Por: Eduardo Borunda.
Las primeras noticias que empezaron a circular en las redes sociales del fatídico 17 de enero no fueron alentadoras. En menos de dos horas los medios de comunicación incluyeron entre sus notas un ataque armando en contra de mandos policiacos, aunque parecía que era una situación que hasta allí quedaría, tomó de sorpresa porque a lo largo del día se supieron y documentaron al menos otros tres eventos para ser contabilizados en total cinco enfrentamientos. Esta es la parte oficial y documental, pero desconocemos si hubo otros eventos que desgraciadamente produjeron el pánico entre los ciudadanos.
La nota escandalosa fue también el cierre de la avenida principal y que conecta el ingreso a Ciudad Juárez, la carretera Panamericana o Tecnológico fue cerrada mientras un camión era devorado por las llamas que consumían una de las miles de unidades de transporte público. En este hecho, no hubo heridos, los pasajeros vivieron entonces los peores momentos de su vida e hizo recordar las notas periodísticas que circularon a nivel nacional en otras partes del mundo cuando la narcoviolencia se apoderaba de las comunidades.
Solo superado quizá por el carro bomba de la década pasada, el camión incendiado es una mala nota que pone a Ciudad Juárez en alerta roja. La indicación sobre esta clasificación de alerta roja implica resguardarse, mantenerse atentos ya que pueden surgir otros eventos, lo que no deseamos de ninguna manera. La violencia ha regresado a Ciudad Juárez y ello implica a los ciudadanos estar también con precauciones que no pongan en peligro su vida y su integridad física.
El ataque en contra de los elementos es según versiones oficiales por el decomiso y/o aseguramiento de drogas en las calles de la localidad. Un total de ocho policías resultaron heridos. Se solicitó a la comunidad fronteriza la necesidad de donadores de sangre para la agente Barby Mondragón quien se encuentra en uno de los hospitales de la localidad.
¿Qué representa el regreso de la violencia? Es la pregunta que nos hacemos, seguirán los eventos o simplemente este día será sólo un día más en la lucha por el control de la plaza entre los grupos delincuenciales.
La estadística negativa regresa, los hechos de sangre, la violencia, el pánico regresan a la localidad e inquieta cual será la respuesta del gobierno al ver que una de sus instituciones, encargada de cuidar y mantener la integridad de los ciudadanos se ve vulnerada. Lo más lamentable es que regrese la “Narco Violencia” como un estilo que vivimos ya hace más de diez años. No queremos que regresen las manifestaciones de esta violencia que perjudica el estado anímico de los habitantes y ciudadanos juarenses.
En conclusión, las vivencias de Colombia y de México frente a las guerras en contra del narcotráfico han dejado un saldo rojo, muerte, desolación y devastación de las sociedades en las que se han acentuado. Ciudad Juárez ya pago con mucha sangre y muerte una etapa de la que históricamente reconocemos como la historia más negra de los tiempos modernos. No queremos que se repita la misma historia, porque ya le hemos vivido.
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