octubre 20, 2025

Timing Político

La política tiene su propio Timing

La escasa credibilidad de los gobernantes.

POR: DR. VICTOR GARCIA  MATA.

Ahora que habrá cambio de poderes en diferentes puestos de elección popular y ante el juicio que se hace de los próximos exgobernantes, surge la duda sobre cómo fue su actuación, si buena, mala, regular o al menos qué aspectos positivos tuvieron y cuáles fueron negativos. La opinión pública llega a una conclusión que deja mucho que desear de los políticos, si se analiza objetivamente cuál fue la aportación de dichos personajes al beneficio de la vida pública o al bienestar de la población a la que gobernaron; esto se debe a varios factores que a continuación voy a mencionar.

En el caso del ahora ya exgobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, algunos medios lo ubican como el peor gobernador del país, pero ¿en base a qué se le clasifica de esta manera?; en cambio, al alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada, no se le ubica en el mismo nivel y los medios tienden a señalarlo como a un muy buen alcalde, aunque no sea esa la percepción ciudadana.

Es indudable que la percepción del actuar gubernamental es influenciada fuertemente por diversos instrumentos de medición, entre los cuales están los medios masivos de difusión como la radio,  la prensa, el periodismo televisivo y las redes sociales, pero lo importante a fin de cuentas es la opinión de la gente otros dirían el pueblo, mismo que se expresa en la calle, en las urnas, en las redes sociales, en los mismos medios masivos, esto es lo verdaderamente importante.

En cuanto a la tendencia de orientación de los medios, esta va a depender de la cantidad monetaria que dé el gobierno a cada medio, o de los bajos presupuestos que destine el gobierno. En estos tiempos está fuerte la tendencia de disminuir los dineros a los medios y canalizarlos a otro tipo de actividades; así que si los presupuestos son generosos para dichas empresas informativas, estas darán un enfoque noticioso sumamente positivo para el gobernante que soltó el recurso; caso contrario, si el Estado canalizó pocos recursos, el medio dará todo tipo de información contraria al gobernante. De eso va a depender si se hacen buenas notas, editoriales y todo tipo de informes. Entonces, si se debe al dinero que se otorga a los medios la evaluación que estos hacen de los gobernantes, tanto a nivel estatal, nacional o local, ya no sabemos qué creer, no tenemos opciones informativas.

En los casos de Javier Corral y de López Obrador, estos decidieron dejar de invertir recursos públicos usuales en los medios tradicionales y dominantes y canalizar ese recurso a otros proyectos. En Juárez de inmediato las televisoras locales y los periódicos (en especial El Diario), emprendieron campañas sumamente agresivas contra la administración de Corral y durante todo su quincenio lo atacaron, hasta considéralo el peor gobernante en la historia de Chihuahua; posiblemente pudiera ser cierto, sin embargo, su caso se desnaturaliza por las características de los ataques. La acometida fue sumamente fuerte, sobre todo porque se dejó de pagar propaganda institucional, o sea, estos medios no sirven a los ciudadanos para ayudarlos a forjarse un juicio, ya que está sesgada la información y es falsa muchas veces o contiene medias verdades.

El caso de Armando Cabada fue lo contrario, él tuvo una política de comunicación social de inversión en todo tipo de medios, lo que ocasionó que la gran mayoría de ellos siempre difundiera las bondades de sus acciones administrativas, tapándole sus defectos (como en el caso de la recolección de basura, baches, alumbrado, seguridad, etc.). Aquí todo fue eficiencia: su informe de gobierno fue publicitado como una obra sobresaliente, con todos los comentaristas narrando con frenesí su supuesta administración histórica en cuanto a su honestidad, eficiencia, trascendencia y todo esto la ciudadanía no lo cree porque su calle está sucia, insegura, obscura, con el pavimento casi inexistente porque lo barrió la lluvia, pero no es la opinión que difunden los medios.

De alguna manera los medios influyen en la percepción de la gente, pero es más determinante lo visto en concreto, en las afueras de las casas, en las calles, en los barrios, las colonias, así que por mucho que se invierta en propaganda las personas no le creen. En cuanto a Corral, por mucho que se le critique y se le ataque tampoco se sabe realmente si fue eficiente, corrupto, bueno o malo. La opinión pública se adquiere en base a la experiencia, pero se tiene la duda si uno u otro fueron buenos gobernantes, porque los medios, salvo honrosas excepciones, responden a intereses económicos para difundir lo que debiera ser algo más claro y que influyera en el criterio de la gente, es decir, realmente informar y ayudar a formar una ciudadanía madura y participativa. Ojalá que los gobiernos entrantes se dediquen a trabajar y no a comprar a los medios para difundir sus buenas acciones y tapar las malas, como ocurrió en estos tiempos de cambio de las administraciones estatal y municipal.

TIMING POLITICO.

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