octubre 19, 2025

Timing Político

La política tiene su propio Timing

Traición a la patria

SABADO 14 SEPTIEMBRE 2024

Una de las mayores controversias que se han desatado en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido la reforma judicial. La sociedad se ha polarizado, han ocurrido cosas dignas de resaltarse, como que pocas veces los poderes de la república han diferido en sus posturas como ahora, cuando el legislativo y el ejecutivo están contra una parte de las élites del poder judicial. También, están participando en la controversia los poderes fácticos, la iglesia, el empresariado, los extranjeros, en especial los Estados Unidos y en menor medida Canadá.

El tema se puede abordar desde muchos enfoques, pero para el caso de Ciudad Juárez hay uno que llama la atención: el de una de las marchas en contra de la reforma judicial, que se realizó por diferentes rumbos de la ciudad pero que vino a desembocar en el consulado de los Estados Unidos de Norteamérica. Sobre esto quisiera comentar.

Históricamente ese país ha tenido mucha influencia en México por obvias razones: territorio, narcotráfico, intercambio comercial, etc. En muchos aspectos nuestro país está muy ligado con el vecino del norte.

En el siglo XX,  sobre todo, a Estados Unidos se le vio con mucho recelo, desde Lázaro Cárdenas para adelante. El sistema político mexicano fue desconfiado y tuvo algunas diferencias con otras fuerzas, sobre todo en el ámbito internacional. Por ejemplo, México fue uno de los pocos países que no apoyó las políticas norteamericanas hacia Cuba, y manifestó su repudio a toda forma de intervención. Y recordemos que los Estados Unidos han sido muy intervencionistas, como durante su invasión a  Panamá, luego en el Medio Oriente (Irak, Afganistán), y más recientemente en Gaza y de manera indirecta en Ucrania.

En varias ocasiones, los pobladores fronterizos nos hemos manifestado en el consulado norteamericano para expresar nuestro descontento hacia sus políticas agresivas, guerreristas, en los casos señalados. Ahora, lo que llama la atención es que la manifestación del 3 de septiembre en contra de la reforma judicial  terminara en el consulado, pidiendo la intervención norteamericana para impedir la reforma señalada.

Simbólicamente es un acto muy fuerte, porque nunca se le había pedido apoyo con esos fines al vecino del norte, animándolo en su intervención en la política mexicana. Esto es algo muy mal visto por el actual gobierno federal, pero las personas opositores a la reforma consideraron que era adecuado; quizá pensaron: “¿quién puede parar esta reforma?” Si en México nadie puede, ellos tuvieron la esperanza de que los Estados Unidos sí lo hicieran.

De alguna manera se podría considerar que están alentando su política intervencionista, la cual, por cierto, históricamente ha sido una realidad. Siguen interviniendo, nos tienen súper vigilados, pero ahora abiertamente el contingente demandó la intervención. Me he cuestionado si esto no amerita una protesta en México, porque conductas de este tipo se acercan a lo que se ha estado mencionando en otros casos como traición a la patria, al querer involucrar a una potencia en asuntos internos. De cualquier modo, siempre ha estado presente; los gringos ya están luchando para impedir la reforma, sin que desde antes se los pidieran los manifestantes, y ahora lo están haciendo de manera más directa.

Lo que han hecho estas personas, para mí, es una propuesta de lo más bajo. Los opositores a la reforma, que tanto han luchado, mejor se deberían enfocar en convencer a los gobiernos y legisladores, y sobre todo a los integrantes del poder judicial, para que den la batalla, la cual pueden ganar o perder, pero con sus propios recursos y no recurriendo a potencias extranjeras. Sin embargo, la traición ya se hizo, y los que la hicieron pasarán a la historia como los peores mexicanos; ahí pueden obtener esa condena, aunque solo sea de tipo moral.

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