POR: VERÓNICA SALDAÑA
Sin duda debo comenzar por aclarar que por más que esté en desacuerdo con la caravana migrante proveniente de Honduras y países centro y sur americanos, tengo que reconocerles que el hecho de caminar esos cientos de kilómetros y exponerse del modo que lo están haciendo es un acto que en cualquier parte del mundo se calificara de osado, arriesgado y valiente.
No es la primera vez que el mundo es testigo de este tipo de éxodos. El más reciente es el de los Sirios, que han huido a países cercanos con motivo de la guerra civil en su país.
Ciertamente como han escrito tantos poetas y cantantes en algún punto de la humanidad, las fronteras deberían ser olvidadas, convertirse en referencias de direcciones y toda la humanidad completa sin importar su lugar de residencia debería gozar de los mismos recursos y derechos que el ciudadano mas privilegiado. Sin embargo, creo que la raza humana está muy lejos de alcanzar el sueño de Lennon.
Y mientras ese sueño sigue esperando dormido, el mundo se divide en razas y clases, algunas con mucha hambre.
Es terrible, desesperante y frustrante vivir en la pobreza y la violencia como muchos de los ciudadanos de esta caravana. Y es peor saber que la situación que se vive en tu país es propiciada por los gobiernos corruptos. Que hay cientos de personas que sufren su diario vivir cuando estos dirigentes y encargados del orden viven muy felices con lujos y sin miedo.
El miedo con el que vive el ciudadano de a pie, al que es sometido por individuos que igual que él sufren de carencias alimenticias y de salud pero que deciden que si su país no les da entonces lo arrebatarán al que sea y como sea.
Con todo este caldo de cultivo, es entendible su negativa a seguir viviendo en esa situación. Los mexicanos y los juarenses lo hemos vivido día a día. Bajo estas condiciones lo más lógico suena emigrar a mejores tierras.
Y es Estados Unidos de Norteamérica precisamente el pedazo de tierra más privilegiado económicamente de la actualidad. Es la tierra de Mickey Mouse donde muchos quieren llegar y vivir, poder comprar una troca como las de los anuncios y olvidarse de la violencia y pobreza de sus países.
Y son muchos los que ponen en riesgo su vida y su seguridad con tal de llegar a USA; y desgraciadamente, algunos la pierden.
Parte de mi primera queja siempre ha sido ¿Por qué algunas personas simplemente deciden que su única posibilidad es irse a USA? ¿Por qué esos mismos ciudadanos que en algún punto marcharan tan decididamente en USA por lograr un acuerdo migratorio que les permita permanecer de manera legal en ese país no lucharon con esa misma ferocidad en sus países? ¿No es igual de digno cualquier país como el poderoso USA? ¿Acaso no es mejor estar en familia que en una casa donde se es incómodo, por decir lo menos?
Estados Unidos de Norteamérica no se hizo en un día y tampoco nos robaron parte de nuestro territorio en un día. USA es un país que se ha forjado una historia y una economía con base en su esfuerzo propio. Aun cuando pueda ser acusado de un país tirano, bélico e invasivo ha logrado un estatus económico que no tiene ninguna otra nación en la actualidad. Todos sabemos que la historia americana está llena de migrantes de todas las razas y todas las naciones; pero parece que ya llenaron la cuota y ya no quieren más. Y no podemos culparlos ni satanizarlos por no querer recibir más migrantes y menos de la forma que lo pretende hacer esta caravana.
Yo no conozco a una sola familia que haya decidido dar la riqueza que generan con su trabajo a otra familia que esté en desventaja, aun cuando la familia en desventaja le dijera que no ha tenido las mismas oportunidades que ellos. Y suponiendo que la familia de privilegiados fueran grandes samaritanos y diera parte de sus recursos económicos, dudo mucho que aceptaran si los necesitados llegan a su casa rompiendo sus rejas y exigiendo derechos que no les pertenecen.
Esta caravana migrante ya lo hizo con la frontera sur mexicana. Derribaron, invadieron, están representando costos para la de por si pobre y corrupta económica nacional.
El gobierno actual a sabiendas de que ya se va; y el entrante enarbolando la bandera del pueblo hermano les está permitiendo pasar libremente sabiendo que el gobierno estadounidense les cerrará sus puertas. Los gobernantes mexicanos no están atendiendo las necesidades de su propio pueblo, pero como la moda es ser políticamente correcto entonces no han movido un solo dedo para detener el paso ilegal de estas personas. Tienen miedo de que la prensa moralmente correcta los censure. Sin embargo, ni ellos ni la prensa ni los intelectuales alentadores de estos movimientos han dicho a cuantos inmigrantes recibirán en sus casas una vez demostrado que las fronteras de USA no se abrirán para ellos.
El propio gobierno hondureño, así como de las restantes nacionalidades no han dicho como piensan ayudar a su pueblo una vez concluida su marcha en estas tierras fronterizas mexicanas.
Estas personas están exponiendo por decisión propia su integridad, su salud, sus vidas, así como las de sus pequeños hijos por una causa que tal vez no logren.
Pero desde mi punto de vista muy personal uno debe pelear en su casa, en su país, por lo que es justo y correcto. Se debe de exigir a los gobernantes que cada pueblo eligió el cumplimiento de su deber, vigilar que los recursos sean repartidos de manera justa y equitativa, se debe ayudar al prójimo, al más necesitado, no promover de ninguna manera la injusticia. E insisto en que todas las luchas empiezan con uno mismo con su gente. Y esta lucha interna debe tener la misma vehemencia que se tiene al migrar.
Es un hecho que transformar naciones pobres requiere de grandes esfuerzos y sacrificios; tal vez haya vidas que se pierdan en la contienda, pero valdrá la pena porque nunca más nadie tendría que migrar por hambre ni mucho menos invadir tierras donde no se es bien recibido.
No es xenofobia ni discriminación el no querer que nuestro país sea usado como camino de segunda, invadido y que nuestros recursos se destinen a extranjeros cuando los nativos no los reciben. Y mucho menos ver esos brotes de violencia por parte de estos migrantes en su afán de llegar al país vecino.
Cuando la raza negra de USA decidió no permitir más el abuso y discriminación que sufría en su propia casa no huyeron a otro país; marcharon y lucharon por sus derechos en su tierra. También tuvieron una guerra civil que abolió la esclavitud. Todo eso desde dentro. Lograron sus victorias y cambiar la historia de su país enfrentándose a los poderosos de su nación.
No es obligación del vecino rico de la cuadra alimentar a la esposa e hijos del vecino pobre.
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