POR: GIL MIRANDA
En julio del 2017, Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, pronunció un discurso durante el foro económico de Hungría diciendo: “Ustedes creen que la tecnología es lo primero. Ustedes piensan que los matemáticos e ingenieros en computación, ingenieros mecánicos o médicos son lo primero. Son muy importantes, pero no son lo primero, son lo segundo, y se los demostraré: había un país que tenía los mejores matemáticos, los mejores físicos, los mejores metalúrgicos del mundo, pero ese país era muy pobre, se llamaba la Unión Soviética. Pero cuando se llevaron a esos matemáticos o físicos, los sacaron y los transportaron en un avión, se los llevaron a Palo Alto y en dos semanas ya estaban produciendo valor agregado que a su vez producía una gran riqueza. Lo primero son los mercados. Si tienen una gran tecnología sin mercados, sin una economía favorable al mercado, no llegarán a ninguna parte, pero si tienen una economía amigable con el mercado, tarde o temprano las fuerzas del mercado les brindarán la tecnología que desean”.
Palo Alto –lugar nombrado por Benjamin Netanyahu– es una ciudad que se encuentra en California, Estados Unidos, a donde han llegado una gran cantidad de personas de todo el mundo y de todas las áreas del conocimiento para trabajar y generar alto valor (riqueza); actualmente el producto interno bruto per cápita (o ingreso promedio por habitante) de Estados Unidos es de $59,531 dólares y desde 1970 ha sido considerado dentro del primer grupo de los países económicamente libres, ahora ubicado en el lugar 6. Por otra parte, Israel –país del cual es primer ministro Benjamin Netanyahu– tiene un producto interno bruto per cápita (o ingreso promedio por habitante) de $40,270 dólares y de 1970 a 1990 era considerado dentro del cuarto grupo de los países económicamente libres (el nivel más bajo, aplicable a dictaduras), en 1995 subió al tercer grupo, en el 2000 subió al segundo grupo, en el 2013 subió al primer grupo, en el 2014 bajó al segundo grupo (retrocedió muy poco), en el 2015 subió al primer grupo (recuperó lo poco que había retrocedido) y ahora se ubica en el lugar 38 de los países con mayor libertad económica.
En el 2006, The Heritage Foundation publicó un texto llamado ‘How Chile successfully transformed its economy’ en donde entrevistaron a Hernán Büchi Buc, quien fue ministro de finanzas en la década de los 80, durante los últimos años de la dictadura militar de Augusto Pinochet. El texto habla de las reformas que hizo el gobierno chileno, pero básicamente habla de cómo el país se abrió al mundo para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Actualmente Chile es el mejor país del continente americano, solo por debajo de Estados Unidos y Canadá; en 1970 era considerado dentro del cuarto grupo de los países económicamente libres (el nivel más bajo, aplicable a dictaduras), en 1980 subió al tercer grupo, en 1985 subió al segundo grupo, en 1995 subió al primer grupo, en el 2000 bajó al segundo grupo (retrocedió muy poco), en el 2002 subió al primer grupo (recuperó lo poco que había retrocedido) y ahí se ha mantenido. Actualmente Chile tiene un producto interno bruto per cápita (o ingreso promedio por habitante) de $15,346 dólares y ahora se ubica en el lugar 15 de los países con mayor libertad económica.
Seguramente es injusto comparar a México con Estados Unidos porque Estados Unidos prácticamente desde su fundación ha sido una potencia, o quizá también sea injusto comparar a México con Israel porque Israel se ha visto envuelto en conflictos bélicos y ha desarrollado armas nucleares. Pero a México sí se le puede comparar con Chile y la realidad es que Chile ha pasado a México como un avión a una tortuga renga. Actualmente Chile casi duplica el producto interno bruto per cápita (o ingreso promedio por habitante) de México que es de $8,902 dólares; en 1970 México era considerado dentro del segundo grupo de los países económicamente libres, en 1980 bajó al tercer grupo (retrocedió muy poco), en 1990 subió al segundo grupo (recuperó lo poco que había retrocedido), en el 2000 bajó al tercer grupo (volvió a retroceder muy poco), en el 2004 subió al segundo grupo (recuperó lo poco que había retrocedido), en el 2005 bajó al tercer grupo (volvió a retroceder muy poco), en el 2016 subió al segundo grupo (recuperó lo poco que había retrocedido) y ahora se ubica en el lugar 82 en el índice de libertad económica.
El “mercado” es el intercambio (compra y venta) de productos y servicios, en donde quien vende triunfa y quien no vende quiebra, y en el “mercado” hay calificadoras de riesgo quienes indican lo viable que es invertir en una empresa o país con mayor o menor seguridad de retorno de la inversión (ganancias). Bueno, pues en los últimos 3 meses, las calificadoras Standard & Poor’s y Fitch Rating le bajaron la calificación a México, pero no solo por las malas decisiones, sino por la mala tendencia que existe para seguir tomando malas decisiones. Joydeep Mukherji, analista de Standard & Poor’s ha dicho públicamente que México está aprovechando el crecimiento económico de Estados Unidos pero la preocupación hacia México es que se visualiza un panorama complicado para invertir, lo que frenará el crecimiento económico y la creación de empleos. Sin embargo, en México hay quienes no creen en el poder del “mercado” pero el “mercado” manda. Es lo que hay.
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