Timing Político

La política tiene su propio Timing

La Guardia Nacional.

POR: LUIS CARLOS CARRASCO.

A partir del gobierno encabezado por Ernesto Zedillo Ponce de León, se ha buscado permanentemente consolidar un proyecto de policía nacional confiable, factible, acorde a las prioritarias necesidades del país, por desgracia, el término fracaso define con exactitud la inoperancia de cada una de ellas; a decir poco o nada tuvo que ver si los elementos que han conformado cada corporación policiaca sean de procedencia civil o militar la flagrante violación a los derechos humanos, la corrupción y la impunidad en la que se han desenvuelto ha quedado demostrado en escenarios nacionales e internacionales.

En 1999, todavía bajo la gestión presidencial del priista Ernesto Zedillo, se integró la llamada PFP (Policía Federal Preventiva) conformada en su totalidad por elementos de la Armada de México, pero dependiente su accionar de la Secretaría de Gobernación Federal por sus siglas SEGOB; con un historial más gris que su propio uniforme, la incapacidad manifiesta para contrarrestar o impedir su avance, la inseguridad venía haciéndose presente en el vasto territorio mexicano; aún sin resultados contundentes, a través de una inversión millonaria desplazaron dicha fuerza policial a plazas como la de Ciudad Juárez, donde el crimen organizado buscaba hacerse presente con una inusitada violencia.

Ya bajo la presidencia del panista, Vicente Fox, se crea la Secretaría de Seguridad Pública Federal con la intención de depurar cuerpos y mandos policiacos, buscando según su gobierno dignificar la labor del policía, para ello diseño una institución “Elite” llamada por sus siglas AFI (Agencia Federal de Investigación), sin embargo pese a su formación militar nunca cumplió con las expectativas para la que fue creada mucho menos con las necesidades urgentes del país; fue infiltrada inmediatamente de su creación al corromperse de manera inmediata por sus mandos encabezados por el triste y celebre Genaro García Luna cuya obscura trayectoria se remonta desde los años noventa en la llamada Policía Judicial Federal, un servidor corrupto entre los corruptos cuya facilidad para re ingeniarse le permitió involucrase en los gobiernos de Zedillo, Fox y Calderón en áreas de seguridad pública y procuración de justicia.

Buscando legitimidad para su gobierno, Calderón Hinojosa se enfrasco en una guerra frontal en contra del narcotráfico con resultados hasta ahora desastrosos, debido a la intervención directa de las fuerzas armadas en tareas que debieron corresponderles a los cuerpos policiacos de cada entidad federativa, dejando una estela de auténtica desolación en todo el país. Las cifras de muertos y desaparecidos se cuentan por decenas de miles lo mismo sucedió con EPN quien gasto valioso tiempo en crear un marco jurídico que justificara el accionar del Ejército en actividades que le competen únicamente a la policía, mientras la ciudadanía e infinidad de organizaciones exigían su retorno a los cuarteles.

Con EPN las cosas no cambiaron ni de forma ni de fondo; con la fundación de la Gendarmería una división de la Policía Federal, con preparación militar buscaba al igual que otros fallidos gobiernos combatir de manera frontal al narcotráfico; muchos elementos federales abatidos como nulo resultado a sus operaciones tácticas, a pesar de capturar varios objetivos prioritarios no fue precisamente la Gendarmería quien los detuvo; durante el gobierno de EPN nada debilito las estructuras delincuenciales del crimen organizado que solo sufrieron mutaciones y cambios en sus liderazgos, además nunca pudo establecerse un marco jurídico que le permitiera actuar con plena libertad y regulara la actividad en conjunto con el Ejército Mexicano, aunado a ello la corrupción y la impunidad fue el sello característico de su gobierno.

Ahora con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, se ha diseñado una nueva estrategia para lograr la pacificación del país. Es la creación de una Guardia Nacional, la cual está a punto de entrar en operaciones. Hasta ahora no hay servidor público que tenga calidad moral para oponerse a su creación ya que las demás estrategias, resultaron un fracaso.

La gravedad de la situación de inseguridad que se vive en Chihuahua, no permite simulaciones de nadie en lo absoluto, más vale hacerse a un lado y reconocer la incapacidad de un gobierno omiso para brindar protección a la ciudadanía, cuya exigencia a gritos pide sea objetivo de prioridad nacional, resarcir el maltrecho tejido social y acabar con una lacerante violencia que se ha dimensionado.

Urge pacificar el país, el costo en materia de derechos humanos puede ser muy alto, pero no es opción quedarse con los brazos cruzados sin hacer nada para detener la creciente ola delictiva que debe ser para cualquier autoridad fundamental para que impere el estado de derecho.

La Guardia Nacional debe ser el detonante hacia nuevos proyectos en materia de procuración de justicia, varios países han experimentado con éxito la conformación de estos cuerpos policiacos integrados por la milicia. Ante todo se presenta como un proyecto serio de un nuevo gobierno que tiene en mente pacificar el país: Nuestros miedos, no pueden ni deben ser el motivo para descalificar la creación de un nuevo cuerpo policiaco proveniente de las fuerzas armadas.

TIMING POLÍTICO.

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