Timing Político

La política tiene su propio Timing

COVID-19: Soltar la resortera y recuperar.

Por: Jesús Galindo, en Cd. Juárez.

En cuarentena, abril de 2020.

 

No me refiero a las contracciones en las ventas de las grandes cadenas del mercado, aquellas que venden autos, turismo premier, compra de activos, ni inversiones, pero si a las ventas menores.

Suponiendo que el gasto mensual de las familias mexicanas durante la cuarentena, calculado con los gráficos del gasto trimestral del INEGI, es del 61 %, la hipótesis es que las familias han dejado de gastar el 39 % de sus hábitos. Utilizando el lenguaje ad hoc del momento, el gasto esencial se contrae un 15 % y el no esencial, un 24 %.

La curva de la contracción de la demanda, en color sepia sería la siguiente:

 

 

 

El catálogo de gastos del INEGI con sus grandes rubros mezclados, no tiene el desglose suficiente para lograr la exactitud en la separación de las categorías en esenciales y no esenciales.

Con la propagación del COVID-19 y la cuarentena declarada, la cautela en el gasto de las familias era predecible, priva la desconfianza en el tiempo para la solución de la contingencia biológica y sus consecuencias, además las medidas adoptadas por la falta de consumo en los negocios y las restricciones decretadas han derrumbado los índices del empleo, el ingreso se ha reducido en ciertos segmentos de asalariados, los negocios han dejado de vender las cantidades de otros años y tuvieron que descansar a su personal, otros no tuvieron más opción que cerrar cortinas.

Los datos del INEGI al primer trimestre de 2020, revelan un 43 % del nivel de confianza del consumidor con tendencia a bajar. El dato es importante, ya que la confianza es un detonador de la intención del gasto en torno al estado actual de la economía y la expectativa de los consumidores, la pandemia biológica contagió el mercado y es probable que en abril y mayo la confianza sea menor.

Digamos que el consumo no esencial de las familias se refiere al gasto que se puede diferir, no necesariamente se repite mes tras mes y se ha contraído un 24 % debido a la contención de actividades como esparcimiento, viajes, ropa y calzado, artículos y servicios para la casa. Como comprobación vemos giros que han cerrado sus servicios de soporte, diversión y entretenimiento, la hotelería y los viajes entraron en crisis.

Si viéramos la curva de la demanda a la baja como una resortera estirada o como el cardiaco bongi, en algún momento se va soltar la vacuna económica hacia el mercado: la Adrenalina del consumo. Si se resuelve o se reduce el peligro del contagio del COVID-19; si los ingresos de la clase trabajadora y emprendedora son apoyados en forma razonable para no agotar sus reservas con el fin de abastecerse de los esenciales; si se ofrecen medidas fiscales y monetarias para la reapertura de los diferentes giros,  la confianza del consumidor va regresar en el corto plazo causando que algunos segmentos del mercado se vean beneficiados con la propensión efectiva al consumo, es decir, no solo va existir intención o deseo de gasto, sino también el poder de gasto conocido como poder adquisitivo, ante consumidores y vendedores ávidos de regresar a socializar y a recuperar los ingresos y si la oferta no falla, se puede presentar una recuperación sin gran demora y uno de tantos engranes del círculo virtuoso de la economía empiece a rodar.

 

Antes de salir.- La federación no termina de convencer a ciertos gobiernos locales ni a las cámaras de la iniciativa privada, los primeros reclaman un nuevo pacto federal en la distribución de los ingresos y los empresarios, incomprendidos advierten que estarían dispuestos a no pagar impuestos.

 

TIMING POLITICO.

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