Por: Raúl Ruiz
Los panistas en Chihuahua no traen el punch que deberían traer.
Javier Corral se ha encargado de atomizar la fuerza azul.
La militancia reniega de las imposiciones desde palacio, y juran que para ganar, hay que jugarle las contras al gobernador. No tienen otra salida.
Se ha corrido el rumor que a sus calzones, será Gustavo Madero el candidato azul. Es un trato que hicieron entre ambos, años atrás, cuando Madero era presidente del CEN, y habrá que devolver el favor.
Recordemos que en la pasada elección interna para candidato a la gubernatura despacharon a todos sus adversarios. De aquel encontronazo, corrieron materialmente a Cruz Pérez Cuéllar, y obligaron a saltar por la borda a Jaime Beltrán del Río.
En esta ocasión, para despejar el camino, había que descarrilar la ruta de Maru Campos.
La ruda empinada que Javier Corral le dio a Maru, la dejó con muy poco capital político.
La engañó con «el peón envenenado», jugada de ajedrez en la que se sacrifica un peón al centro del tablero para ganar por los flancos.
Alentarla para comprarle el proyecto a Cabada y luego esperar a que el repudio popular la decapitara, fue magistralmente perverso.
Desde palacio hay dos cartas para la gubernatura. Madero y Alejandra de la Vega. Cualquiera de los dos dividirá al PAN.
Para las municipales, por la capital. Miguel Riggs volverá a intentar la candidatura. No se ve otro competidor con fuerza. Ya lo intentó una vez y no llegó. Pero acumuló un buen capital político.
César Jáuregui, dice que no jugará para la alcaldía, pero sí para una curul federal. Otra figura podría ser Daniela Álvarez. Un cuadro ya muy hecho en el combate electoral.
En Juárez, la sombra del gobernador sale por las noches intentando atemorizar a las piezas que impulsa Joob Quintín Flores; lo hace con el petate del muerto. Tiene aquí dos piezas horadando su posibilidad. Trae consigo, otro madero, Sergio Madero. Y si le resbala el swing, tiene en hervor a César Peniche, el fiscal.
Por los locales una sola carta, Raúl García Ruiz. Quien podría negociar el meter todo el convoy a competir, con regidores en furgón completo. A cambio de cobijar la participación de otras piezas para las federales. Me refiero a figuras que se han ganado presencia pública con mucha aceptación, como Maribel Hernández, actualmente directora de gobernación; y Laura Marín administradora de la Recaudación de Rentas.
Ambas, sorprendentemente eficientes y con carisma.

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