La semana pasada terminó con la clausura de los juegos olímpicos a la violación sistemática de la ley electoral. Así pudiera ser la conclusión de lo que hemos vivido en nuestra ciudad una intensa campaña disfrazada de precampaña. Sin claridad en los resultados de las encuestas realizadas por algún partido político, es más se dice, que ni siquiera hubo encuestas, pero hubo el gran dedo elector que se usó para designar a los que serán los candidatos por dichos partidos políticos.
Los partidos políticos están a las expectativas, sin definiciones buscan en ese espectro designar ahora a sus propios candidatos. No sabemos con exactitud quiénes serán los abanderados por uno u otro partido político en la gran mayoría de los cargos a elegir. En el caso de Ciudad Juárez, no sabemos quién será el abanderado a la alcaldía, diputados, sindicaturas. Si mucho, ya sabemos quiénes serán los abanderados a la presidencia de la república.
También es importante señalar que las elecciones de este año 2024 serán concurrentes, tanto las elecciones federales organizadas y preparadas por el INE así como las locales organizadas y atendidas por el IEE. En total participarán nueve partidos políticos y tendremos una saturación de mensajes, infografías, spots de radio y televisión, espectaculares, panfletos y demás materiales que serán depositados en los contenedores de basura el 2 de junio.
Las estrategias de los partidos políticos son diversas, esperar a ver quienes son los candidatos de enfrente para posicionar a los propios, minimizar a los partidos de oposición, captar a líderes de colonias y líderes sociales, denotar a los que están en el poder, comprar espacios públicos de difusión y enfrascarse en la lucha por los que votan para venderse como la mejor opción. Las propuestas de campaña están siendo vacías, no hay proyecto de nación que ofrecer… Por ello es importante en primera instancia ver las trayectorias personales, evaluar y finalmente decidir quién va o no va.
Las campañas son diferentes, los medios tradicionales ya no generan votos, deben buscarse nuevas alternativas si un partido o candidato quiere ganar. En este periodo de intercampaña, se van a preparar escenarios para la confrontación final entre los diversos candidatos y partidos políticos, que centrarán su atención en la elección presidencial. Por ello, las elecciones locales pasarán a un segundo plano, sin menosprecio, pero con dificultades en una elección que se antoja intensa y en la que se juega el futuro de México.
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