
POR: DR. VICTOR GARCIA MATA.
Ahora que estamos en la Semana Santa, los alimentos típicos están listos para ser comidos, entre ellos la capirotada, alimento rico que es una revoltura de aromas, sabores, colores, muy popular entre la población. Este mismo alimento lo relaciono con la política actual, en especial en los procesos de selección de candidatos a diferentes puestos de elección popular en el partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). La selección dentro de ese instituto político es una auténtica capirotada donde han sido escogidos candidatos de corrientes políticas muy diversas. En cuanto a diputaciones locales y federales su dirigencia nacional incorporó con todo pragmatismo personajes impresentables, cartuchos quemados en la política, en declive por sus deshonrosas actuaciones en la política local.
En este mes de marzo se han asignado los diferentes candidatos, violándose las más elementales reglas del decoro y honradez, al ser asignados para diferentes puestos políticos de muy dudosa reputación.
Iniciaremos con los panistas. En el distrito 10 local quedo María Antonieta Pérez Reyes, personaje venido del ámbito empresarial, consejera electoral, diputada por el Partido Acción Nacional, así como candidata a la presidencia municipal de Ciudad Juárez por el mismo instituto político, donde no logró el triunfo. Personaje que va de un lado a otro, viendo donde acomodarse, y siempre buscando posiciones de poder político. De allí salta a la administración municipal independiente de Armando Cabada en el puesto de la Dirección de Desarrollo Social. Ahora Pérez Reyes será la candidata de Morena y su nominación causó mucho malestar entre la lastimada militancia, que se considera humillada por ese caso y otros que a continuación detallaré.
Además de la candidata antes mencionada, esta vez como producto de la negociación o “cordial invitación” de la dirigencia nacional de Morena, el alcalde con licencia Armando Cabada fue colocado en el tercer lugar en la lista de diputaciones plurinominales, lo que equivale a asegurar que prácticamente será próximo legislador morenista. El también ex conductor de noticias es muy conocido por sus conflictos de intereses en los negocios de su televisora con el municipio, además de violencia de genero contra las regidoras y actualmente está señalado en la nómina secreta del exgobernador César Duarte, que aunque regresó el dinero que en su tiempo recibió, el delito lo cometió pese a no tener un proceso penal.
En las diputaciones federales quedó Daniel Murguía Lardizábal, de la familia histórica de los Murguía que han incursionado tanto el Partido Acción Nacional como en el Revolucionario Institucional siendo su más conocido representante el “Teto” Murguía que fue alcalde dos veces. Desde mi punto de vista no tendría mucho que ver el apellido, si no el hecho de que el nominado ya había sido diputado local por el PRI, y esto para muchos morenistas representa otra negociación no tanto con la persona en sí, sino con el grupo familiar y el clan político que este personaje representa. Cabe recordar que además de Teto está Luis Alfredo Murguía Lardizábal, exdiputado local por el PRI, y por parte del PAN, Alfonso Murguía Chávez, entonces precandidato del PAN a la alcaidía de Ciudad Juárez, y Alfonso Murguía Valdez, este último representante del gobierno estatal –panista- den Ciudad Juárez en 1992 a 98.
Dentro de estos impresentables se ha mencionado insistentemente la incorporación de Adriana Terrazas, exdirigente del PRI local, además de senadora y diputada por dicho partido, a quien se le posiciona en una candidatura a diputada plurinominal, aunque todavía no es oficial esto.
Las demás candidaturas las tiene gente de Morena tanto en diputaciones como regidurías y sindicatura, aunque incorporando a personajes de otros partidos producto de la alianza electoral con el Partido del Trabajo y el partido Nueva Alianza Chihuahua.
Esto a nivel local, en otras ciudades del estado, también hay una molestia mayúscula en la militancia, al candidatearse personajes obscuros y oportunistas. Tal es el caso del ex panista Carlos Borruel y de Marco Quezada, un ex priista que va por la alcaidía de la ciudad de Chihuahua…
Es todo un batidero en el que, lastimosamente, se deja fuera a grandes sectores de la militancia que habían hecho trabajo previo en las colonias, sindicatos, instituciones educativa, campesinas, y una gran labor desde abajo, siendo todos ellos y ellas relegados por la dirigencia nacional y convertidos en meros apoyadores de candidatos recién incorporados, quienes siempre discreparon de la izquierda y de los planteamientos de Morena. Ahora estos personajes impugnados por las bases están en lugares privilegiados, desplazando a los verdaderos morenistas, por así decir, ideológicos.
La dirigencia nacional de Morena ha hecho esta capirotada pragmática con las que se busca, a toda costa, ganar elecciones, al tiempo que faltándole el respeto a la militancia. La presidencia de Mario Delgado y el grupo dirigente de Morena están invitando como sus representantes a lo más nefasto de la política, tal y como lo vimos en los ejemplos anteriores. El planteamiento que se percibe es cortoplacista: ganar las próximas elecciones. Sin embargo, el peligro de que Morena, sea a futuro quizá un PRI o PAN más, o Prian, pero menos Morena, con el consiguiente regreso del nefasto y corrupto neoliberalismo, es una posibilidad y un escenario que no se debería descartar.
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