¡DE LAS MALVADAS Y BENDITAS RUTERAS!

POR: VERÓNICA SALDAÑA

Yo sé que al pronunciar la palabra rutera y/o vive bus muchas personas inmediatamente sentirán rechazo, molestia y hasta comezón de solo pensar en subirse.  Y bueno, puede que tengan razón. Pero también hay un gran sector de la población que por angas o mangas se ve obligado a usarlas del diario u ocasionalmente; incluyéndome.

Hace algunas semanas que me quede a pie y sufrí las de Caín para poder subirme a una ruta. Me quedé a un clic de decirle que si a cierta aplicación de transporte en mi teléfono cuando por fin sucedió la magia y un camión se paró y me pude subir. Cabe mencionar que estuve más de media hora esperando y ni pasaba una ruta donde cupiera, y ni bajaba la tarifa de ya saben que compañía. Llegue a la parada oficial del transporte con el ultimo rayo de sol y ahí me cayó la noche, estaba desesperada y caminar no era opción; pero al final, ¡me salvo una rutera!

Pensaran: “que coda”, y si, la verdad sí, no me parecía pagar 111 pesos por un traslado de 10 minutos cuando podía obtener el mismo traslado por 8 pesos; aunque claro está, totalmente incomoda. Me subí y me pude acomodar en el penúltimo escalón del camión únicamente resguardada por el chalan del chofer y una de las “edecanes” que siempre llevan en tan recurridos viajes.

¡Y va la cantaleta de siempre! no hay suficientes unidades, no hay horarios establecidos, no hay medidas de seguridad, no hay ni una pizca de preocupación de las autoridades ni un ápice de vergüenza de los encargados de regular este servicio. ¡Les vale, soberanamente les vale!

Y todavía el alcalde de esta H Ciudad anda ya preparando su campaña para gobernador…la burla en toda la extensión de la palabra.

Y en el mismo tenor, pero peor todavía.

Debido a las grandísimas medidas de seguridad de nuestro terruño (sarcasmo on) y a el terror y violencia que la delincuencia organizada ha venido plantando en el muy exitoso desarrollo de sus empresas, pues ya prácticamente se ha extinguido el servicio nocturno de las pocas unidades que hace algunos ayeres todavía lo daban.

Cuando yo estaba en la preparatoria y universidad todos los días iba en ruteras, durante varios años mi hora de salida fue a las 9.00 pm pasadas y vivía lejos de los centros escolares a donde acudí, pero aun con la inseguridad que reinaba en la ciudad (porque era la época donde más sonaba las muertas de Juárez) y el miedo que era normal en una jovencita sabía que iba a encontrar una rutera para poder llegar a mi casa. Eso sí, tardaba mucho en salir, hacia base hasta que se llenara. A  veces iba  gente ingiriendo alcohol y otras de plano ya iban borrachas, otras ocasiones pues hasta alguien drogándose. Pero también iban algunos estudiantes, éramos muy pocos, escasos 2 o 3 y por supuesto gente trabajadora.

Pero hace poco descubrí que ese transporte que yo tomaba ya no existe por las noches. ¿Por qué? Aunque no les he preguntado ¿A que lo atribuyen ustedes?, yo, a la violencia, a la delincuencia, al cobro de cuota, a los asaltos a diestra y siniestra.

Lo que significa que si algún joven con muchas ganas de estudiar, habitante de las zonas marginadas de la ciudad y que no posee auto propio ni familiar pues no tendrá demasiadas opciones sino es que ninguna para acudir a clases y poder salir de noche. Porque pues tampoco es mucha opción que haya escases de escuelas las cuales se ven forzadas a ofrecer dos turnos para poder cubrir la demanda de estudiantes.

No creo que nuestros flamantes gobernantes (Alcalde y Gobernador) ni a el Congreso Estado se encuentren  preocupados por saber el número de personas que por necesidades escolares, laborales o inclusive personales tienen la necesidad de un transporte nocturno o que inclusive renuncien a realizarlas porque no tendrán como volver a su casa a cambio de un costo que ellos puedan pagar.

Y habría que agregarle a la lista de quejas el caso de los ancianos, personas discapacitadas o adultos con niños que necesitan un transporte que les brinde la seguridad y comodidad que ellos merecen.

No sé cómo pueden las autoridades ser tan cínicas y apáticas a tan grave problemática ciudadana y todavía tener el cinismo de pedir el voto a los juarenses.

Y como cerecita del pastel agreguémosle el pésimo servicio de los concesionarios y a los mismos ciudadanos que no respetan los asientos para personas especiales, a los que auspiciados por el amontonamiento acosan mujeres y roban bolsas, celulares y carteras.

Pero mientras estos gobernantes deciden apiadarse de nosotros, no nos queda de otra más que seguir sorteando esta plaga mal  llamada Transporte Publico.

TIMING POLÍTICO.

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