO
Su historia la volvieron prehistoria.
No solo fue cortado de tajo el proceso de una civilización, sino que se interrumpió el desarrollo de una cultura en su propuesta de investigación del universo. La conquista fue un sacrilegio a la vida, una colonización a la sabiduría de la humanidad, para implementar nuevos dioses y fusionar dos culturas que mestizaron el conocimiento.
Mesoamérica, no solo era la madre de los dioses, era el origen de los dioses, la dualidad hecha deidad, el modelo de civilización que fue interrumpida por rateros, vándalos, avaros, codiciosos, fanáticos, asesinos, que mancillaron su pueblo, usurpadores profanos y enfermos que destruyeron sus tesoros su lenguaje y su historia.
DOMINGO 06 OCTUBRE 2024
CD. JUAREZ, CHIH.-El Imperio Azteca se originó en el año 1325 con la fundación de Tenochtitlán, su capital, en un islote del lago Texcoco. Conocidos como mexicas, fueron guiados por su dios principal, Huitzilopochtli. Fue él quien ordenó a los mexicas fundar su ciudad en el lugar donde vieran un águila posada sobre un nopal, devorando una serpiente.
El dios de la guerra y el sol nació completamente armado y listo para defender a su madre. En la batalla que siguió, Huitzilopochtli decapitó a Coyolxauhqui y arrojó su cuerpo desmembrado por la ladera del cerro de Coatepec. Este acto simboliza la victoria diaria del sol sobre la luna y las estrellas, representando el ciclo del día y la noche.
Los aztecas eran originalmente un pueblo nómada que se asentó en el valle de México y formó alianzas con otras ciudades como Tlacopan y Texcoco, creando la Triple Alianza. La organización política y social de su gobierno era una monarquía electiva, donde el emperador (Tlatoani) era elegido por un consejo supremo llamado Tlatocan.
La sociedad estaba altamente estratificada, con una nobleza poderosa, sacerdotes, guerreros, comerciantes y campesinos. La economía se basaba en la agricultura, el comercio y los tributos de los pueblos conquistados. Cultivaban maíz, frijoles, calabazas y chiles, y desarrollaron avanzadas técnicas agrícolas como las chinampas (islas artificiales). La religión jugaba un papel central en su cultura, con numerosos dioses y rituales, incluyendo sacrificios humanos para apaciguar a sus deidades.
El arte azteca se refiere a las manifestaciones artísticas desarrolladas por la civilización azteca, también conocida como mexica, que floreció en Mesoamérica, entre los siglos XIV y XVI. El arte azteca abarca una amplia gama de expresiones, incluyendo escultura, arquitectura, pintura, cerámica, joyería y textiles, entre otros.



Los aztecas solían imponer sus propios dioses a través de la arquitectura y el arte, respaldados por ceremonias de sacrificio en lugares sagrados. El arte que producían, también conocido como arte mexica, es una de las expresiones culturales más ricas y variadas de Mesoamérica. El arte de esta civilización estaba profundamente influenciado por las culturas vecinas, como los olmecas, mayas y toltecas. Además, tenía un fuerte componente religioso y simbólico, reflejando las creencias y mitos aztecas.
Los artistas aztecas a menudo representaban deidades, rituales y elementos de la naturaleza, destacando la conexión entre lo humano y lo divino. En la pintura y los murales, utilizaban colores vibrantes y técnicas detalladas para decorar templos y edificios en los frescos de los murales a menudo representaban escenas religiosas y mitológicas. Este arte alcanzó su apogeo durante los siglos XV y XVI, cuando el Imperio estaba en su máximo esplendor, se caracterizó su arte en la escultura, eran maestros en la edificación de formas monumentales en piedra. Crearon impresionantes representaciones de sus dioses, como Huitzilopochtli y Tlaloc, así como figuras humanas y animales.
La arquitectura azteca es famosa por sus templos y pirámides, como el Templo Mayor en Tenochtitlán. La ciudad de Tenochtitlán es una muestra de la avanzada ingeniería y planificación urbana, destacándose como una de las ciudades mejor planeadas de la época precolombina. Estas estructuras no solo eran impresionantes en tamaño, sino también en su simbolismo y diseño.



