
DOMINGO 28 JULIO 2024
La politización de los juegos olímpicos ha sido una situación normal desde que estos se crearon; siempre ha existido y así seguirá, todos sabemos que continuará dándose. Ahora, comentaré la situación que se presenta en estos juegos que fueron inaugurados el 26 de julio de 2024 en la ciudad de París, Francia.
Si bien es cierto que no hay novedad en cuanto a situaciones conflictivas, boicots y exclusiones que siempre se dan en las justas, la de este año es que tiene además de estos elementos algo que llama la atención: la guerra en Ucrania y la agresión israelita al pueblo palestino.
Conjuntamente se presentan otras situaciones, como elecciones controvertidas, que aunque son interesantes de analizar, por el momento pasaremos de largo ya que las dos primeras tienen un alto grado crueldad y deben ser comentadas.
Hay un elevado número de muertos, una fuerte utilización de armas y un gasto millonario en estos enfrentamientos. La paz mundial cada vez está más lejana.
Iniciaré hablando de la guerra en la región del Cáucaso entre dos países que antes formaron parte de uno mismo: Ucrania y Rusia. Estas dos naciones hermanas incluso hablan idiomas parecidos, y tienen una raíz común, pero con la disolución de la Unión Soviética se dividieron y ahora están enfrascadas en una guerra muy lucrativa para la industria armamentística. El conflicto es muy nefasto para las partes en disputa, en especial para Ucrania, que es la que está poniendo la mayoría de los muertos.
Los burócratas ucranianos que dominan el gobierno de ese país, asociados con occidente, están resistiendo una guerra que para los rusos es justa, porque perderla implicaría estar a tiro de piedra de occidente, llámese la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), para una futura agresión. Aquí impera la geopolítica, mientras que se da el enfrentamiento entre Rusia contra los aliados de Ucrania de la OTAN, pese a que Ucrania todavía no forma parte de la alianza atlántica.
No analizaré aquí el trasfondo, las causas y efectos de esta guerra, pero sí los relacionaré con los juegos olímpicos. Por ejemplo, al desfile de las naciones dentro de la inauguración deportiva, no acudieron los atletas rusos, porque occidente (o sea el Comité Olímpico Internacional y la burocracia occidental) impuso sanciones, que incluyeron excluir a Rusia de todo tipo de competencias.
Pese a que la nación rusa es una potencia, sus atletas solo acudieron a las olimpiadas en número muy reducido y no mostraron su bandera nacional. Incluso, si algún atleta ruso ganara alguna competencia o figurara en el podio, no se podría tocar su himno nacional ni mostrar su bandera. Esto mismo pasará con su nación vecina, Bielorrusia (la Rusia Blanca), que tendrá igual castigo por no solidarizarse con occidente y sí hacerlo con Rusia.
En cambio, vimos durante el desfile de las naciones caminar a la delegación del Estado de Israel, todo normal, con su bandera. En caso de ganar algunas competencias, se podrá tocar su himno y hacer todo lo que conlleve la celebración de una nación que no tiene ningún tipo de sanción.
Aquí la cuestión es: ¿por qué a un país dominado por un sistema racista, genocida, de ideología denominada sionismo, se le permite prácticamente exterminar a la población civil de un país soberano llamado Palestina, el cual que está en sus fronteras territoriales? Se trata de uno de los mayores genocidios de la historia de la humanidad.
Mientras tanto, el Comité Olímpico y las burocracias de los países no solo aprueban esta situación, sino que proveen al Estado judío de más armamento para que continúe con el exterminio de mujeres, niños, ancianos, en general, de la población civil indefensa.
Es por lo anterior que llamaré a estos juegos olímpicos “los juegos de los opresores”, sin ningún recato. Occidente apoya esta matanza que ha conmovido al mundo; afortunadamente la población civil de todas partes es consciente de ello y ha realizado diversas manifestaciones en contra a nivel global.
La población es pacifista y solidaria, pero de poco han valido los reclamos para detener el genocidio; nada de tregua olímpica, se siguen asesinando miles de inocentes.
Acaba de estar el presidente del Estado judío en Estados Unidos, pidiendo más fondos a los norteamericanos, y estos se los darán sin restricciones. Al parecer, ni todas las manifestaciones de las naciones pacifistas han servido de algo, menos las de la población civil. Lo que sí continúa son los gobiernos occidentales que dan su apoyo para este tipo de masacres, por lo que estos serán los juegos de la infamia, del holocausto palestino. Desgraciadamente, creo que también serán los juegos de la impunidad; qué triste.
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