Por: Raúl Ruiz.
En un trabajo anterior, di a conocer el tema del Golpe Blando.
Táctica para el descarrilamiento de los gobiernos enemigos del capitalismo.
Cuyo autor es Gene Sharp, quien a través de sus libros enseña a sus lectores cómo hacer caer a un gobierno, sobre todo si se le considera totalitario.
Entre sus enseñanzas, recomienda un manualito de cinco pasos.
Hoy reviviré sólo 3 para ilustrar un poco el tema de los enemigos de Samalayuca.
Sharp recomienda comenzar con una fase de ablandamiento, en la que se compran algunos medios para crear malestar y desesperanza social.
Sigue la deslegitimación y la difusión de comentarios adversos, mofas y noticias falsas.
Después viene el calentamiento de las calles, con la promoción de constantes movilizaciones de protesta.
Y en tratándose del caso de la reapertura de la mina de cobre en Samalayuca, los que se empecinan por descarrilar el proyecto de producción de cobre en este punto, tienen muy bien orquestado el golpeo.
Sus argumentos son válidos, pero falsos. Más bien inexactos.
Tienen pagados varios medios para magnificar un supuesto desastre ecológico.
Hacen lobbying con materiales videográficos cuyos contenidos son ficticios u obsoletos.
Mucho dinero invertido en un capricho. ¿Por qué el afán de negarle a Samalayuca su desarrollo económico?
¿De dónde sale el dinero para pagar los mercenarios opositores? Me refiero a los que cobran sus servicios como agitadores profesionales.
O la inversión en medios como las publicaciones de primera plana de El Diario, los enlaces radiofónicos de Radionet, los golpes en columnas «amigas» a la causa. La campaña sistemática en redes sociales. La movilización escalonada de una treintena de supuestos inconformes.
Viáticos y combustible para grupos de golpeo y vehículos en caravana. Mantas, pancartas y otros materiales de propaganda.
Lobbying del equipo base, en instancias gubernamentales, congreso local, congreso de la unión. Gastos de traslado y viáticos para cinco personas, cuando menos.
Pago de abogados para interponer amparos perdidos, pero obviamente bajo honorarios.
Todas las interrogantes apuntan a un pivote financiero: Humberto Terrazas.
Negar a ultranza los cambios de la minería mundial; acusar de corrupción a las instituciones federales por otorgar permisos cuando han sido cumplidos todos los requerimientos y exigencias de la ley, es abrazar el nihilismo más abyecto.
Una resistencia que arrastra y confunde a la masa popular, en su ignorancia.
Debe haber un trasfondo más sórdido, que pronto saldrá a la luz. Y será motivo de una columna a la que titularé… YA SALIÓ EL PEINE.
Por lo pronto, el superdelegado, Juan Carlos Loera de la Rosa, ha convocado a un foro
Hasta entonces, abríguense bien, que vienen temperaturas congelantes.
TIMING POLÍTICO.
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