Se caracterizó por sus grandes palacios y templos elaborados a base de piedra pirámides simétricas viviendas de madera y techo de palma uso de la piedra volcánica para la construcción uso del tezontle para la fabricación de basaltos y otras bases.
La arquitectura azteca poseía un innato sentido del orden y de la simetría. Los diseños geométricos y las líneas extensas eran representaciones de dogmas religiosos y del poder del Estado. La arquitectura es reconocida por su carácter monumental y su grandeza, y por servir para la veneración de los dioses.
La arquitectura es una de las expresiones artísticas más impresionantes de la civilización mexica, destacándose por su monumentalidad y su función político-religiosa, utilizaban principalmente piedra y adobe, materiales locales que les permitían construir estructuras grandes y duraderas. Sus principales construcciones fueron templos y pirámides, como el Templo Mayor en Tenochtitlán, se construían en la cima de pirámides escalonadas y eran centros ceremoniales importantes.
Los palacios y edificios administrativos, reflejaban el poder del Estado y la organización social en Tenochtitlán. La arquitectura azteca no solo tenía un propósito práctico, sino también simbólico. Las orientaciones y disposiciones espaciales de los edificios reflejaban creencias religiosas y astronómicas. Influencia de otras culturas: La arquitectura fue influenciada por culturas anteriores como la olmeca, maya, tolteca y zapoteca, lo que resultó en una fusión de estilos arquitectónicos a lo largo de casi dos milenios.
La escultura azteca también conocida como escultura mexica, no solo refleja la habilidad técnica de sus artistas, sino también la rica mitología y las complejas creencias religiosas de esta civilización, las expresiones más destacadas de esta civilización mesoamericana. Se desarrolló principalmente entre los siglos XIV y XVI y se caracteriza por su monumentalidad y su profundo simbolismo religioso y cultural.


Es una manifestación artística que busca representar a los dioses y deidades de la religión. Estas obras de arte se utilizaban principalmente para decorar los templos y otros edificios religiosos que formaban parte de rituales o ceremonias.
La tradición de la ornamentación de las imágenes de las efigies en piedra y madera comenzó con los pueblos olmecas en la Costa del Golfo. Muchas de las esculturas incorporan motivos de calaveras, simbolizando la idea de la muerte y la promesa de resurrección. Las esculturas se utilizaban en ceremonias religiosas y se colocaban en templos y otros espacios sagrados. Algunas esculturas tenían un propósito decorativo, pero siempre con un fuerte componente simbólico.
Coatlicue: Una impresionante escultura de la diosa de la tierra, conocida por su falda de serpientes y su collar de corazones humanos, cuyo nombre en náhuatl significa “la de la falda de serpientes,” es una de las deidades más importantes en la mitología mexica. Ella es la diosa de la fertilidad, la vida, la muerte y la dualidad. Su falda está hecha de serpientes entrelazadas, simbolizando la tierra y la fertilidad.
Con un collar de manos y corazones humanos, este collar representa los sacrificios humanos que se le ofrecían para apaciguar su hambre y asegurar buenas cosechas. En lugar de una cabeza humana, tiene dos serpientes que se encuentran, simbolizando la dualidad y el ciclo de la vida y la muerte.
Coatlicue es la madre de Huitzilopochtli, el dios del sol y la guerra, y de Coyolxauhqui, la diosa de la luna. Según la leyenda, Coatlicue quedó embarazada de Huitzilopochtli de manera milagrosa, lo que provocó la ira de sus otros hijos, quienes intentaron matarla. Sin embargo, Huitzilopochtli nació armado y defendió a su madre, derrotando a sus hermanos.
La Piedra del Sol, también conocida como el Calendario Azteca, es un impresionante monolito de basalto de olivino que mide 3.6 metros de diámetro y pesa más de 24 toneladas. Fue tallada por los mexicas entre 1250 y 1521 d.C. Este monolito es famoso por sus inscripciones que representan la cosmogonía mexica y los cultos solares. En su centro, se encuentra la imagen del dios solar Tonatiuh, rodeado por símbolos que representan los ciclos del tiempo según la cosmovisión mexica. La Piedra del Sol no solo muestra los días y las eras, sino también los movimientos de los astros y los ciclos de 52 años que eran fundamentales para los mexicas.



La escultura de Coyolxauhqui y Huitzilopochtli son figuras centrales en la mitología mexica, y su historia está llena de simbolismo y drama. Coyolxauhqui era la diosa de la luna y hermana de Huitzilopochtli. Su nombre significa “la adornada de cascabeles” en náhuatl. Según el mito, Coyolxauhqui lideró a sus hermanos, los Centzon Huitznáhuac (los cuatrocientos surianos), en un intento de matar a su madre, Coatlicue, quien había quedado embarazada de Huitzilopochtli de manera milagrosa.
El monolito de Coyolxauhqui, encontrado en el Templo Mayor de Tenochtitlan, muestra a la diosa desmembrada y es una de las piezas más importantes del arte mexica. Las características principales de los materiales y técnicas utilizadas eran piedra en la mayoría de las esculturas que se realizaron, incluyendo basalto, andesita y otras rocas volcánicas, también se usó terracota para crear figurillas más pequeñas, especialmente en contextos domésticos y rituales. Muchas esculturas representaban deidades y figuras mitológicas, como Huitzilopochtli, Tlaloc y Coatlicue. Esculpían animales, plantas y elementos astronómicos, reflejando su conexión con la naturaleza.


