POR: JESÚS ÁVILA VENTURA.
Mi madre, Doña Angelina, fue una mujer sabia, poseía esa sabiduría que le dan los años y las experiencias de la vida. Muy seguido me decía; “Los tiempos ya no son como antes…” y empezaba a relatarme los buenos momentos que paso en su juventud, con su música, sus películas o cuando le impresionaba algún hecho delictivo decía que su época era más segura y el diablo no andaba suelto. En donde decía que las cosas no cambiaban, tanto en el pasado como ahora, era en la política.
Mis padres nacieron y crecieron bajo el régimen de partido único: el PRI, y aunque posteriormente ya tenían referencia sobre la existencia de otros partidos, ellos fueron testigos de cómo solo se alzaba con el triunfo, de una u otra manera, el partido “de la banderita de México”. No había credibilidad en el sistema electoral en manos del mismo gobierno, del mismo PRI.
Cuando les entró la rebeldía política, y con cierto miedo a ser descubiertos, pues al estilo del Big Brother sentían que el gobierno tenía ojos en todas partes, decidieron emitir su sufragio por el partido que le representaba más pelea al Revolucionario Institucional y escogieron al partido azul, el Partido Acción Nacional.
Yo tendría mis 9 ó 10 años de edad y los cuestionaba sobre el porqué teníamos que votar si siempre ganaba el mismo, así como por qué hacerlo por un partido que sabíamos de antemano que iba a perder. Ellos, seguramente pensando que no entendería sobre política, me miraban y solo me decían: los que están ya han robado mucho, estos se ven buenas gentes, inspiran más confianza.
Estamos hablando de los años 70s y en ese entonces el PAN de Cd, Juárez contaba aun con múltiples liderazgos morales que emergieron desde las décadas de los años 50s, y 60s y que traían aun los valores muy arraigados de los fundadores del partido: Manuel Gómez Morín, Efraín González Luna, Aquiles Elorduy, Luis Calderón Vega, entre otros. El ideal de la democracia y combate a la corrupción eran las principales banderas que atraían a la gente hacia esta nueva opción política.
A nivel local, nombres como los de Don José Posada Pompa, Don Miguel Agustín Corral Olivas, Don Juvenal Herrera Yáñez, Don Elhier Flores, Don Edeberto Galindo, Don Alberto J. Torres, y Don Oscar Sánchez Noriega, entre otros, son quienes apuntalaron y guiaron moralmente al PAN hasta llevarlo, primero, a la presidencia municipal, luego a varias gubernaturas hasta llegar a la Presidencia de la República con Vicente Fox.
Sin embargo, el poder corrompe y desgasta los ideales. Llegan cientos de advenedizos sin ideología más que con el mero interés económico. Se crean y surgen nuevos liderazgos y seudo liderazgos que no enriquecieron al partido, sino que de cierta forma lo pervirtieron y lo dividieron en grupos entorno a uno de esos nuevos personajes, mismos que mantienen a la militancia en un enfrentamiento continuo.
Lo único que contenía esa voracidad política eran esos pocos lideres morales que aún quedaban con vida, sin embargo éstos se fueron muriendo o quedando imposibilitados por la edad y la enfermedad a seguir llevando esa batuta de mando que tanto le urge al Partido Acción Nacional.
Actualmente el PAN cuenta con líderes populares, de coyuntura política que ejercen el liderazgo en determinada campaña o durante un proyecto político grupal. Los de más edad se enfocan a mantener su clan, mientras que los más jóvenes intentan abrirse camino entre los diversos grupos tratando de unificarlos.
Desde luego que no todo está perdido en Acción Nacional, con todo y los defectos mencionados, este partido sigue siendo la única real opción opositora de entre un arcoíris de partidos satélites del sistema priista o que surgen como mero negocio.
Los liderazgos jóvenes que están surgiendo, por desgracia son muy pocos, traen un chip renovador y unificador, mismos que tratan de aglutinar a nuevos jóvenes para inmiscuirlos a la vida partidista y luchan por acabar con esa vieja inercia grupera que solo le ha provocado derrotas electorales, deserción de su militancia y un encono entre los que se quedan.
En ese sentido, Acción Nacional cuenta con varios políticos jóvenes, unos son diputados, otros regidores y uno más Presidente del Comité Directivo Municipal del PAN; todos en plena formación política y en la disyuntiva de ser esos nuevos líderes morales o sumarse a la onda grupera que se empeña en dividir y hundir a esta institución política.
¡Urgen más líderes morales! no populares ni grupales. Que no propiamente sean ancianos, pero si hombres o mujeres con una mentalidad madura que venga a terminar con esa lucha fratricida de los grupos y logre esa unidad tan necesaria para recuperar los espacios políticos perdidos en Ciudad Juárez.
TIMING POLÍTICO.
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