DOMINGO 14 DICIEMBRE 2025
El poema “Los ojos donde habita Dios” explora la tensión contemporánea entre fe y negación. Con metáforas existenciales, refleja la búsqueda espiritual en un mundo fragmentado, donde la poesía abre preguntas más que certezas, revelando huellas invisibles de lo divino.
POR JACK RO
Cd Juárez.- Hoy vivimos en una época marcada por la pluralidad de visiones: fe, duda, espiritualidad alternativa e incluso la negación de lo trascendente. En medio de este panorama, la poesía se convierte en un espacio privilegiado para explorar las tensiones de nuestro tiempo. El poema “Los ojos donde habita Dios”, del autor Jack Ro, refleja con intensidad esa búsqueda contemporánea: ¿dónde encontrar lo divino en un mundo fragmentado?
La obra plantea una pregunta esencial: “Si el poeta buscara a Dios, ¿en qué ojos lo hallaría?”. La interrogante abre un abanico de posibilidades que van desde la mirada de quienes creen hasta la de quienes lo niegan, mostrando que la experiencia espiritual no se reduce a certezas absolutas, sino que se despliega en la ambigüedad y en la contradicción.
La metáfora de los “rebaños que lamentan sus almas como un manojo de lágrimas” destaca por su fuerza simbólica. Con resonancias bíblicas, el autor la resignifica en clave existencial, otorgándole frescura frente a la tradición. En lugar de repetir imágenes religiosas convencionales, el poema las transforma en un lenguaje que dialoga con la sensibilidad del siglo XXI.
En este contexto, la poesía se convierte en un espejo de la incertidumbre tecnológica y social que caracteriza nuestra época. Ya no se trata de ofrecer respuestas definitivas, sino de abrir preguntas, de invitar al lector a reflexionar sobre el sentido de la fe, la duda y la ausencia. Como señala el propio texto, “el poeta no busca certezas, sino huellas invisibles en la arena del espíritu”.
La propuesta de Jack Ro se inscribe en una corriente contemporánea donde la poesía cultural se erige como un espacio de resistencia frente a la superficialidad informativa. Su obra nos recuerda que, en cada mirada —sea de fe o de negación— late la posibilidad de un Dios escondido, revelado tanto en la lágrima como en el silencio.
En tiempos donde la certeza absoluta parece haber cedido lugar a la ambigüedad, “Los ojos donde habita Dios” nos invita a reconocer que la espiritualidad puede manifestarse en múltiples formas, y que la poesía sigue siendo un camino para explorar lo íntimo y lo filosófico en medio de la fragmentación contemporánea.
“Los ojos donde habita Dios”
Si el poeta buscara a Dios, ¿en qué ojos lo hallaría? ¿En aquellos donde los rebaños derraman sus almas como un manojo de lágrimas, o en los ojos de quienes lo niegan, porque sus vidas se sienten vacías de su bondad?
Tal vez lo encontraría en la mirada que se quiebra en silencio, en el destello que aún resiste entre la penumbra, o en la negación misma, donde la ausencia se convierte en un clamor secreto.
El poeta no busca certezas, sino huellas invisibles en la arena del espíritu. Y en cada mirada —sea de fe o de duda— late la posibilidad de un Dios escondido, que se revela tanto en la lágrima como en la negación, en la esperanza que se aferra y en la voz que se aparta.
Autor: Jack Ro
TIMING POLITICO

Más historias
LA QUINTA VISITA
Empresarios agachones
EL MUNDO MULTIPOLAR