
Al empezar a redactar este articulo vino a mi mente uno que escribí hace cuatro años, y al buscarlo entre mis archivos lo encontré y me dije, creo que si hiciera un copy paste se acomodaría al momento actual. ¿Por qué? Porque ese momento volvió a repetirse bajo esta premisa principal: “Te concedo el aumento de tarifa, pero si tú, transportista, te comprometes a modernizar tus unidades”.
Y pongo ese ejemplo de hace cuatro años, pero esto se remonta quinquenios, que digo quinquenios, décadas atrás, y nada más nunca llegan esos camiones nuevos y si la mafia transportista se agencia jugosas ganancias por esos aumentos en la tarifa que le son arrebatados a los ciudadanos, mientras los políticos en turno solo presumen mediáticamente un supuesto acuerdo en beneficio del pueblo que “pronto se subirá en camiones de primer mundo”.
Como dije, hace cuatro años en ese artículo redacté:
“…En un pasado artículo que escribí, recalqué que el Gobierno del Estado no puede pecar de ingenuo o convertirse en cómplice de los transportistas. Ingenuo, si autoriza el incremento en base a la firma de un enésimo convenio de modernización a futuro; o cómplice, si lo autoriza por conveniencia política, ya que de sobra saben que no modernizarán los camiones, pero así ellos no correrán con el costo político de una protesta transportista si les niegan el aumento…”
¡Y si, damas y caballeros ¡les acaban de autorizar ese aumento de tarifa de 8 a 12 pesos con las mismas chatarras y solo con la promesa de cambiarlas en tres meses.
El Consejo Consultivo de Transporte, encabezado por el secretario General de Gobierno del Estado, autorizó un aumento de la tarifa de transporte a 12 pesos general y para estudiantes, grupos indígenas, adultos mayores, personas con discapacidad, jubilados y pensionados, la tarifa preferencial será de 6 pesos, mientras que para el sistema BRT, se tendrá un aumento de 10 pesos de tarifa general y 5 pesos preferencial, sin embargo, una vez que se haya renovado el 100% de las unidades que cubren la ruta troncal se realizará el ajuste tarifario de modo que quedará en 12 general y 6 pesos en preferencial.
Según el Gobierno del Estado, con el incremento a la tarifa, los concesionarios asumen y están obligados a cumplir varios compromisos, entre ellos, renovar el 100% de las unidades en un plazo de 3 meses a partir del 20 abril, so pena de ser sancionados.
En el “mejor” de los casos, quiero creer que una vez más el Gobierno del Estado pecó de ingenuo y no de cómplice de esa mafia del transporte, lo cual quedará de manifiesto si el ciudadano no ve esas unidades nuevas en tres meses, ya que si empiezan a concederles prorrogas a esos concesionarios quedará muy claro ese juego perverso de complicidades en donde solo el ciudadano sale perdiendo.
También me asalta otra duda. Con la pandemia Covid 19, la industria automotriz entró en crisis y dejaron de producirse chips y otros productos, por lo que cualquier persona que quisiera un auto nuevo tenía que esperarse hasta seis como mínimo para poder tenerlo.
Me pregunto, ¿si la autoridad estatal contemplo esta situación y averiguaron si este problema también existe en la industria de la armadora de camiones? , porque de existir, de antemano, con todo el dolo del mundo, la autoridad y los concesionarios saben de sobra que no se tendrán esas unidades en los tres meses indicados, y por ende, argumentaran que debe de darse más tiempo al plazo ya que no es culpa ni de ellos ni de los transportistas.
El gobierno estatal emitió un boletín a los medios de comunicación con relación a este aumento de tarifa donde afirma: “….con las que se dará seguimiento al compromiso de la actual administración de brindar un transporte público eficiente y a la altura que se merecen los chihuahuenses”
Sin embargo, por los antecedentes, ya de plano podemos ver como si fuera un déjà vu, lo que sucederá en tres meses: Las ganancias no son suficientes, y pedirán un plazo más largo, luego, al término de este, pedirán otro, y así se la llevarán hasta que este gobierno termine. Esperarán la llegada del próximo gobierno estatal y repetirán este círculo vicioso.
Mientras tanto, el ciudadano seguirá padeciendo esos camiones chatarra que lo dejaran tirado constantemente, en donde estará expuesto a sufrir accidentes por sus malas condiciones mecánicas y a soportar a esos choferes patanes y violentos.
Gobernadora y sequito estatal, de verdad deseo que me tapen la boca, y a los ciudadanos también, y me demuestren que en esta ocasión me equivoqué. No hagan que en cuatro años recicle este artículo. Si vemos esos camiones nuevos y modernos me comprometo escribir otro, pero ahora felicitándolos, lo cual veo difícil, pues ya saben, la burra no era arisca, la hicieron.
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