Por: Gil. Miranda.
Que cada persona se especialice y se perfeccione en un área de conocimiento o en un sector productivo es lo que ha generado un progreso notable, pues estos dos factores han permitido crear más productos y servicios con menores costos de fabricación y así, los consumidores, hemos tenido acceso a más y mejores cosas. Con especialización y perfeccionamiento, dos factores que se aplican en cualquier disciplina o área de trabajo, las personas han logrado el progreso individual y las empresas han logrado el progreso colectivo.
Por otra parte, la especialización y el perfeccionamiento han provocado que las empresas requieran personal con cada vez más conocimientos en todos los detalles de su profesión, porque por muy mínimos que parezcan esos detalles tienen una gran importancia para las empresas y sus retribuciones económicas. Esto es visible en los requerimientos que exigen a las personas para ser contratadas en los empleos ofertados, o bien para promover a un empleado y aumentarle el sueldo.
Sin embargo eso no pasa en el gobierno, porque en el gobierno una persona que ocupa un cargo igual puede ocupar otro, sin requerimientos ni especialización. Esto puede verse reflejado, por ejemplo, en los cambios anunciados en los últimos días por la administración municipal y estatal. ¿Cómo es posible que un funcionario que ocupa un cargo determinado de repente ocupe otro cargo que no tiene nada que ver con la labor que desempeñaba? ¿Cómo? Eso solo pasa en el gobierno.
¿Y usted sabe por qué solo en el gobierno se puede ocupar un cargo sin especialización ni perfeccionamiento? Porque no está en juego en dinero de ningún funcionario. Me explico: ¿usted cree que un empresario va contratar como abogado a un ingeniero o a un arquitecto como médico? Pues no, evidentemente no, porque si la contratación sale mal el empresario pierde su dinero. En el gobierno si un funcionario lo hace mal el ciudadano pierde su dinero, nunca lo pierde el político.
¿Y usted sabe en que se refleja la falta de especialización y perfeccionamiento del trabajo en el gobierno? Se refleja en la falta de operatividad porque un gobierno optimizado generaría mayor bienestar social con menos recursos y en esto es importante decir que los recursos del gobierno no son otros más que los impuestos. Además, el gobierno no solo ha sido inoperante en diversas áreas, sino que ha crecido en cada administración, lo que genera que la recaudación impositiva sea cada vez mayor.
Adam Smith, el padre de la economía clásica, uno de los más importantes economistas de la historia, dijo que la diferencia entre dos personas totalmente distintas no surge de su naturaleza, sino más bien de sus hábitos, costumbres y educación. ¿Entonces, qué puede aportar una persona cuando un día tiene un cargo en un departamento y luego en otro y en otro? Cada cargo requiere de sus propios hábitos, costumbres y educación.
Nadie, ninguna persona, tiene tantos conocimientos como para especializarse en todo y cubrir tantas áreas de trabajo ni diversas disciplinas. ¿Y usted sabe dónde dijo lo que dijo Adam Smith? Aquello de la especialización del trabajo, los hábitos, las costumbres y la educación… Lo dijo en su libro «Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones», el libro de economía con mayor influencia desde 1776 cuando fue escrito.
Desde hace 242 años las ideas del libro de Adam Smith continúan vigentes, las ideas del gobierno no. Y no es una opinión, son datos, pues de acuerdo al estudio Edelman Trust Barometer del 2018, en México, solo el 28% de las personas, o sea 3 de cada 10, confían en las instituciones gubernamentales.
TIMING POLÍTICO
Más historias
Reflexión sobre la crisis del arte contemporáneo
JUSTICIA DIGITAL
Agua que sí ha de beberse