
POR JACK RO
PARTE 1
¨Significantes de los símbolos de la obra de Javier Azaeta¨.
Cosmovisión y Simbolismo Maya: Importancia del mar: sistema vivo y fuente de vida. Valoración del mono: inteligencia y conexión espiritual. Mitología y Deidades Quetzalcóatl: dios creador y símbolo de civilización. Religión y creencias. Papel de la luna: renovación y ciclos naturales.
LUNES 21 OCTUBRE 2024
CD. JUAREZ, CHIH.- El mar, un hombre dios tocando un caracol, ramas de un árbol, flores en una selva, donde está un mono.
El Mar.
Para los mayas, el mar y el agua en general tenían un significado profundo y esencial, se consideraba un sistema vivo y una fuente de vida. El agua estaba íntimamente vinculada a la vida vegetal y a los fenómenos siderales. Era un regalo del cielo que alimentaba los campos, ríos y cosechas, y por lo tanto, también daba vida a las personas. Tenía un papel central en la religión. Los cenotes, que son depresiones naturales llenas de agua, eran considerados puertas sagradas al inframundo y lugares de conexión con los dioses.
En la cosmovisión mesoamericana, el agua y el mar eran símbolos fundamentales de la vida y la creación. Varias culturas como los mexicas y los mayas tenían deidades y símbolos relacionados con el agua que proporciona a la naturaleza y que representaban la vida, la fertilidad y la conexión con lo divino.
Uno de los símbolos más importantes es Chalchiuhtlicue, la diosa mexica de los lagos “La que tiene su falda de jade” y era considerada protectora de la navegación costera, es una figura que refleja su conexión con el agua y las piedras preciosas, conchas y flores: Para los mayas, Chaac era el dios de la lluvia y el agua, esencial para la agricultura y la vida. Además, se creía que Chaac habitaba en cuevas y cenotes, y que utilizaba su hacha para golpear las nubes y provocar truenos y lluvias. Uno de los símbolos más importantes en este contexto es el caracol marino.
En la religión maya, la diferencia entre la finitud del hombre y la eternidad de los dioses está profundamente ligada a su cosmovisión y creencias espirituales. Los mayas veían a los humanos como seres temporales, limitados por el ciclo de la vida, la muerte y la reencarnación. Los humanos vivían en un ciclo de transformación continua, influenciados por las fuerzas de la naturaleza y el cosmos.


Por otro lado, los dioses mayas eran considerados seres eternos, con poder y conocimiento sobre todas las esferas del universo, incluyendo el inframundo, la tierra y el cielo. Estos dioses mantenían el equilibrio cósmico y aseguraban la continuidad de los ciclos naturales y espirituales. La eternidad de los dioses reflejaba su rol en mantener el orden y la armonía del universo, mientras que la finitud del hombre destacaba la interdependencia de los humanos con las fuerzas divinas y naturales. Así, la religión maya enseñaba respeto y reverencia hacia los dioses eternos y la naturaleza cíclica de la vida humana.
El Caracol.
En la cultura maya, tiene un profundo significado espiritual y simbólico. Representa la resurrección y el ciclo de la vida. Su forma espiral simboliza el crecimiento, la expansión de la conciencia y el desarrollo interior. Quetzalcóatl, al tocar el caracol eterno, se convierte en un puente entre los seres humanos y lo divino, mostrando cómo el conocimiento y la naturaleza están eternamente entrelazados.
La imagen del caracol eterno resuena profundamente porque refleja la idea de los ciclos sin fin y la continuidad de la vida. Este acto de tocar el caracol podía representar la creación del sonido primordial que da origen al universo y que conecta todas las cosas vivas en un ciclo continuo. El caracol está asociado con la fertilidad y el renacimiento, ya que su concha es vista como un símbolo de la diosa del agua y la luna.
El Hombre dios.
En algunos mitos, Quetzalcóatl se hacía humano, para impartir conocimientos y enseñanzas a los hombres. Este dios, representado frecuentemente con una mezcla de atributos de serpiente y ave, reflejaba la dualidad de la existencia. Se dice que como humano, trajo a la humanidad, la agricultura, enseñanzas de artes y civilización. Al «traer la civilización», proporcionó a las sociedades herramientas y tecnologías avanzadas, mejorando así su capacidad para prosperar y organizarse de manera más compleja.
