POR: GIL MIRANDA.
En el libro “4000 años de controles de precios y salarios”, escrito por Robert Schuettinger y Eamonn Butler, de 265 páginas, los escritores hicieron un análisis sobre las consecuencias de controlar la economía y la intervención del gobierno en diversas culturas y épocas. La planificación controlada y el control económico, evidentemente, fracasó en todas las etapas de la historia y en todos los países en donde se implementó.
En Egipto, durante la dinastía Lagid en el año 306 antes de Cristo, los trabajadores se vieron sometidos por el gobierno a cumplir con la “Ley de Bronce” que indicaba que ningún salario podía subir por encima de lo que era necesario para cubrir con las necesidades básicas para vivir. Y hasta el día de hoy, hay países en donde esto pasa: Venezuela, por mencionar uno.
Con la incertidumbre generada hasta el momento, parece complicado que los inversionistas traigan su dinero a México, por lo cual difícilmente se va a generar empleo y muchas personas terminarán en la economía informal o incluso, en el desempleo estructural, es decir personas que no recuperarán sus puestos de trabajo.
Yendo todavía más allá, quienes puedan y tengan la posibilidad de trabajar en el extranjero, seguramente lo harán pues además del control salarial que se está imponiendo en el gobierno, han declarado que también deberían controlarse los salarios en las empresas para alinearse a las políticas de austeridad gubernamental en el país.
En Argentina, para las elecciones presidenciales de octubre del 2019, José Luis Espert, del Partido Libertario, será candidato a la presidencia; un país hundido económicamente debido a la corrupción, debido a los altos impuestos y regulaciones, debido a la deuda del gobierno por la gran cantidad de funcionarios públicos y debido al enorme gasto del gobierno por la construcción de obras públicas absolutamente innecesarias.
José Luis Espert es uno de los economistas latinoamericanos más brillantes de la actualidad, tiene una licenciatura en economía y dos maestrías, una en economía y otra en estadística. Es considerado de pensamiento libertario clásico, esto significa que defiende el libre mercado y la competencia empresarial para generar riqueza, con la mínima intervención del gobierno y el recorte del gasto público y de funcionarios públicos.
Argentina dejó de ser un país rico para ser un país pobre, era una potencia; hace 123 años, alrededor de 1895 fue el No. 1 en PIB per cápita, es decir el país con mayor ingreso por habitante del mundo, por arriba de Estados Unidos. Las familias que llegaban a América desde Europa no lo hacían hacia Nueva York, lo hacían hacia Buenos Aires, una ciudad con prosperidad económica e intelectual; un país que ha sido también una potencia industrial, deportiva y artística.
México debe mirar a Sudamérica, aunque sea por curiosidad. Actualmente, Chile es una economía próspera que ha reducido la desigualdad considerablemente; en Brasil, un país que se ha visto envuelto en corrupción con altos índices de violencia, el recién nombrado presidente Jair Bolsonaro, ex militar de ideas radicales, ha declarado que en la economía el país se abrirá al comercio y dará seguridad a las empresas y en Argentina, si gana José Luis Espert, el país también se abrirá al mundo.
Argentina fue “caballo ganador” y sabe cómo volver a serlo. México siempre ha sido “caballo perdedor” y no tiene ni idea de cómo ganar.
Más historias
Reflexión sobre la crisis del arte contemporáneo
JUSTICIA DIGITAL
Agua que sí ha de beberse