octubre 19, 2025

Timing Político

La política tiene su propio Timing

‘VOUCHERS’ PARA LA EDUCACIÓN.

POR: GIL  MIRANDA.

Anteriormente, el gobierno municipal de Ciudad Juárez aprobó un presupuesto de egresos para el 2018 de $4,510 millones de pesos. Por su parte, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, para el 2018, tuvo un presupuesto de egresos de $1,800 millones de pesos.

El presupuesto del 2018 de la universidad en comparación con el de la ciudad, no está mal. En proporción, la universidad tuvo un presupuesto de más de un tercio del presupuesto de la ciudad… no está nada mal. Porque definitivamente no es lo mismo dirigir una ciudad que una universidad.

Pero el problema no es la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez ni el gobierno municipal de Ciudad Juárez. Estos datos solo son para tener como referencia del muy buen presupuesto con el que cuentan las instituciones educativas, debido a los resultados que arrojó el estudio llamado “Planeación, programación y rendición de cuentas del presupuesto de las universidades públicas en México”.

El estudio alertó que las universidades públicas están por colapsar económicamente. El periódico Reforma indicó el 6 de diciembre del 2018, hace unos días, que de acuerdo con ese estudio: “el modelo de financiamiento y gasto de las universidades públicas estatales es ya insostenible”, como conclusión.

La solución es muy sencilla: no más universidades públicas, no más financiamiento a la educación pública… que el financiamiento se les otorgue directamente a los niños, jóvenes y adultos que quieran estudiar y no cuenten con los recursos económicos para hacerlo.

El sistema de ‘vouchers’ para la educación no es algo nuevo, es una idea que apoyó el Premio Nobel de Economía: Milton Friedman, y que es aplicada en varios países, y en algunos lugares de Estados Unidos. La idea, básicamente, es dejar de financiar a las instituciones de educación pública, para mejor financiar a los alumnos, lo que traería múltiples beneficios a la educación.

Primeramente, las instituciones de educación pública al no tener financiamiento tendrían que competir, como cualquier negocio, para ofrecerle a los niños, jóvenes y adultos las mejores opciones en educación y así, las instituciones de educación deberían sostenerse económicamente, atrayendo más alumnos.

También así, en el caso de las universidades, pondrían más atención a las exigencias del campo laboral, para estar al día en la preparación de los alumnos y lograr una mayor tasa de empleabilidad de egresados, por lo que una buena tasa de empleo de egresados de una universidad indicaría buen nivel educativo de la misma, y todos querrían estudiar ahí.

De acuerdo con datos de la OCDE, en el 2015 México estuvo entre los 6 países con mayor número de alumnos que ingresaron a carreras universitarias enfocadas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Un dato favorable. Sí. Sin embargo, ¿se necesitan estas carreras en el mercado laboral juarense?

La vocación manufacturera de la ciudad indicaría que sí, a simple vista o al tanteo. Pero si la vocación manufacturera de la ciudad indica que lo que se necesita son operadores o técnicos en lugar de ingenieros… algún egresado quedaría desempleado, o en su defecto empleado con un salario que no corresponde a su conocimiento.

Lo que es también una situación negativa es que los egresados desempleados tengan que irse de la ciudad a buscarse la vida en otro lugar, la migración interna o incluso migración al extranjero, para poder acceder a una mejor calidad de vida. Esto, conocido como “fuga de cerebros” también tiene un sentido negativo, pues la ciudad invierte mucho dinero en educación como para que otra ciudad se beneficie.

En definitiva, la apertura a la competencia educativa obligaría a las universidades a estar al día de los requerimientos laborales para facilitarles a los egresados la integración a los sectores laborales con mayor oferta de empleo. Y en el caso de la educación básica, la situación también cambiaría para bien debido a la competencia por tener mejores profesores.

La competencia en la educación básica por tener más alumnos haría que los profesores se capacitaran mejor, aunque aquí hay un problema con los profesores pues del 2005 al 2015, los salarios de preescolar y primaria fueron de los más bajos en comparación con otros países de la OCDE.

Es urgente que se invierta mucho más dinero en los primeros años de educación, pues es cuando se sientan las bases de los futuros profesionistas. Cuando los adolescentes llegan a secundaria y preparatoria… ya es difícil corregir lo que se hizo mal antes.

También es necesario poner atención en la reforma educativa que pretende cancelar el nuevo presidente, pues la información de la OCDE indica que: “las recientes reformas educativas han impulsado la educación técnica en México, ayudando a los jóvenes a capacitarse para el empleo mientras completan sus estudios”. Por lo que sería un error cancelarla.

La eliminación de subsidios a la educación pública también evitaría la creación de sindicatos y reduciría la corrupción, porque el dinero al ser entregado directamente al alumno decidiría cual es la mejor opción sin intervención del gobierno.

Y finalmente, al eliminar los subsidios a las instituciones educativas, se evitaría que el gobierno interviniera en la educación y en la formación ideológica de los alumnos. Hay muchas ventajas de un nuevo modelo de educación pública, pero hay que configurarlo bien y sobre todo… hay que querer hacerlo.

TIMING POLÍTICO.

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