octubre 20, 2025

Timing Político

La política tiene su propio Timing

LA MISERIA DE ALGUNOS EMPRESARIOS MEXICANOS.

Por: Jesús Ávila Ventura.

 

Ser vecinos de los Estados Unidos no siempre es bueno, pues es un país con un gran desarrollo económico, político, bélico y en educación muy difícil de igualar, sobre todo si se le compara con nuestro amado país. Y no señores, no soy malinchista.

México también es rico en cultura, y más que nuestros vecinos los güeros. También muy favorecido en sus recursos naturales con su petróleo, grandes bosques, selvas, mares, etc. Entonces, ¿por qué estamos más fregados que los norteamericanos? Déjame responderte: Por la educación, por nuestra Idiosincrasia.

Desde luego que no todos los mexicanos encajamos dentro del estereotipo del ranchero con sobrero grande, dormido bajo un cactus; ni todos somos los gandallas y aprovechados como se pinta al clásico chilango de la Ciudad de México. Pero si lo son muchos de los que están en un puesto político, en un lugar con poder de decisión, o cuenta con los recursos y fuerza suficiente para imponerse por encima de los demás.

Pero no hablaré de la corrupción y la prepotencia, que también forma parte de la idiosincrasia de esos malos mexicanos, sino que tocaré otra característica que se ha puesto de moda e intensificado, sobre todo en la última década: la miseria de algunos empresarios mexicanos. Y aquí es donde entra el comparativo con los Estados Unidos.

Amigos fronterizos, ¿Les ha tocado ir a un centro comercial en El Paso, Texas y tener que pagar por estacionar su carro mientras hacen sus compras ahí? Desde luego que no, porque el cliente los está beneficiando con su compra. El contar con un espacio amplio, seguro y por el tiempo necesario, es el plus que ofrece el empresario norteamericano a sus clientes.

En cambio en el centro México tienen años algunos empresarios comercializándolo todo, el estacionamiento por ejemplo, cosa que no se conocía en nuestra amada ciudad (ya que los juarenses estamos cortados más al estilo gringo), pero solo bastó que llegara una de esas empresas foráneas y viera la tierra virgen para imponer su agandalle, para que luego siguieran su ejemplo otros avariciosos empresarios.

En Estados Unidos son ya tradicionales sus ventas del viernes Negro o Black Friday, en la cual por un día entero los empresarios ofrecen ventas con grandes ofertas que llegan a ser en promedio del 40 % y hasta un 50 % de descuento sin condiciones, en ropa, artículos electrónicos, etc. Amen, de que allá no sufres por cambiar algún producto, solo con mostrar tu ticket  lo puedes hacer.

En cambio, acá en Cd. Juárez  se implementó un evento anual para contrarrestar las ventas del viernes negro, a la cual llamaron pomposamente como “El Buen Fin”, mas son pocos los empresarios que participan con buenas ofertas, porque si los hay; sin embargo, la mayoría dejan ver su miseria empresarial y los descuentos que ofrecen van del rango del 5 al 30 %, algunos lanzan ofertas del 40 %, pero condicionadas a la compra de tres piezas, o se dan en ropa que ya tenían en remate  por fin de temporada o porque no se vendían. El resto consiste en ventas a crédito a meses sin intereses.

Pero el colmo de la miseria de estos malos empresarios lo vemos en el cobro por utilizar los baños públicos de las centrales de autobuses, y hasta de algunas plazas comerciales, como la de la Plaza Catedral, en donde hasta contrato hacen para concesionar el servicio sanitario que se cobra a clientes y a los mismos locatarios.

En fin, son tantos los casos en donde estos malos empresarios muestran su miseria, que es imposible no hacer el comparativo con nuestros vecinos del norte sin parecer malinchistas.

Señores empresarios, si no quieren que se les vayan los clientes al Black Friday o al Cielo Vista Mall, dejen atrás su miseria y sean justos con sus clientes; no maten a la gallina de los huevos de oro. Las manifestaciones, plantones y demandas legales interpuestas por la ciudadanía les están dando un aviso; de no escucharlo, ustedes serán los que al final sufrirán las consecuencias.

TIMING POLÍTICO. 

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