La cerámica azteca era altamente decorada y funcional. Incluía vasijas, platos y figuras que a menudo tenían fines rituales. En la orfebrería eran hábiles en el trabajo con metales preciosos como el oro y la plata. Creaban joyas, adornos y objetos ceremoniales utilizando técnicas avanzadas como la cera perdida.
La orfebrería azteca es una de las manifestaciones artísticas más impresionantes de la cultura mexica. Trabajaban principalmente con metales preciosos como el oro y la plata, creando joyas y ornamentos que no solo eran estéticamente bellos, sino también cargados de simbolismo y poder. Utilizaban el oro y la plata, a menudo combinados con piedras preciosas como el jade y la turquesa.
Entre las piezas más comunes se encontraban: Narigueras que eran adornos para la nariz, pectorales en placas decorativas para el pecho, tocados en adornos para la cabeza, brazaletes y pulseras, utilizados tanto por hombres como por mujeres. Estas piezas no solo eran decorativas, sino que también tenían un propósito ritual y simbólico, reflejando la habilidad técnica y la riqueza cultural de los aztecas.
La cerámica de esta civilización es un legado cultural valioso de México. Algunos elementos destacados de la cerámica azteca incluyen: Vasijas decoradas con figuras antropomorfas y zoomorfas. Platos y cuencos de diferentes tamaños y formas. Esculturas de deidades y personajes importantes. Calendarios y representaciones del tiempo. Objetos ceremoniales y rituales. La cerámica azteca es una manifestación artística fascinante que combina belleza y funcionalidad.
Los artesanos crearon una amplia variedad de objetos cerámicos, desde utensilios cotidianos como ollas y vasijas hasta piezas ceremoniales y rituales, dominaban una amplia gama de técnicas y diseños cerámicos. Podías encontrar desde vasijas simples hasta intrincados objetos rituales. La cerámica a menudo estaba decorada con motivos simbólicos que representaban elementos de la naturaleza, deidades, símbolos religiosos y aspectos de la vida cotidiana. Cada pieza tenía un propósito específico y transmitía un mensaje cultural o espiritual.
Las vasijas ceremoniales se utilizaban en rituales religiosos y ofrendas a los dioses, mientras que otras piezas eran esenciales para la vida diaria, como ollas y platos para preparar y contener alimentos. Los alfareros modelaban el barro y lo cocían en hornos para endurecerlo. La decoración era una parte crucial del proceso, añadiendo significado y belleza a cada pieza, no solo servía como un medio de expresión artística, sino que también proporciona información valiosa sobre la vida y las creencias de esta civilización.
Hoy en día, estas piezas son tesoros arqueológicos que nos permiten entender mejor la rica cultura azteca.
Los códices aztecas son documentos prehispánicos que contienen información sobre la cultura y la historia de los aztecas. En total, se pueden contar alrededor de 23 códices prehispánicos. Los códices aztecas son manuscritos pictóricos que los antiguos aztecas utilizaban para registrar su historia, mitología, conocimientos y aspectos de su vida cotidiana. Estos códices eran elaborados principalmente en papel amate (hecho de corteza de higo) o en piel de venado.
Algunos de los códices más importantes incluyen: Códice Borbónico: Es uno de los códices más conocidos y fue escrito por sacerdotes españoles poco antes o después de la conquista de México.
Contiene información sobre el calendario azteca y sus adivinanzas.
Códice Mendoza: Este códice fue creado para el rey de España y documenta la historia de los aztecas, su organización social, y los tributos que pagaban las diferentes provincias del imperio. Códice Fejérváry-Mayer: También conocido como Códice Pochteca, este manuscrito contiene información sobre la cosmología y los rituales religiosos de los aztecas.
Estos códices son una fuente invaluable para entender la cultura y la sociedad azteca, ya que combinan elementos pictográficos con textos en náhuatl y, en algunos casos, en español o latín.
El Imperio Azteca alcanzó su apogeo en el siglo XV, pero fue conquistado por los españoles liderados por Hernán Cortés en 1521



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