Por: Verónica Saldaña Castañón
Hace días fui al Seguro Social muy de mañana, me dirigía a entrar por la puerta de atrás, la de emergencias, por donde entran varios empleados y también pacientes. Delante de mi caminaban algunas personas y una mujer que hacia bastante ruido con sus tacones; todos me rebasaron y los perdí de vista, excepto a ella, que solo iba a escasos 4 pasos delante de mí.
Todo hubiera seguido normal de no ser porque justo a un cortísimo metro de la rampa de acceso se cayó un señor. El golpe fue fuerte, se oyó rudo. Se resbalo de un tipo de silla/andador con ruedas.
Lo indignante del asunto fue que la mujer que iba enfrente de mí solo volteo y vio la escena como si se hubiera caído un bote y siguió de largo sin importarle un comino que el hombre en cuestión lucia bastante enfermo y que estaba siendo auxiliado por una señora y un señor que no se veían ni jóvenes ni muy fuertes. Así que yo que tampoco soy muy fuerte me detuve a ayudar.
Desconozco si dicha fémina era una paciente o una empleada del seguro, pero para el caso de su apatía y falta de humanidad da igual.
En verdad me molesto mucho ver su actitud y entender que es la misma que una gran mayoría de la población tiene en la actualidad.
Quienes no han visto alguna noticia de desgracia donde se puede ver que alrededor hay quienes están como unos soberanos idiotas solo grabando con su celular. El caso puede ser cualquiera; un accidente, una riña, un asalto, etc. Y si hablamos de una caída o golpe accidental pues no faltara el subnormal cuya única reacción sea burlarse a carcajadas. Algunas personas cuentan con un morbo enorme aunado a su indiferencia.
Hace un buen tiempo me toco estar formada en un cajero y adentro había una rata que estaba muriendo tal vez por ingesta de veneno. El caso es que había gente encantada grabando al animal que ciertamente no se movía ni chillaba ni nada, solo estaba arrinconada respirando. Y me pregunte cual era el placer que les causaría ver el video después y la verdad es que no encontré una respuesta, no entendí el motivo de la grabación. Y no estoy diciendo que tuvieran que ayudar a la rata.
Creo desde un punto de vista muy personal que estamos en una época de ensimismamiento donde solo importa “mi tiempo y mis prioridades”. Por ejemplo, si alguien batalla para subir a la ruta pues simplemente se le empuja, si alguien se queda con su auto descompuesto en la calle pues se le toca el claxon como loco en vez de “darle un push”, si a alguien se le cae su dinero sin darse cuenta se le roba en vez de avisarle y así otros ejemplos.
Y ciertamente la indiferencia humana por el sufrimiento ajeno no es nueva, solo habría que darles una ojeada a algunas películas del cine de oro mexicano y ver que sucedía lo mismo en una época que se ha idealizado como un tiempo donde aún había valores en la sociedad. Ejemplos: Los Olvidados, Una Golfa.
Básicamente los problemas son los mismos solo que al haber más gente se hacen más visibles.
Pero tal vez no todo este perdido pues ese mismo día vi que dos pacientes cayeron en desmayos y las personas que estaban cerca se apresuraron a ayudar. Así como hay buenos hay malos. Y como dice una conductora de radio “somos más los buenos”. Ojalá que esos buenos aparte de ayudar contagien a los malos de su amabilidad.
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