Este acto divino simboliza el tránsito de un estado de vida más primitivo a uno más estructurado y culturalmente rico. Es una figura que encarna la sabiduría y la transformación social, llevando a los pueblos de la oscuridad a la luz del conocimiento. Este aspecto humano de Quetzalcóatl, lo hacía una figura divina accesible y cercana, a la vez que poderosa y omnisciente. En algunas representaciones, aparece tocando un caracol, que es un símbolo de lo eterno y de la conexión con lo divino.
La mezcla de lo divino con lo humano destaca la importancia del equilibrio y la conexión entre todos los seres, es una de las deidades más importantes de las civilizaciones mesoamericanas, incluida la maya. Este dios, también conocido como la Serpiente Emplumada, simbolizaba el viento, el aire y el aprendizaje. .Un árbol ramificado.
Esa imagen puede ser una metáfora poderosa en el arte y la comunicación, representando el crecimiento, la conexión y la divergencia de ideas. Visualmente, un árbol con sus ramas extendiéndose puede simbolizar la expansión del conocimiento y las diferentes direcciones que puede tomar una mente creativa. (en alusión al pintor).


Flores en una selva en la pintura pueden personificar varios conceptos, dependiendo del contexto y del artista. Generalmente, las flores representan la belleza, la fragilidad y la transitoriedad de la vida. Cuando se colocan en una selva, estas flores pueden destacar la rareza y la preciosa naturaleza de la belleza en medio de la lucha y la supervivencia. Además, la selva, con su vida salvaje y exuberante, representa lo indómito y misterioso de la naturaleza. La combinación de flores y selva crea una rica narrativa visual sobre la coexistencia de la delicadeza y la fuerza, la vida y el peligro, o incluso sobre la armonía y el caos natural.
El Mono.
En la cultura maya, un mono representa la creatividad y la inteligencia, a menudo está asociado con los artistas y escribas. Los mayas valoraban su agilidad mental. Este personaje en su cultura tenía un papel mitológico importante. Su agilidad era especialmente valorada porque se consideraba que este animal tenía la capacidad de comunicarse con el mundo espiritual. De tal manera que creían que podían interpretar los mensajes de los dioses y actuar como intermediarios entre los seres humanos y lo divino.
Este antropoide aparecía frecuentemente en leyendas, representado en escenas de lugares sagrados, como el inframundo conocido como Xibalbá. En la mitología, Xibalbá, no solo era un lugar de tormento, sino también de transformación, donde las almas podían renacer después de superar sus pruebas. El inframundo, un reino gobernado por los dioses de la muerte. Un lugar temido, lleno de desafíos y peligros. Se creía que era accesible a través de las cuevas y los cenotes, y los muertos debían enfrentar una serie de pruebas para llegar.
En la cultura maya, el mono tiene atributos profundos y multifacéticos, especialmente los monos aulladores y los monos araña, eran figuras prominentes en la mitología y el arte, están asociados con los dioses gemelos. Estos dioses eran considerados protectores de los artistas y eran representados como escribas, cantantes, bailarines, pintores, escultores y joyeros. Por lo tanto, no solo era un símbolo de creatividad y arte, sino también un importante elemento en la narrativa mitológica, son descritos como descendientes de los “hombres, y visto como un intermediario entre los humanos y los dioses, fueron una de las primeras creaciones fallidas de los dioses antes de la creación de los humanos, asociados con la escritura, la danza, el canto y la pintura.
Son considerados descendientes de los hombres palo, una creación anterior a los humanos. Aparecen frecuentemente plasmados o tallados en iconografías rituales o fuera de su hábitat natural como en el inframundo. Se les ve portando vainas de cacao que eran consideradas bienes de lujo y estaban asociadas con los dioses, o en interconexión con el tiempo presente con el pasado, y están relacionadas a menudo en contextos funerarios de las élites. No solo como símbolo de creatividad y sabiduría, sino también como un ser que conecta diferentes planos de existencia.
En el arte aparecen frecuentemente en murales, cerámicas y esculturas, simbolizando la vitalidad y la energía creativa. En ceremonias, eran invocados para transmitir mensajes y peticiones a las deidades, actuando como un puente entre el mundo terrenal y el espiritual.
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