
MARTES 16 SEPTIEMBRE 2025
Mire nada más quién volverá a la pista de baile político: nada más y nada menos que el ex rector de la UTCJ, Guillermo José Álvarez Terrazas, mejor conocido en el bajo mundo académico como “El Willy”. Sí, el mismo que hace algunos años salió de la universidad por la puerta trasera, casi casi como alumno reprobado que no quiso dar la cara.
En aquel entonces, los maestros inconformes no escatimaron en acusaciones: desvíos de recursos estatales, despidos injustificados, recortes de horas y hasta mochadas a los salarios. Un menú completo de irregularidades que, según denunciaron, llevaba la firma del rector en turno. Y para que no se diga que inventamos, hasta la Comisión de Derechos Humanos tuvo que entrarle al asunto.
Pero como en la política todo se recicla —y a veces se recicla lo peor—, hoy “El Willy” regresa con bombo y platillo, no a la academia (que ahí sí podría haber examen de admisión), sino al terreno electoral. Resulta que será el flamante coordinador en la Zona Norte de la precampaña y campaña del alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla, al menos así lo anduvo gritando hace días durante el informe de la Diputada Xóchitl Contreras.
Ya lo ve: en la política mexicana, los antecedentes pesan tanto como una pluma… o menos. Aquí no hay memoria, sólo conveniencia. Y si alguien pensaba que las viejas denuncias eran un freno, pues resulta que son más bien un trampolín.
Así las cosas, con “El Willy” de vuelta, la política local promete más que un curso intensivo de administración pública: promete ser todo un espectáculo.
Jorgito Aldana de Camargo en el Ojo del Huracán
Desde los pasillos de la Auditoría Superior del Estado salió humo —y no precisamente blanco— sobre el municipio de Camargo, gobernado por el panista Jorge Alejandro Aldana Aguilar. Resulta que el ejercicio fiscal 2023 trae irregularidades que no se cuentan con los dedos de la mano, sino con calculadora científica.
De entrada, aparece un rezago millonario en la recuperación del Impuesto Predial: nada más y nada menos que $82 millones 486 mil pesos, la cifra más alta señalada en todo el reporte. Y como si esto no fuera suficiente para que se encendieran las alarmas, también se detectó un “ahorrito” sin aplicar de $48 millones de pesos. Sí, leyó bien: dinero que debía usarse para cumplir metas y objetivos presupuestados, pero que terminó guardadito sin razón clara.
La lista negra no termina ahí. La auditoría también encontró ingresos no registrados por Derechos de Alumbrado Público que alcanzan los $9 millones de pesos. En otras palabras, dinero que simplemente se perdió en la oscuridad, como si de pronto los números se hubieran fundido como focos viejos.
Y esos son solo los casos más visibles, porque el informe está cargado de observaciones que pintan un panorama nada alentador para el alcalde Aldana, quien, dicen, ya empieza a perder el sueño. El caso es tan serio que los números pesan más que los discursos y los señalamientos podrían convertirse en un verdadero dolor de cabeza político y administrativo.
Así las cosas, en Camargo: mientras los reportes financieros hablan de millones que no se recuperan, no se aplican o no se registran, la ciudadanía sigue esperando servicios y resultados.
La ambición de Komaba
Resulta que la moda del “multitask” llegó a la política, y nada menos que de la mano del subsecretario de Movilidad de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, César Komaba Quezada. El señor no solo quiere seguir cobrando como funcionario, también quiere facturar como presidente del Comité Directivo del PAN en la capital. Un dos por uno de esos que no se encuentran ni en el Buen Fin.
Y ojo, que lo del doble sueldo dicen que es lo de menos. Lo verdaderamente sorprendente es cómo piensa dividirse entre atender el caos vial de casi todos los municipios del estado —una tarea que ya de por sí ocupa las 24 horas del día— y dirigir al PAN capitalino, que tampoco es cualquier cosa. O quizá piensa que el tráfico y la política son lo mismo: pura vuelta en círculo, semáforo en rojo y topes por todos lados.
Komaba declaró muy serio que en la SSPE se está analizando “en lo jurídico” esta dualidad de funciones. Pues claro, la ley no lo prohíbe, y ya sabemos que cuando algo no está prohibido, automáticamente se convierte en deporte extremo para los políticos.
Pero la gran pregunta sigue en el aire: ¿quién atenderá Vialidad y quién al PAN? Porque una cosa es cumplir con dos cargos y otra muy distinta es no cumplir con ninguno. Y aunque legalmente lo puedan maquillar, el asunto huele a conflicto de intereses: recursos públicos en una mano y un partido político en la otra.
Eso no es compromiso, eso se llama ambición en estéreo.
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