Timing Político

La política tiene su propio Timing

Todos queremos nieve de limón.

Por: Jesús Galindo Noriega.

No hay gobernante que no realice promesas, incluso esfuerzos para combatir la pobreza extrema y la pobreza, el problema es con qué sistema  pretende lograrlo, si es que tiene un sistema.

Peor aún, el problema es si los gobernantes realmente quieren acabar o reducir el segmento de los pobres en sus países, o solamente utilizan el indicador de la clase como un injusto pretexto en sus discursos.

Más peor todavía, digamos que el segmento de la pobreza tiene menos oportunidades de salir de la pobreza y lo mantienen controlado sin desaparecer, aún así no hay presupuesto público que alcance para ofrecer condiciones de vida digna, sino en constante subsidio al ras de la sobrevivencia.

Abatir la pobreza tiene que ver con desarrollar la creatividad y la iniciativa de las personas, hacer llegar infraestructura urbana a las familias de los cordones periféricos y los núcleos céntricos, abasto de agua, drenaje y luz primeramente con un orden en el crecimiento de las manchas urbanas, transporte público, vigilancia, después calles pavimentadas, parques, escuelas, instalaciones médicas y ya. Con el desarrollo de esos cordones van a llegar servicios privados y oportunidades no solo de empleo cercano en tiendas y centros de recreo, sino también de proveer servicios técnicos y producción familiar. Las comunidades estarán más conectadas con las oportunidades para salir adelante por si solas y no continuar en la dependencia.

En el proceso de mitigar y abatir la pobreza, los gobiernos suelen brindar apoyos económicos y en especie altamente consumibles para vivir al día o al medio día nada más, porque la necesidad realmente es urgente. No está mal si se complementan con políticas para desparramar el desarrollo en las orillas de las ciudades, de otra forma solamente es asistencia fugaz con alto grado de manipulación, ya que las personas van a simular o a crear simpatías, si no es que afiliaciones con las fuerzas políticas que gobiernan para obtener trabajos, subsidios, becas. Como el modelo que está creando MORENA en México.

La manera más ineficaz y contradictoria de combatir la pobreza, es tomar lo que se puede del presupuesto (después del gasto irreductible) y únicamente repartirlo con prorrateo a la clase EN situación de apremio. Hacerlo de esta forma, crea clientelismo y dependencia del gobierno pero no desarrolla ingenio para competir o los llamados emprendedores, esta política solo va seguir sosteniendo la banda de la desigualdad.

Hay 3 formas de contar con ingresos legítimos para el sustento: 1) la empresa privada 2) el trabajo y 3) subsidios. El último no estimula el afán por progresar, porque si  se logra un progreso económico ya no hay subsidio al pasar de la pobreza a la medianía, entonces se pierde el perfil para ser sujeto a recibir  apoyos del gobierno. Recordemos que los programa públicos se estructuran por segmentos o clase de beneficiarios: estudiantes, madres solteras, adultos mayores, emprendedores, PyMES[1], etc.

Una política acertada contra la pobreza, es propiciar condiciones de inversión privada en las periferias de la ciudad, no solo para llevar fuentes de empleo, sino para desarrollar empresa barrial, porque la inversión privada no solo se compone de los  grandes capitales, sino de una variedad de  iniciativas. Como no se están creando estas condiciones en Centroamérica ni en África, se tienen olas de migración hacia países de libre mercado, donde si hay ambientes para desarrollarse.

El cambio de la idiosincrasia de “entre menos tengo más me dan”, se construye desde la educación para alcanzar la libertad con autonomía y dignidad de la persona. Hasta cierto rango de ingresos, la mentalidad “entre más produzco más oportunidades nuevas encuentro” estimula, no estanca. Es una construcción de largo plazo para estadistas para reducir  la pobreza de la pirámide poblacional, con sus escalas de atención en las necesidades inmediatas.

Si la clase marginada solo tiene acceso a bienes comunes que desarrollan los gobiernos, pues que se construyan bien y en condiciones de respeto, no con la irresponsabilidad al estilo de la línea 12 del metro en la ciudad de México, porque merecemos la certidumbre de llegar sanos y salvos por una nieve de limón.

[1] Pequeñas y medianas empresas de México.

TIMING POLITICO.

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