octubre 20, 2025

Timing Político

La política tiene su propio Timing

ENTRE CHATARRAS Y NARCO CORRIDOS.

Por: Jesús Ávila Ventura.

 

Con gran satisfacción recibí  la noticia de que el Gobierno del Estado, a través del Consejo Consultivo de Transporte,  decidió no concederles el aumento de tarifas a los concesionarios del transporte público en Cd. Juárez.

La razón sobradamente justificada. Los señores transportistas se siguen negando a renovar sus carcachas, y el servicio que brindan es pésimo y peligroso. Y si, se presentaron a la reunión con la misma cantaleta de décadas: “no hay dinero”, “no es rentable” “ahora sí, después del aumento, iniciamos la compra de camiones, etc.”

Gracias a Dios, por fin la autoridad estatal se amarró los pantalones y les dijo que no a estos monstruos transportistas; les respondió tajantemente, “Primero modernicen, luego hablamos de aumentos”.

Con mucho temor y coraje, todos los ciudadanos, yo entre ellos, estábamos esperando el resultado de esa reunión del Consejo Consultivo. Temor, pues se hablaba de un aumento de entre los 10  a los 13 pesos, lo que implicaría gastar un mínimo de 26 y un máximo de hasta 52 pesos diarios de puro transporte para ir trabajar o ir a la escuela.

Viéndolo de esta manera, si un trabajador promedio percibe aproximadamente mil 300 pesos semanales, pagando un máximo de 52 diarios, por semana laboral de 6 días, daría un total de 312 pesos, equivalente de un 24% por ciento de su salario.

Y es que no podía haber otra respuesta para esos concesionarios. Todos los usuarios del transporte público saben y padecen del mismo martirio que es subirse a esas chatarras que se descomponen continuamente dejándolos varados. Abordarlas y encontrarse con asientos en malas condiciones, y en ocasiones ¡hasta sin asientos! en alguna de sus secciones. Unidades insuficientes, que por lo mismo, siempre van saturadas hasta el colmo de llevar colgados a los pasajeros en los escalones de las puertas.

Pasajeros que van peleando con un chofer malhumorado y su chalan porque no se detienen cuando se les solicita la bajada, y no lo hacen porque no los escucha por traer su aparato de sonido muy alto, y para colmo, con música nada agradable a los oídos para el común denominador, pues su nivel educativo y el medio en que se desenvuelven no les da más que para escuchar reguetón, y en el peor de los casos, narco corridos, sin importarles que entre su pasaje vayan damas, niños y jóvenes estudiantes.

Por todo ello ¡Qué bien que no les autorizaron el aumento!

Pero la autoridad no debe quedarse nada más en eso. Este pésimo servicio no debe seguir. Ya que se niegan a renovar su parque vehicular, al menos el Gobierno del Estado debe obligarlos a respetar las reglas de urbanidad  y a que mantengan en buenas condiciones mecánicas y cómodos sus armatostes. Si los concesionarios persisten en su negativa, pues de nuevo a fajarse los pantalones para aplicar y endurecer las sanciones.

¿Qué se puede hacer?: retirar de circulación todo aquel camión en pésimas condiciones, eso incluyen, vidrios quebrados o asientos dañados, y sobre todo,.. PROHIBIRLES EL USO DE EQUIPOS DE SONIDO, que contaminan auditivamente con su seudo música, que reproducen a volúmenes dignos de un antro, misma que impide escuchar los gritos desesperados de los pasajeros cuando solicitan la bajada.

No ¿hacen caso?  Pues a multarlos, tal vez  sea el único lenguaje que entiendan los malos conductores, y de paso, entran más recursos  económicos a las arcas estatales, que podrían ser  usados para construir una infraestructura que complemente el servicio de transporte, como paraderos con sombra, pues es un martirio esperar a estas chatarras bajo los rayos ardientes del sol o las fuertes lluvias que asolan esta ciudad.

¿Ni así se someten? Pues cancelen concesiones y otórguenselas a empresarios responsables que si incorporen unidades nuevas y propias para transporte público de pasajeros, que se comprometan a respetar las reglas  de urbanidad, que contraten choferes  capacitados, no esos jovenzuelos reguetoneros que van jugando carreras y platicando con la novia  o el chalan en turno.

Quizá escribirlo suene fácil y no lo sea tanto en la práctica para la autoridad estatal, ya que son muchos los intereses creados y la presión política que ejerce esa vieja inercia transportista que viene desde los tiempos del otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional, pero algún día, alguien tendrá que acabar con eso y ver por los intereses de los usuarios, ojala el gobierno de Javier Corral Jurado sea quien lo haga.

Por lo pronto, se va por buen camino. Reitero ese  aplauso bien merecido a nuestras autoridades estatales que por fin escuchan el sentir del ciudadano. No lo vayan a desilusionar.

TIMING POLÍTICO. 

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